Liam Stein
Era raro para mí estar con una familia desconocida, Catherine parecía odiarme con todo el corazón. Su mirada era fría y penetrante, muy pocas veces la veía sonreír.
Me levanté preparado para cualquier cosa, todo, menos salir de viaje, era raro salir con una familia desconocida, Catherine llevaba el cabello trenzado y no lucía sus lentes, llevaba ropa ajustada. Una licra, una blusa sin mangas y unos tenis en un color oscuro.
Me miró con dudas, estaba buscando entre mis cosas algo para colocarme, no esperaba que salir de un momento a otro y no había traído algo para ir a una zona rural.
- No tienes nada ¿Verdad?
- que te importa.
- mal educado, te hice una pregunta de buena manera.
Su mirada estaba fría, parecía algo molesta, suspiró levemente y solo desvíe la mirada, tomé la cámara y me coloqué una camisa cualquiera, ella entro sin siquiera preguntar, buscó en el closet de su hermano sin mirarme.
Me senté en la cama viéndola en silencio, relamía sus labios a cada rato, me miró a través del espejo y sus mejillas enrojecieron.
- como mínimo súbete el pantalón.
- como mínimo pregunta antes de entrar.
Ella sonrió levemente y tomo la ropa, me entrego un conjunto de ropa algo ajustada de color negra, busco entre los zapatos de su hermano unos tenis.
- vístete
Se recostó a la puerta sin dejar de verme, parecía tranquila, aún tenía algo de sonrojo en sus mejillas, pero lo dijo nada.
- ¿quieres ver como me quitó el boxer?
Reaccionó y salió de la habitación con una sonrisa, me desvestí para después colocarme la ropa que Catherine me había dado.
Salí de la habitación con lo que necesitaba y caminé tras Catherine, sus padres subieron a una camioneta con sus dos niños y una chica parecida a Isaac. De cabello corto n***o y ojos azules.
- Catherine ven.
Ella me miró y se acercó, parecía dudar, se quedó en silencio viéndome
- señor Isaac, su hija se va en mi auto conmigo.
Lo miré, mi rostro se llenó de dudas y a la vez miedo, miré a Catherine y ella hizo mala cara ¡El señor Isaac tenía un ojo rojo!
Bueno, tal vez sea solo una lentilla, aunque a decir verdad era algo aterrador y extraño que un hombre de su edad usara lentillas de colores.
- Claro Liam, solo no se queden atrás, se pueden perder.
Asentí sin decir nada y subí al auto, Catherine subió en el puesto de copiloto, parecía muy molesta, daba miedo.
- ¿Qué? Deja de mirarme Stein.
Habló en el mismo tono aterrador que su madre solía usar al dirigirse a mi o a Catherine, desvíe la mirada y encendí el auto, ella me miró con dudas. .
- ¿Por qué te enojaste?
- por como miraste a papá.
Suspiró levemente mientras pensaba en que decir, la miré en silencio algo avergonzado pero ¿Por qué debería estarlo?
Ella era una simple Ryder, y yo era un Stein, una de las personas más importantes del país, y ella me miraba con odio ¿Que se cree?
- ¿Qué tiene de malo?
- ¡Lo miraste como si fuese un puto monstruo!
- solo me aterró verlo así.
- ¿Así como?
- ¡No es normal ver a una persona con un puto ojo rojo!
Ella parecía frustrada, sentía que en cualquier momento me iba a golpear de la cámara y dañaría mi sexy rostro.
- eres un puto imbécil - habló segura de si misma - si sigues con esa personalidad tan asquerosa te vas a quedar solo.
Tragué saliva, ella hablaba mientras me miraba a los ojos con frialdad y odio, sus palabras por algún motivo eran como punzadas en mi pecho.
Me quedé en silencio oyendole hablar de tantas idioteces como podía, la verdad, no le estaba prestando atención. Solo la veía como se enojaba cada vez más, y creo que está vez si merecía un golpe.
- deja de mirarme y conduce, imbécil.
- ten cuidado con esa boquita, no te diriges a tu perro - fruncí el seño mientras empezaba a conducir tras la camioneta - si quisiera yo...
- acabarás con mi familia - rió burlonamente con un tono de irritación - ¿Acaso los niños ricos no saben más amenazas?
Esa zorra me acababa de interrumpir mientras hablaba ¿Qué se creía? No era de buena familia, ni mucho menos una persona importante o una mafiosa para hablarme así.
No tenía el más mínimo derecho de levantarme la voz, además de eso ¡Era una simple mujer !
Las mujeres no tienen derecho a elegir, una Familia Stein debe ser regida por un hombre, no solo una familia Stein, cualquier familia debe ser así.
Las palabras de mi padre resonaron en mi cabeza, miré a Catherine quien parecía estar más calmada ahora, sus ojos grises parecían reflejar tristeza.
Me quedé en silencio, está vez no era incómodo, ni mucho menos se sentía denso en ambiente, está vez parecía que todo lo que acababa de pasar se fuera poco a poco.
Conducí en silencio siguiendo a los padres de Catherine, había mucho tráfico, las calles estaban repletas de autos.
Vi como los ojos de Catherine empezaban a cerrarse poco a poco, su cuerpo empezó a relajarse, acomodé el cinturón de seguridad tocando de paso su suave piel.
Al verla de cerca se veía mucho mejor, su piel tenía algunas imperfecciones, típico de la adolescencia, aún así se veía muy suave y linda, sus labios eran gruesos y de un tono rojizo.
Parecía haberse colocado labial antes de salir, tenía unas hermosas pestañas rizadas y largas que le hacían ver más linda.
Tomé una foto de ella durmiendo y volví a conducir en silencio, parecía que el tiempo iba lento. Mi corazón empezaba a latir calmado, no me importaba el sonido de los autos.
La verdad sentía que todo estaba muy tranquilo. Al llegar a un punto un policía de tránsito nos detuvo, pidió los papeles del auto y después los de la chica dormida a mi lado.
- Joven, ella ¿Que es para usted?
- compañera de clases.
- Viajan solos por lo que veo.
- se equivoca, la camioneta negra pertenece a los padres de ella, vamos a comer al aire libre.
- ¿me permite sus documentos?
Entregué mi pase y tarjeta de ciudadanía, miré a Catherine quien estaba completamente dormida mientras suspiraba.
- ahora la joven..
Traté de despertarla pero no lo logré, suspiré levemente y abrí su chamarra, busqué centro de esta su documento y le mostré al policía.
- son menores de edad.
- mi padre se encargará de arreglar todo.
El hombre asintió devolviendo todo, Catherine se movió en el asiento mientras se acomodaba, baje el asiento para que se recostara mejor.
- parece que no dormiste anoche
Susurré bajito mientras la miraba y sonreía levemente, me quité el abrigo y la cubrí sin siquiera preguntarme el porqué de mis hechos.
Liam Stein, un puto mujeriego, cuidando a una simple mujer menor que yo y muy amargada.
Ahora que lo pensaba, parecía haber Sido obligada a madurar a temprana edad, una chica de su edad no debería ser como ella, debería tener una familia estable y que la apoyara.
Catherine Dragón Ryder, una chica de secundaria, con una personalidad muy extraña, la curiosidad me ganaba, quería saber mucho más de ella.
- Catherine~
Se movió dormida mientras se acomodaba en el pequeño asiento, su cuerpo temblaba levemente de frío. Me quité el abrigo y se lo coloqué por encima, detuve el auto a un lado de la carretera solo para buscar otro abrigo.
- Dragón, que nombre más raro .. creo que papá lo dijo antes.
Pensé en voz alta mientras me colocaba otro abrigo, suspiré levemente aliviado y volví a conducir acelerando un poco para alcanzar al señor Isaac.
Tras un par de minutos lo logré, él se había detenido a esperarnos. Volvió a conducir mientras yo lo seguía.
Habían pasado Serca de 30 minutos, estaba cansando de conducir, Catherine acababa de despertar, se estiró de manera perezosa.
- Conduce, estoy cansado.
- no sé hacerlo muy bien, puedo dañar tu lujoso auto.
- que mierda me importa si se daña, conduce mujer.
Ella me miró y asintió, detuve el auto para cambiar de puestos, miró en dónde apoyar los pies y tras un rato ya estábamos andando.
Ella era algo torpe para conducir, tuve que explicarle algunas cosas, prácticamente le estaba enseñando a conducir.
- Creí que el señor Isaac te había enseñado
- Lo hizo un hombre cuando era pequeña - no dijo más y suspiró.
Pequeña. 10, 11 o 12 años. Quien sabe, hasta pudieron ser 7. Pero ¿Por qué le enseñarían a una niña a conducir tan pronto? Había algo extraño en esta familia
“Dragón, Dragón, Dragón, mafiosos de alto rango ¿Quien diría que mi ex mujer es parte de esos mafiosos rusos?”
La voz de papá resonó en mi cabeza, recordaba eso de cuando era un crío de 6 años apenas. No sabía a qué se refería.
- oí de una mafia llamada los dragón.
No mostró impacto ni atención, solo asintió con la cabeza con toda normalidad.
- una mafia rusa si no estoy mal.
- llevas el nombre de una mafia
- ¿Insinúas que soy una mafiosa? - Rió levemente y después suspiró - mi bisabuela estaba obsesionada con dragones, le encantaba leer, era su pasión - sonrió - cuando Noemí nació le dió ese nombre y pidió que quedará como un legado, solo entre las primerisas de los Simone - sonrió - Noemí me dió el nombre a mí. Aunque no es de mi agrado.
Parecían convincentes sus palabras, la miré y suspiré levemente.
- Tu relación con tu madr...
- Noemí no es mi madre.
- ¿eres adoptada?
- me refería a que no la veo como una madre, su manera de querer es muy preferente, me odia más que a nadie, cuando nací se fué - su mirada permanecía fría - me crío solo mi padre. Esa mujer solo quería deshacerse de mi, y me lo demostró al llegar de nuevo y estar con mi padre.
- ¿Te lo demostró?
- me estaba vendiendo a una mafia, mi padre se dió cuenta, en ese tiempo era policía - suspira - no sé que sería de mi sin mi padre, si el no hubiera llegado a tiempo estaría con una mafia Italiana o Árabe, quien sabe
- de solo escuchar eso me dan escalofríos
- no es lo peor, ella tiene un hermano, Se llama Dorian - suspira - cuando cumpla la mayoría de Edad me voy a casar con él.
- ¿Dorian Simone? - asintió - ¿El dueño de una gran cantidad de empresas de Hotelería?
- Que las apariencias no te engañen - sonrió viéndome de reojo - no es tan buen hombre como lo pintan en las revistas famosas o en los periódicos a los que el mismo da el dinero para que sigan en pie.
- pero parece una buena opción - sonreí - yo tengo que buscar con quién casarme.
- tienes la opción de elegir - una gran sonrisa apareció en su rostro - buen cuerpo, buena personalidad y sobre todo mucho dinero.
- ¿quieres a un esposo adinerado?
- ¡claro que no! - rió - una gran fortuna es una gran responsabilidad, el estar con un esposo con una gran carga económica además de ser arriesgado, es poco complaciente para una relación
- ¿Poco complaciente? ¿Por qué lo dices?
- una relación debe ser unida, pero en una relación con gran carga económica los dos deben trabajar para mantenerla.
- ¿Osea que quieres una relación en la que no se trabaje?
- no, me refiero a que eso puede hacer que se descuide una relación - suspira - lo se por como son mis padres.
- ¿ te casarías conmigo? Digo, tengo que continuar el legado Stein y de por si ya es una gran carga
- ¿Me estás proponiendo matrimonio?
Me sorprendí demasiado al oírla, creo que debería explicarme mejor a la próxima vez.
- No tonta, me refiero, si llegara el caso....
Colocó su mano en mi hombro sonriendo y suspiró.
- mira, no me casaría contigo. Eres feo, demasiado orgulloso y tienes el Ego por los cielos, además de que eres un niñito malcriado que solo se interesa por su propio bienestar y por coger como conejos en celo.
- ¡Eso no es cierto! - me hacía enfurecer si manera de ser -¿Feo Yo? ¿Te has visto en un puto espejo?
- Si, eres la persona más detestable y fea que e conocido después de mi madre
- ¿Sabes una cosa? ERES IGUAL DE MOLESTA, FEA, ARROGANTE Y ENOJONA QUE TU PUTA MADRE.
se quedó en silencio, parecía pensar en que decir.
- ¿Lo dice el hijo de un mujeriego que quiere follarse a mi madre?
- ¿De qué mierda hablas mujer?
- De la puta verdad, pregúntale de donde conoce a Noemí, y que es para ella.
Me quedé en silencio, mi padre no sería capaz de meterse con una pobretona como esa, además de malhumorada y fea.