Lucero —Señor Ahmed, comprenda que no puedo quedarme con algo tan importante para ustedes, sería peligroso que estuviera en mis manos y más si su hijo está buscándome —dije desesperada. —Dije que no Lucero y es una orden —respondió muy serio. —Te quedarás con ese anillo y no quiero que te lo quites por nada del mundo, solo podrás entregármelo el día que te marches de aquí, hasta entonces, esa reliquia permanecerá contigo. —Abuelo ¿qué tienes pensado hacer? —pregunta Sharif quien se ve un poco conflictuado. —Mañana les comentaré con detalle, por ahora lo importante es que ustedes están a salvo y nadie los lastimará mientras estén aquí, ahora si me disculpa iré a descansar, fue un día bastante agitado. Lo vimos marcharse sin darnos tiempo a decir nada y me quedo viendo el anillo una vez