capitulo III

2892 Words
- Eres una molestia Catherine - ella me miró - no quiero hacerlo. - quieres una buena nota y para ello debes hacerlo. - eres muy molesta - si si, ahora vamos. - ¿Por qué a tu casa? Es mejor en la mía, podemos hacer mejores fotografías y se va a ver todo mejor... - Liam, son dos putos días, tu madre no va a permitir eso. Mientras que extrañamente... Le agradas demasiado a mi padre y el si va a permitir que te quedes. - pero no voy a estar tan cómodo como en mi casa. - si me quedo en tu casa y se pierde algo de inmediato me van a culpar, mientras que si tú te quedas en mi casa no va a ser tanto lío. - a veces te odio más de lo normal - me acerco a ella y la tomo con algo de fuerza de las mejillas, me da una patada en mi rodilla de inmediato - ¡Oye! - eres desagradable ¡no me toques así - ¡no era necesario ser tan agresiva! Me va a quedar una marca en la rodilla - es tu culpa por invadir mi espacio personal. Estaba sería, no demostraba el supuesto amor que decían que me tenía, al contrario, su mirada daba miedo, era fría y calculadora, una pequeña arpía. - deja de mirarme así. - no te estoy mirando Sonrío levemente, no le había prestado atención antes al color de sus ojos, grises azulados, hermosos y profundos, a su vez que serios, fríos y calculadores. Su piel no tenía imperfecciones, sus lentes le hacían ver algo fea y sus brackets negros. Sentía que la había visto en otra parte. - ¿Por qué son negros? - ¿Que cosa ? - tus brackets - ah, eran los únicos que quedaban de mi talla ese día, y pues papá ya los había pagado, además a Noemí le gustaron y eso convence mucho a papá. - ¿Por qué no le dices "mamá" a Noemí ? - no la veo como una madre, me abandonó cuando era pequeña y mi padre me crió por 9 años solo. - ¿No has pensado en perdonar? - no la veo como una madre, y si la viera así daría igual, de lejos se nota que me quiere tanto como a tí. - a mí me quiere mucho - hablé con una mueca de orgullo - todos me quieren. - te quiere matar - tragué saliva y la miré de nuevo - claro que no, le agrado demasiado. - ¿Por qué lo dices? - ella te quiere tanto como a mí, así que me debe querer demasiado - sus mejillas enrojecen, se da la vuelta y empieza a caminar de manera acelerada alejándose de mí. Reí viéndola mientras la seguía con mi taza de café, estaba caliente y no quería quemarme. - espérame Catherine. - ¿Por qué lo haría? - me voy a quemar con el café. Se detuvo de golpe, choqué con ella tirándole y tirándome el café encima, dió un leve grito e instintivamente se quitó el saco - ¡está caliente! Quité su camisa para que no se quemara más, era de un material absorvente. - ¡Oye! Miré la marca rosa en su espalda, sus ojos se cristalizaron cuando la toqué, la abracé y cargué sin su consentimiento nuevamente. Ella dió un leve chillido pero aún así no hizo por apartarse de mi. - te demoraste Catherine - habló su madre en ruso - ¿Por qué mierda vienes vestida así? - Noemí, mi camisa se mojó y... - entra rápido ¡No quiero que los clientes te vean así! - señora, accidentalmente tiré mi café y le quemé, por eso viene así - es una maldita deshonra para los Simone. Y encima, llega con un Stein ¡Un Stein! - ¿Tu madre sabe hablar Inglés? - susurré a su oído y ella asintió - señora, por favor, dejé de reprender a Catherine, la culpa es mía. - la mujer se quedó en silencio - ¿Por qué no me dijiste que él hablaba ruso? - ¿Por qué debería hacerlo? - reprochó Catherine - maldita mocosa malcrida - entré con Catherine La mujer lanzaba insultos en ruso, Catherine parecía no importarle, si la marca fuera mía mi madre estaría loca llamando a los médicos. Está familia era distinta a la mía, parecía una familia disfuncional, Catherine me miró antes de subir al ático. -¿ para que subes ahí? Ve a tu cuarto a vestirte. - me miró con una sonrisa burlona. - este es mi cuarto - subió y subí tras ella, no creía que fuera verdad. Que clase de familia tiene a su hija en el ático, no parecían ser buenos padres ahora que lo notaba. Mi habitación era enorme, bastante cómoda, con televisión, aire acondicionado y baño propio. Pero ella solo había decorado su habitación con estrellitas fosforescentes, y había pintado el techo. Tenía una cama personal, algo pequeña para mí gusto. Me acerqué y toqué la tela de la manta. A diferencia de lo que parecía era muy suave y cómoda, me senté dejándome caer en su cama, era aún mejor de lo que pensaba, era muy suave y cómoda. Miré a los lados, tenía una mesita de noche y un peinador, todo era de color blanco y Lucia impecable. Sus cosas estaban completamente limpias. También hacia un armario, que a diferencia de el resto de habitación era de color gris. Había una gran ventana circular que dejaba entrar toda la luz de fuera, el techo sobre está era en forma de v, me encantaba cómo se veía todo. La miré un momento y ella ya estaba vestida con ropa diferente, tenía el cabello suelto y llevaba ropa cómoda. Un gaban largo tejido y un vestido bajo ese. - ¿en que momento te colocaste ropa? - me senté en la cama - mientras tú observabas mi habitación. La puerta de el ático se abrió, su padre entró preocupado y me miró. - ¿Te quedaste? ¿Te duele? Habló dirigiéndose a su hija, tocó su espalda y ella quejó levemente después sonrió y negó. - solo fue un poco de café. Él sonrió y suspiró a la vez, me miró y después miró a Catherine, me levanté de la cama de inmediato, no quería dar una mala impresión. - buenos días joven Stein. - buenos días señor Ryder. - mi niña me contó que tienen que hacer un trabajo de investigación juntos y te vas a quedar aquí - asentí levemente - bueno, entonces llamaré a tus padres para pedir permiso y después puedes quedarte en la habitación de Keith. Hice mala cara, ahora mismo tenía ganas de dormir en la cama de Catherine, lusía más cómoda que la mía, y lo era. - está bien señor - tomé mi teléfono y le marqué a mi madre. Sonó y sonó pero nadie contestó, suspiré levemente y marqué a mi padre. Este tampoco lo hizo, por último marque a mi hermano. El contestó rápido. - hola Liam - habló alegremente - ¿Sucedió algo? - voy a quedarme en la casa de una chica a... - ¿otra? Ya sé, quieres que te cubra con nuestros padr... - ¡No! Voy a quedarme a hacer un trabajo de el instituto y necesito que le digas a mis padres. - igual a la vez de Melisa. ¿Vas a estudiar anatomía con una chica? - mierda, está vez hablo enserio - estaba bastante avergonzado. - te mando mi dirección. - entiendo. Rió y colgó, El Señor Isaac me estaba mirando con dudas mientras Catherine solo sonreía de manera burlona. - sígueme, te mostraré en dónde es. Salí tras el padre de Catherine y suspiré levemente, al entrar ví una habitación algo llamativa, tenía algunos poster en las paredes. Entre sin pensarlo demasiado y dejé mis cosas sobre la cama. Suspiré levemente. - te dejo para que te cambies el uniforme y... Asentí y me quité el saco junto a la camisa, busqué entre las cosas que traía una más, estaba a punto de colocármela cuando sentí el flash de una Cámara. - foto - sonrió la peliroja mientras la imagen salía de la cámara - voy a guardarla para revelarla más tarde. La miré en silencio y me termine de colocar la camisa. - ¿también me vas a fotografíar cuando me quite los pantalones? - Catherine sonrió - tal vez - dijo mientras sacudía la pequeña fotografía en su mano. - ¡sal de aquí! Ella rió y salió de la habitación, terminé de cambiarme de ropa y fuí al ático. Catherine estaba sentada con su cámara tomándole algunas fotos a un libro, tomé mi cámara y la fotografié. - son fotos de los dos. - solo pide a uno, y tú eres más fotogénico. Reí viéndola y subí por completo, ella me miró y suspiró. Se levantó de la cama y caminó hacia la compuerta. - en el sótano podemos revelar las fotos. - ¿Sótano? - ¿No sabes que es? - claro que sé. Solo que la casa se ve pequeñas. - Son cuatro pisos contando eso sótano y el ático. La casa era más grande de lo que aparentaba. Por fuera se veía algo vieja y muy pequeña pero por dentro tenía varias habitaciones y lugares para guardar las cosas del restaurante. La seguí en silencio por la casa, abrió una pequeña puerta y entró, tuve que agacharme para entra tras ella. Bajamos más escalones y ella encendió las luces. Habían dos cuartos mas allí y el lugar estaba lleno de fotografías y dibujos colgados. Caminamos a una de las habitaciones. Parecía un taller de fotografía, tenía algunas luces rojas y otras negras, encendió una de las luces y está iluminó la habitación. Había un lugar para revelar las fotos y una pequeña puerta. Por curiosidad abrí la otra puerta, había un sofá viejo y unos estantes llenos de libros, otros completamente vacíos o eso alcanzaba a ver. - es mi lugar de lectura - está algo viejo. - nadie más vive aquí. Asentí y entré por completo. La puerta rechinó cuando ella abrió la puerta aún más. Encendió la luz y por fin ví todo mejor. Habían algunos cactus pequeños en algunos estantes y muchos libros, el sofá era de cuero viejo. Todo estaba impecable. - es muy pequeño. - para mí es enorme - sonrió ella - entonces cuando vayamos a casa te probaré que esto es pequeño. - no creo que me quieran en tu casa. - no lo harán - sonríe viéndome con dudas Se estira de manera perezosa y camina a la otra habitación, la sigo apagando la luz, al entrar enciende una luz roja, empezarlos a revelar las fotos necesarias Hay muchas fotos mías sin camisa, la miro en silencio y ella me muestra una enorme sonrisa pareciendo orgullosa de lo que acaba de hacer. - debes estar acostumbrado a las cámaras. Miró una foto en particular, estoy en el baño de los Ryder dándole la espalda a la cámara sin camisa y quitándome los pantalones para darme un baño. - no recuerdo que esto sucediera. - no debes recordarlo. Miró las fotos que le tomé, ella se veía muy linda en esas fotos, sus ojos grises llamaban la atención de inmediato. Se estiró de manera perezosa colgando las fotos que acabábamos de tomar. Salimos de la habitación subiendo al ático, ella empieza a acomodar las hojas en las que irán las fotos en un futuro y sonríe haciendo un pequeño dibujo en cada hoja. - ya está - Es muy rosa. - pero apenas y le coloqué color. La miré tomando las hojas cuendo muchos bocetos a blanco y n***o que después de un rato me quitó y empezó a acomodar haciéndolo más transparente y menos notable a simple vista. Su mirada estaba fija en los dibujos mientras que yo me acercaba a la ventana redonda que daba vista a la calle. La abrí dejando entrar el viento, era bastante acogedor aquel lugar. Miré el techo encontrando muchas decoraciones y estrellas que brillaban en la oscuridad. Junto a su cama había una mesita de noche blanca, está tenía una lámpara pequeña de color dorado y con algunos orificios con forma de estrellas. Al otro lado de la habitación habia una mesa de estudio en la que ella estaba haciendo los dibujos. Tomé la cámara y saque una foto de ella concentrada. En esta quedaba a vista el gran espejo de su peinador y la pequeña repisa de libros sobre la mesa. Tomé un par de fotos más y aún así ella no se dió cuenta, dejé la cámara en la cama y me estire de manera perezosa, me senté en el borde sonriendo levemente. - quiero una cama así. - la tuya es mejor por lo que ví en mi primer día. - pero está tiene un colchón más acogedor además es muy cómoda y suave. - solo dile a tu madre, te la va a comprar. - si dice que sí te llevo para que elijas un acomo la tuya. Rió mientras me miraba, después solo negó con la cabeza en silencio y siguió escribiendo. - estoy aburrido. - ayúdame a dibujar. - dibujo horrible. Sonrió levemente y balanceo una hoja frente a mi, después solo sonrió. - mira si estás están bien o son muy anticuados para tu gusto Me acerqué y tome las hojas revisando los dibujos, eran perfectos. Muy bonitos y con tonos de color muy básicos. - ¿Como haces que la pintura no resalte tanto? - la mezcló con agua, al comienzo agua un poco pero después da un degradado muy lindo además se ve muy bonito. Tomé la cámara y le tomé una foto más de cerca para que se viera bien como lo hacía, sonrio estirándose y después solo suspiró al darse cuenta de las fotos. Se quitó los lentes un momento y se estiró terminando de hacer algunos dibujos, los guardó en una carpeta y sonrió cerrando los ojos, parecía pensar un poco. Ya estaba anocheciendo, ella suspiró levemente y caminó sentándose en la cama. La miré con dudas y ella solo sonrió. - Ya es tarde, voy a hacer la cena y vamos a dormir ¿Te parece? Miré el reloj en su pared, marcaba las 7 PM. Asentí ante sus palabras y ella salió sin decir más. Caminé tras ella siguiéndola en silencio, el señor Isaac estaba en la cocina del restaurante abrazando a su esposa. La mujer peliroja miró a Catherine algo molesta y se separó de Isaac, después solo suspiró pesadamente y caminó fuera de la cocina. - Stein. Sin decir más salió del lugar, la miré en silencio con dudas y después miré a Catherine, tenía un gran parecido a esa mujer. - te pareces mucho a tu madre. Su mirada oscureció, aún así no dijo nada, solo se colocó a cocinar. Ahora estaba enojada y no entendía por qué. Cocinó en silencio bajo la mirada de su padre quien le decía que hacer y cómo hacerlo en algunas ocasiones, ella seguía todo al pie de la letra aunque a veces colocaba sus propios toques. - huele muy bien - la felicitó su padre. Ella sonrió sirviendo la comida en un pequeño cuenco y colocándola en una de las mesas, me hizo señas para que me sentará a comer, tomé una cuchara y probé un bocado. - sabe muy bien... Ella sonrió aún más satisfecha y caminó hacia la cocina de nuevo para traer algo de zumo y su propia comida sentándose frente a mí. Comió en silencio mientras yo la observaba, ella no lo notó al comienzo pero después miró mi comida. - ¿No te gustó? - está deliciosa. - ¿Entonces por qué no comes? Se va a enfriar. Asentí y empecé a comer, tenía un sabor delicioso, suspiré sonriendo y terminé mi comida algo rápido. Cuando terminamos ella lavó los platos y subió a su habitación, su padre me miró con dudas y después miró a su hija. - está noche me quedaré a dormir aquí Habló el mientras Catherine subía los escalones, ella gritó un " está bien " mientras se alejaba cada vez más. - gracias señor. Subí los escalones tras la peliroja, ella me miró y suspiró levemente, se estiró y subió al ático, la seguí para tomar mi cámara y mi morral. - ve a dormir, es tarde. - lo mismo. Salí y me dirigí a la habitación de Keith mientras me estiraba de manera perezosa, no había tomado mis pastillas pero aún así me sentía agotado. Tal vez era por estar haciendo cosas toda la tarde, aún así se me hacía extraño. Me quité la ropa metiéndome a dar un baño corto, al salir Vi al señor Isaac entrando a la habitación frente a la mía. Entre a la que me tocaba y me coloqué un pijama cómodo, y me metí a la cama texteando un mensaje para Melissa quien me habia estado llamando toda la tarde pero no note sus llamadas. Envié el mensaje y apagué la luz cerrando los ojos, casi de inmediato me quedé dormido sin siquiera tomarme una sola pastilla. .
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