FELIPE (Ese mismo día) Marco el número de la casa de los padres de Emilia, al tercer tono contestan. —¿Aló, diga? —responde Angélica. —Buenas tardes, Angélica, que gusto escucharla —digo amable. —Hola, Felipe. Emilia no ha llegado a casa ¿la estás buscando? —cuestiona. —No, Angélica, quería preguntarle si tiene algún problema con invitar a Emilia a comer algo, la quiero sorprender cuando tome el metro hacia su casa —pregunto. —Mmm, no lleguen tarde. Emilia sabe que debe estar antes de las nueve en casa —espeta. —No se preocupe, hasta ahora no le he fallado con respecto a eso. Sólo no quería pasar por sobre usted y consultarle primero —respondo, adulándola un poco, para que no me ponga problemas. —Está bien, cuídamela, ¿eh? —Pide. —Con mi vida, Angélica. Nos vemos luego. Buenas ta