capitulo IV

1774 Words
Catherine Ryder El tiempo pasa muy rápido, tres meses desde mi último cambio de instituto, me estaba adaptando rápido y estaba haciendo amigos. Mi hermano me acompañaba a todas partes, era un chico muy aplicado aunque algunas noches se quedaba a estudiar en casa de otro joven. Un chico de cabellera negra y ojos de igual color, con una sonrisa radiante y una manera de ser muy especial, era de las pocas personas que me trataban bien en esa aula. Reí mientras recordaba mi día. Pronto nos hicimos más cercanos, aún así sentía que mi mejor amigo era Jacob, un chico de cabellera castaña y ojos verdes, muy guapo la verdad. Hoy en especial fue un día muy bueno, pasé mucho tiempo hablando con un chico llamando Liam, al comiendo creí que era una molestia, aún lo creo, pero no tanto como antes. Era un chico alto, aunque la mayoría de personas son altas a mi comparación, aún así, el es alto, creo que mide 1,76 o 1,80, tiene unos ojos azules muy hermosos y su cabellera rizada y rubia lo hacen parecer a esos angelitos que aparecen en los libros que Lee mi madre. Tiene una piel pálida y casi siempre tiene ojeras, a simple vista se ve como una buena persona pero te darás cuenta de lo contrario cuando lo conozcas más. Es un hombre muy orgulloso y con su ego por las nubes, cree que es el chico perfecto al que cualquier chica desea, todo lo contrario a Jacob. O por lo menos eso aparenta en el tiempo que llevo conociéndolo, su familia es la más importante y adinerada de lo Londres, lo descubrí gracias a un periódico de los que Lee mi padre cuando está descansando. - cuando vayas a la cama apaga las luces - hablo mi padre asomando su cabeza por la pequeña compuerta de la habitación. - lo haré papá - escondí mi diario bajo un gran libro. - ¿tu amigo ya se fue a dormir? - no es mi amigo - el río viéndome - y sí, ya se fue a dormir. - ¿Que estás escribiendo? - redacto un ensayo sobre un libro - mentí - ¿cuál? - La ladrona de libros. - cuando termines me muestras - me guiñó un ojo - ve a dormir rápido, mañana haremos un paseo familiar. - ¿No vas a trabajar? - quiero darme un descanso, podemos salir de la ciudad y visitar una reserva natural. Asentí emocionada y suspiré levemente pensando un momento. - él también va. Su madre llamó para encargar que lo cuidarnos bien - sonrió y después susurró - lo trata como a un bebé. - es un hombre mimado. Papá rio y me miró un momento, después entro por completo. - ¿Me ayudas a quitarme la lentilla? - se sentó en la cama - creo que me está irritando. Tomé el contenedor y la pequeña pinza para quitarla, él me miró mientras me sentaba en sus piernas, acerqué la pequeña pinza y cerró el ojo. - ¡Papá! - aún no me acostumbro, lo siento. Reí levemente y tras un par de minutos dejé escapar un suspiro, guardé la lentilla en la pequeña cajita y se la dí. - Deja de usarla papá, por un día. - voy a espantar a los clientes mi niña. Miré su ojo derecho, un color azul intenso, muy lindo, después miré el izquierdo, tenía un color rojizo no muy notorio, era en un tono casi naranja. - ¿Por qué es así? - me caí de pequeño y algo entró. - ¿Te duele? - no mi niña. Sonrió y me acaricio la cabeza, me levanté y él lo hizo después, cerró los ojos y suspiró. Sonrió levemente y me dió un beso en la cabeza. - cierra con seguro, no me puedo quedar hoy. Asentí y suspiré. El salió y se fué, apague la luz y me recosté en la cama. Pensando en tantas cosas. Mi papá ahora vivía con Noemí, una mujer de cabellera roja y ojos grises, nací muy parecida a ella, aún así, no sé porqué me odia. Tengo una hermana melliza, tiene el cabello n***o y los ojos azules las hermosos que e visto, como los de mi padre. Quiero cambiar de lugar con ella. Mi madre la adora, para ella es perfecta además de que es muy bonita, mucho más hermosa que yo. Sus ojos parecen de muñeca y tiene unas cuantas pecas que la hacen ver como una pequeña Diosa. La verdad casi no hablamos, Noemí está embarazada por tercera vez, esta vez va a tener trillizos, ya casi va a dar a luz, por ello papá casi no se queda conmigo. Cerré los ojos pensando en que debería hacer o decir y solo suspiré. Desperté ¿En qué momento me había quedado dormida? Miré la hora, eran cerca de las 4 A.M. Me levanté y fui a la cocina, al salir ví una sombra pasar el pasillo, lo seguí en silencio con algo de dudas ¿ Un ladrón? Tomé una linterna y la encendí, la persona frente a mí me miró con dudas. ¡Era Liam! Me miró con dudas, tenía los ojos entrecerrados, aún estaba dormido. - ¿ dónde está el baño? Le señalé en silencio y fue en esa dirección, suspiré aliviada y fui a la cocina, caminé a la cocina y tomé un vaso de leche. Liam me siguió aún medio dormido, lo miré con dudas y él solo pasó sus manos por sus ojos. - ¿Qué hora es? - cerca de las 4:30.. por qué? - tengo hambre ¿Me alimentas? Sonreí levemente y le acerqué un vasito con leche de nuez, me miró con dudas y sonrió. - ¿Que es? - leche de nuez - no la puedo tomar - ¿Por qué? - lleva nuez, soy alérgico. Tomé el vaso de leche y le serví uno normal, el la tomó mientras sonreía, me miró a los ojos y después solo dejo el vaso. - voy a seguir durmiendo. Asentí y seguí en la cocina, la puerta principal se abrió y entró Noemí y papá, Liam ya se había ido. Noemí me miró algo molesta mientras se acercaba a la cocina, miró a mi padre algo malhumorada. - Maldita mocosa, se está robando la comida. - solo tomé un poco de leche... - De nuez ¡maldita ladrona! - no grites a mi hija Noemí - papá intervino y me sonrió - ve a la habitación. - ¡es mi hija también! Puedo reprenderla si quiero - miró a papá molesta Me fuí sin escucharlos más y subí a la habitación, Liam estaba de pie frente a la puerta de la habitación de Keith, me miró con dudas. - ¿Tan temprano? - si, ve a dormir. Él asintió y se estiró de manera perezosa, volvió a la habitación y cerró la puerta, suspiré levemente. Subí al ático y me volví a meter a la cama. tras un rato oí a Liam hablando solo, reí levemente. - ¡Loca tu abuela! niño mimado Suspiré levemente y traté de dormir, pero ahora se me hacía difícil conciliar el sueño, tomé el pequeño teléfono y texteé -¿Estás despierto? Suspiré levemente pensando un momento, mi teléfono vibró y lo tomé de inmediato. - ¿Que haces despierta tan temprano? - me acabo de despertar, se me fué el sueño. - Cathy ¿Todo en orden? - Sí Jay - ¿Volvieron a pelear tus padres? - mi madre me acusó de ladrona. Sentía que podía llorar en cualquier momento pero no hice, no quería alertar a mi padre, ni mucho menos a Liam, su habitación era prácticamente bajo la mía. - ¿Por qué lo hizo? ¿Te sientes bien? - me tomé un vaso de una leche especial, no me di cuenta pero creo que le molestó mucho, yo estoy bien. - si quieres podemos salir más tarde para que te relajes un poco. - papá organizó un paseo familiar, espero no pasarla mal. - trata de estar en contacto conmigo todo el tiempo, me preocupa si llega a pasar algo. Suspiré levemente y dejé sin contestar sus palabras. No sé en qué momento pero me volví a dormir profundamente. LIAM STEIN Esa maldita mujer me quería envenenar, quería que me muriera agonizando del dolor ¡estaba loca! ¿Cómo se atrevía esa cría a tratar de intoxicarme? Leche, se veía muy bien, pero el olor era detestable, hacía que pícara toda mi piel. (¿Y si me hubiera logrado envenenar? ) Recordé sus ojos medio dormidos, en la oscuridad se veían completamente grises, por algún extraña razón se me parecía mucho a la chica del bar, a la bailarina. ( ¿Que cosas estás imaginando Stein? ) Me reprendí y cerré los ojos para seguir durmiendo cuando oí a una mujer gritando. - ¡Maldita ladrona! Me asomé a la puerta y tras unos minutos ví a Catherine aparecer subiendo las escaleras, eran su madre la que gritaba Me miró, creo que eran las 5 A.M. ¿Que hacían ahí tan temprano? Tenía entendido que hoy no iban a abrir el restaurante. ¿Le estaban gritando a Catherine? Recuerdo que su madre no le daba el trato que merecía, era muy distinta a mi madre, ella era muy amorosa conmigo mientras que la señora Ryder no lo era. - ¿Tan temprano? - me miró - si, ve a dormir - habló en tono cortante mientras subía al ático. Suspiré levemente sonriendo, De verdad me odia. Tanto para llegar a envevenarme. ( ¿Por qué sonríes idiota ?) Negué con la cabeza entrando de nuevo a la habitación, me adentré de nuevo a la cama y cerré los ojos, mordí mi labio levemente pensando. ( Deja de pensar en ella.... Imagina mejor el cu** de Melissa ) Hice mala cara tratando de dormir, pensé un momento y de di cuenta de algo, cuando iba saliendo del baño Catherine llevaba una cámara. Negué con la cabeza y después traté de dormirme de nuevo, era difícil conciliar el sueño, tomé una de las pastillas con el vaso de leche que me había traído de la cocina, leche de vaca. -maldita loca, me quería envenenar Oí un golpe en la zona superior de mi habitación, después una respuesta. - Loca tu abuela, niño mimado Reí y cerré los ojos, me empecé a quedar dormido lentamente mientras sonreía como un imbécil. Evité pensar en eso solo porque estaba algo molesto conmigo mismo por pensar en ella. Maldito loco soy...
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