Capitulo 7

1757 Words
Capitulo 7. Años atrás. -Tú y yo mañana- le digo a Taylor entrando en su oficina, bueno irrumpiendo en ella. -¿No sabes lo que significa tocar?- niego y me siento, necesito estar cómodo. -¿Sí o no? -Hola hermana ¿como estas? Tiempo sin hablar contigo, ¿será que tienes tiempo para recibirme?- dijo imitando mi voz, es tan odiosa- eso no estaría mal. -Bah, deja de divagar. -No divago solo comento. -Mañana quiero salir, ¿porque no me acompañas?- pone los ojos en blanco, que le cuesta solo responder sin dar tantas trabas. -¿De cuándo acá tú necesitas que yo te acompañe a algún sitio? ¿Qué tramas Noah de Jesús Gordon? -No me llamo así. Y No tramo nada, solo digo que sería divertido que salgamos los dos solos… y quizás la nueva modelo de la campaña de la que me estoy encargando- alza una ceja ante mi descaro, solo se lo pido porque necesito una coartada con Amelia, ella es una celo pata. -Tienes una mujer, una hija ¿y pretendes que sea tu tapadera para estar con otra? No lo creo- ruedo los ojos, ¿porque no puedo tener una hermana que me ayude en mis cosas? -Pero tay… La puerta se abre, al parecer no soy el único que entra sin tocar, pero al contrario de su reacción conmigo mi hermana sonríe, ella al verme frunce su ceño, le sigue molestando encontrarme por todos lados, yo solo puedo sonreír, te jodes amiga. A pesar de todo sigo sintiendo cosas por ella, hay cosas que nunca podrán cambiar y ese es mi deseo por ella, y no solo hablo de lo físico, sino de la parte sentimental, es mi mejor amiga y la necesito en mi vida, necesito hablar con ella. -Hola tay pensé que estabas sola pero me puedo pasar al rato… -No becca pasa siéntate Noah ya se iba- le dice mi hermana y alzo una ceja, yo no me quiero ir, yo quiero escuchar su linda voz. -Pero si acabo de llegar- susurro. -Noah chao- suspiro cuando comprendo que no podre quedarme y me paro, me acerco a Rebeca y beso su mejilla, ella huele genial, no ha cambiado en nada. -Te extraño mucho- le susurro antes de salir, y de verdad la extraño, pero por los momentos tengo a una linda rubia con la cual pasar el rato. Actualidad. Cuando mi padre sale del sótano me permito respirar, esperando unos minutos yo también salgo, no sé qué está pasando pero de seguro mi papa es inocente, obvio él lo es, lo conozco muy bien. ¿Noelia?- me giro lentamente con miedo de que me hayan cachado con las manos en la masa y me encuentro con mi abuelo y sonrió. ¿Dime abue? Ven acompáñame a tomar el té- yo odio el té, pero no podía rechazarlo es no sería nada educado y mis padres me han enseñado unos muy buenos modales, así que lo seguí hacia la sala. Abuelo la verdad es que no me gusta mucho el té. Pues tendrás que aprender a tomarlo- me dice serio y me siento, observo que en la mesa hay tres tazas, el nota mi mirada y sonríe- Amid nos acompañara el está en… Listo abuelo, eche una meada que te sorprendes es que…- se queda en silencio observándome, y yo no puedo evitar recorrerlo, esta tan guapo- lo siento noe no sabía que estabas aquí- se disculpa- no tenias porque enterarte de cuanto orino- me rio y mi abuelo sonríe. Ahora si a tomar el té. Durante toda la hora no pude evitar mirarlo, el tampoco se cohibió, mi abuelo nos contaba sobre mi tía Taylor y mi padre de pequeños, nos reíamos de vez en cuando, mi abuelo era muy chistoso, tome una galleta y la mordí estaba buena y entonces como en los viejos tiempos el me la robo lo vi mal, pero la verdad es que no estaba para nada furiosa, más bien estaba encantada de que todavía a pesar de los años hiciera las mismas cosas, como si el tiempo nunca hubiese pasado. -Hay como 20 galletas en la mesa y tú te decides por la mía. -La tuya se veía más rica- se excusa y se la come toda. -No veo la diferencia. -Tus babas la hacen más rica- mi abuelo ríe mientras yo pongo cara de asco, no debería de decirme esas cosas, no cuando trato de sacarlo de mi sistema y no pensar más en el. Cuando el abuelo decidió que había sido suficiente relajo para él y que tenía que trabajar se fue dejándonos solos, Amid se acerco peligrosamente, su piel morena hacia contraste con la mía, sus ojos verdes chocaban con los míos azules, éramos tan distintos pero a la vez tan iguales, acaricia mi mejilla y mi piel se eriza por la anticipación, porque aunque lo negara yo lo quería cerca lo necesitaba, seguía igual de enamorada de el que hace años y eso era del asco, de verdad era patética -Te he extrañado mucho bonita- murmura y deja un beso en mi mejilla- pero debo de irme, si necesitas algo llámame. Y yo sí que necesitaba algo, necesitaba con urgencia que apagara el fuego que había encendido en mí, pero al parecer el no sabía lo que había ocasionado o se hacía el loco para no darle rienda suelta a todo lo que sentíamos, porque quizás yo estaba loca pero sabía que muy dentro de el también sentía cosas por mi. Luego de que Amid se fuera mi celular sonó, lo tome y era una llamada de un numero que no tenia registrado pero era de aquí, con desconfianza respondí, nunca me gustaban que me llamaran desconocidos nunca se sabe para que lo hacen, y la mayoría de ellas estaban hechas con mala intención. ¿Hola? Hola, por favor con Noelia- es una voz dulce y alzo una ceja. Con ella hablas, ¿Quién es? Oh hola noe, no reconocí tu voz es Adhara tu prima la hija de…- la corto obviamente sé quién es. Si se quién eres cariño, ¿Qué deseas? Mis hermanas y yo queremos que vengas esta noche para una pijamada, Minnie estaría encantada de verte. Claro que iré, tu solo dime la hora, a mí también me gustaría verlas. Tía Taylor y tío Amir no se habían tomado un respiro tenían cuatro hijas, luego de Amid que era el mayor se encontraba Adhara Vanesa Garnet Gordon ella tenía 12 años y era una copia de mi tío, era una chica muy tierna y algo inocente. Luego venían las gemelas Aida Elaine y Anisa Elayne Garnet Gordon de 10 años, ambas eran niñas geniales tenía entendido que siempre donaban sus juguetes viejos, ellas eran una combinación, morenas con los ojos azules de mi tia y todos sus rasgos no podían ser mas ingleses, y luego estaba la chiquita de la casa Amber Minnie de 8 años ella era la más parecida a mi tía de todas, era rubia de ojos azules como mi tía parecía una muñequita. Luego de pedir permiso fui a arreglarme, extrañaba a Adriana y Mateo una vez a la semana teníamos una noche de películas en donde lo menos que hacíamos era ver la película que elegíamos, hablábamos de todo y luego nos quedábamos dormidos, me visto de manera rápida y luego tomo una mochila en donde guardo algunas cosas como mi cepillo de dientes mi pijama y ropa para el día siguiente, cuando me siento lista bajo a la sala en donde se encuentra mi padre. -Te estaba esperando- me informa- tu madre me dijo que irías a pasar la noche con tus primas. -Si Adhara me llamo, pensé que estaría bien ir, ya que bueno me siento algo sola acá. -Te entiendo- murmura y se para- solo que no creo que vayas a entablar una gran relación con tus primas, ellas son pequeñas, y tu estas acostumbrada a otro estilo de vida, uno más movido- habla como si fuera la reina de la fiesta, y la verdad es que ellos me tenían un poco sometida, pero es verdad, yo tengo 18 y ellas no pasan de los 12. -Lo sé papa, no es como si pensara hacerme las mejores amigas, solo son mis primas y está bien compartir con ellas, nunca lo hemos hecho. -Podrías arreglar una salida con Amid y Kate- ruedo los ojos, Katherine no me agrada, de niñas ella siempre era una odiosa que andaba encima de Amid, cuando venia ella siempre trataba de abarcar toda su atención y me hacía sentir desplazada. -No quiero. -Tu solo piénsalo- se que el veía oportunidades en dónde yo veía problemas. Al llegar a casa de mi tía Taylor me sentía algo nerviosa, no me gustaba pasar la noche en casas desconocidas nunca podía conciliar el sueño de una manera normal cuando no estaba en mi casa, en la única casa que podía dormir bien era en la de mis tíos Andrés y Marian y eso porque dormía con Adriana y bueno era como una segunda casa para mí, aveces pasaba más tiempo con ellos que con mis padres. Me daba un poco de miedo dormir en una casa tan grande, estos últimos días no había dormido muy bien aun no me acostumbraba a mi nueva cama, extrañaba el ruido de Madrid necesitaba poder bajar las escaleras y estar en el centro tener todo cerca, tener a mi mejor amiga solo a unas cuadras de distancia, ¿Qué será de la vida de la pequeña rosita? Me bajo del auto y mi padre me sigue, me toma del brazo y deja un beso en mi mejilla, no evito abrazarlo, mi padre es el mejor, se que solo desea lo mejor para mi, papa es mi héroe, y todos esos pensamientos locos y teorías que he creado en mi mente no son ciertas, no pueden ser las. Te quiero mucho muñeca- sonrió y lo abrazo más fuerte, porque yo amaba a mi padre, el era mi todo, y no podía vivir sin el a mi lado. Y yo a ti papi, solo no actúes como un idiota- se que esta sonriendo y cuando me alejo el solo suspira, se que a él tampoco le agrada la idea de que duerma tan lejos de él. Cuídate, vengo por ti cuando me llames- asiento y sé que él nunca faltaría a su palabra, se que con un solo repique en su teléfono lo tendría salvandome la espalda.
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