CAÍDA VEINTIUNA “Creí que estarías feliz por Salir de la casa”, dijo Héctor al estacionar la pick up. “Créeme, lo estoy, pero no soporto a estas chicas”, dijo Patty haciendo un gesto de disgusto al ver al edificio. “¿Y eso por qué?” “Son una perras, estúpidas, superficiales, malignas, iletradas, no valen nada, lentas, flojas. ¿Ya mencioné perras?” “Héctor aguantó una sonrisa. “Así que… ¿no te gustan mucho?” bromeó. “No”. “Está bien, vamos a buscar tus cosas”. El edificio tenía un logo gigantesco que decía Chicas Posters, con una Chica Poster en neón en una pose provocativa. Era por la tarde, pero aún alumbraba todo alrededor con un color rosado. Eso debía haber vuelto loco a un par de vecinos. Parpadeando, parpadeando, parpadeando, constantemente. En realidad el sitio parecía agra