Capitulo 4.
Me pongo un vestido azul y me peino a la perfección, estoy muy nerviosa, la última vez las cosas no salieron muy bien, aunque no me gusta recordar mucho se que debo de hacerlo y dejar atrás todas esas cosas que me duelen.
Yo estaba realmente enamorada de Amid Garnet, siempre lo estuve, no recuerdo muy bien como pasaron las cosas pero un día note lo mucho que me gustaba, era el único chico que me hacía sentir bonita y especial, el es un año mayor y muy apuesto se parece mucho al tío Amir y mi tio es el tipo más guapo del mundo.
-¿Estás lista?- me pregunta mama y asiento.
-Si ya vamos.
Cuando tenía 5 estaba completamente enamorada de Amid pero casi nunca nos veíamos, paso el tiempo y cada vez se hacía más profundo este sentimiento hasta que hace dos años todo exploto, lo había aceptado, yo sabía que él me gustaba mucho pero también sabía que era mi primo y no podía hacer nada para que eso cambiara, así que mis sentimientos estaban reprimidos. Un día un niño se metió conmigo en la escuela y yo no lo aguante, estaba sola sin Mateo y sin Adriana así que llore, a la única persona que pude llamar fue a él, por alguna razón necesitaba escuchar su voz, necesitaba sentirlo cerca.
Me dijo que vendría peor no le creí, el solo tenía 15 años como para parecerse como si nada en España, no lo creí, y me fui a casa de Adriana a contarle mis problemas, pero cuando llegue, aun recuerdo ese momento, y no puedo evitar sonreír.
´´Cuando entre a mi casa, me sorprendí al verlo sentado como si nada, estaba concentrado en la televisión y al verme alzo una ceja.
-¿Acaso no piensas saludar?- me pregunta y aun estoy sin palabras- venga bonita salúdame, no he hecho todo este viaje para que me ignores.
Y en ese momento salte a sus brazos aunque sabía que él no sentía lo mismo que yo me era imposible resistirme, no cuando había viajado tanto solo para verme a mí, a mí, a esa chica insignificante. ´´
Fue el mejor día de mi vida, sentía que él me quería de otra manera, pero entonces dos días después exploto la bomba, una de mis amigas le dijo a Amid que yo estaba enamorada de él, cuando me enfrento no pude negarlo, no podía seguir luchando contra la corriente él se asusto, me dijo que yo era su prima que debía de entender que eso estaba mal, y luego se marcho desde ese día no supe nada mas de Amid, y tengo que admitirlo aun me duele, el no debió de huir, el se tenía que quedar y asumir las cosas tenía que aceptar lo que estaba pasando, tenía que ayudarme a salir de ese embrollo mostrarme que lo que sentía no era real, pero no el me dejo.
-Mi amor lo que paso hace un rato…
-Si no quieres hablar de eso no lo hagas- le digo a mi papa y el asiente y besa mi mejilla.
-Sabes que eres mi princesa ¿no?- asiento y el sonríe- te quiero mucho mi amor.
-Y yo a ti papa.
El trayecto a casa de mi tía tay fue rápido la casa no estaba tan lejos, mi tía tenía una vida soñada, una casa grande un esposo que la amaba unos suegros con los que se llevaba de maravilla, sus hijos eran geniales, y aunque Amid no fuera su hijo de sangre lo trataba como tal, no sabía nada de la madre de Amid, eso era un misterio, al menos para mí, la verdad es que mi tía nunca saca ese tema a relucir.
-¿Y a mí no me quieres?- me pregunta mi madre y le sonrió.
-También te quiero mama, los quiero a todos- menciono viendo a mi abuelo al volante el cual sonríe.
´´De: Adri.
Cuéntamelo todo´´
´´Para: Adri.
Voy a la casa de mi tía Taylor, no sabes lo nerviosa que estoy, ojala el no esté allí, de lo otro, no sé muy bien, pero creo que mis padres me esconden algo, lo único que sé es que el chico es hijo de Rebeca´´
´´De: Adri.
Se parece mucho a ti´´
´´Para: Adri.
Yo también lo note.´´
Estamos en el portón de la mansión Garnet esperando que nos abran y mis nervios crecen mis padres no saben que paso con Amid, ellos solo saben que un día se fue de casa y ya, tampoco es como si les importara mucho simplemente se despidieron de él y no hicieron preguntas.
Como ya había dicho la casa de los Garnet es hermosa, toda una mansión pero es lógico que tengan semejante casa los padres de mi tío Amir son millonarios, tienen varias empresas alrededor del mundo y una de ellas es en donde trabaja mi padre, es de publicidad y es muy reconocida, la tía Taylor por su lado tiene una escuela de arte muy famosa en Londres aceptan niños desde 5 años, están especializados en arte y no solo pintar y dibujar si no, el canto y el baile también, le va muy bien.
-Amelia no quiero peleas esta vez- le dice mi padre a mi madre y ella gruñe, se podría decir que no se lleva muy bien con mi tía.
-Cállate Noah- rio por lo bajo y mi abuelo pone los ojos en blanco.
-Si que están locos- me dice al oído y rio.
-Eso que aun no has visto nada.
La puerta de la casa se abre y revela a mi tía Taylor, ella es hermosa, rubia con buen cuerpo y sus ojos azules aunque la mayoría dice que son iguales a los míos no lo creo, los de ella tienen una chispa que no sabía describir, esta hermosísima en un vestido blanco ajustado a sus curvas, entiendo porque mi tío se enamoro de ella, es lógico, mi tía es de esas chicas que podría tener a cualquiera a sus pies, no como yo que solo soy una rubia mas, sosa y aburrida, cabe destacar.
-Aayyy mi Noah- chilla mi tía y corre a abrazar a mi papa, el cual la recibe de mala gana, mi papa no es el más carismático de la familia.
-Ya apártate Taylor, actúas como si tuviéramos años sin vernos- mi tía se aparta y le da un beso en la mejilla.
-No idiota pero ahora estas aquí, y te quedaras eso es fabuloso- lo vuelve a abrazar y el gruñe luego se aparta y se me acerca- estas lindísima Noelia.
Mi tía me abraza y aunque quisiera decirle que no estoy lindísima que no me mienta me ahorro mis comentarios se que lo de comportarse no iba solo con mi madre si no también conmigo, ya saben papa cree que me estoy volviendo una rebelde, y yo solo pienso que ahora no puedo dejar de decir lo que pienso, me parece realmente injusto que me regañen por eso, tengo 18 y me tratan como si tuviera 13.
-Gracias tía.
Luego de que saluda a mi abuelo y a mi madre nos invita a pasar, siempre me ha gustado esta casa, me parece de lo más linda aunque en los últimos años ha tenido algunas remodelaciones, mi tía nos guía a la sala de estar en donde las chicas de servicio están poniendo galletas tortas y te, y bueno también hay café y no evito sonreír, no soy muy amante del té, siempre he preferido el café, Amid decía que parecía americana, para mi es mas la costumbre de Andrés y Marian.
-Los chicas están en casa de una de mis amigas, y Amid debe de estar en su cuarto, aunque nunca se entera de nada- rueda los ojos- cada día está un poquito más rebelde y ahora…
-Mama puedo…- esa voz.
Volteo de manera automática y ahí está el, esta vestido con un pantalón azul oscuro y una camisa blanca, en su mano esta su celular y su cabello está un poco revuelto, sus ojos parecen sorprendidos, su semblante es distinto, no es como yo lo recordaba ahora parece más maduro. Bueno tengo que admitir que yo también he cambiado hace cuatro años estaba en pleno desarrollo ahora ya no tengo granos, y me han salido una que otra curva, nada espectacular no se emocionen.
-¿Noe?- pregunta totalmente sorprendido y asiento.
-Hola Amid- mi tía parece sorprendida, nunca había sido tan seca con él, siempre me había lanzado a sus brazos, siempre le había dicho bonito, pero hoy no, estaba aquí pero no había venido por él, el me había dejado las cosas claras hace dos años y yo no me sentía suficiente para luchar por él.
-Estas… bellísima- murmura y se acerca- tenia tanto tiempo sin verte…
-Cuatro años- murmuro y el asiente.
-Si cuatro años- susurra- tu de verdad te ves muy bien bonita, yo…
-¿No piensas saludar a los demás?- lo reprende mi tía y el asiente de manera rápida.
-Claro mama.
Pero aunque estaba saludando a los otros sus ojos no se apartaban de mi, tenía unas inmensas ganas de salir corriendo y abrazarlo, de decirle que todo estaba bien, que no se sintiera mal que ya no me gustaba, que solo había sido un encaprichamiento de niña, pero no podía, no podía hacerlo, porque aunque lo negara yo seguía total e irremediablemente perdida por él.
Aunque sonara estúpido así era, ningún otro chico me había gustado y cuando alguno por casualidad se me acercaba lo comparaba con Amid y todo se iba al trasto porque ninguno era él, ninguno me hacía sentir como lo hacía Amid Garnet.
-¿Qué paso campeón?- dice mi padre al saludarlo y él le sonríe.
-Hola tío tiempo sin verte.
-Si ya no nos quieres visitar- el parece apenado y muerde su labio inferior.
-He estado muy ocupado con las clases.
Pero él sabe que es mentira, yo lo sé, todos lo sabemos pero nadie habla, para todos de seguro somos una familia perfecta, pero no lo somos nunca lo hemos sido, ellos ignoran completamente porque nos alejamos de seguro piensan que ya no nos llevamos bien, que crecimos, que cambiamos, pero no ese no es el problema el problema es mucho más grande y ellos no serian capaces de afrontarlo.
Mis padres nunca se imaginarían que me gusta Amid Garnet, pero ese era nuestro secreto y nunca se lo diría a nadie más, estaba bien viéndolo desde lejos, estaba muy bien estando lejos de el y no cambiaria eso.