Lucero Me levanté temprano al día siguiente sintiéndome más tranquila y al mismo tiempo un poco nerviosa por la salida de hoy, igual me duché y cambié vistiendo un jean con una camiseta holgada para estar más cómoda en este clima tan caluroso de Rabat, por supuesto, no podían faltar mis zapatillas ante cualquier emergencia. Tengo entendido, por un mensaje que me había enviado Ali, que mañana llegaría a la ciudad en horas de la tarde, hasta ahora no había podido contarle nada de lo ocurrido, pero igual esperaría hasta su llegada para ponerlo al corriente de la situación, al menos me alegraba que no hubiese tardado tanto con el trabajo, pues muy a pesar de estar acompañada del señor Ahmed, Sharif y Abiud, seguía sintiéndome un poco sola y desubicada en este lugar. Una vez terminé de dar a