Luego de complacer a Mau, él se acostó a mi lado, tomó si celular y comenzó a revisar sus mensajes; lo vi escribiendo y vi también su emoción mientras lo hacía. No quería volver a pasar por lo de aquella vez antes de casarnos. No se trataba de querer mantener mi matrimonio o sostener esa mentira; se trataba de no sufrir por sus mentiras, de no saber que estaba traicionándome. Dejó su celular sobre la cama y se metió a la ducha, yo permanecí acostada, limpiando su semen de mi pecho. Si bien, no había quedado en estado, no menos cierto es que rara vez, él eyaculaba dentro de mí. Yo no tenía apuros en quedar embarazada, no hasta estar estable completamente. Aún no iniciaba en liceos públicos. Tampoco veía mucho interés en él. Sólo entendí, tiempo después, el porqué. Nuevamente se encendió