CAÍDA QUINCE Tenía 500 euros en el banco, gastó 400 en suministros médicos y bolsas intravenosas con nutrientes, más una visita casera del Mechdoc. El hombre la manipuló como si fuese un pedazo de carne. Atendió el sangrado interno y reparó la costilla rota, luego hizo más pruebas, tenía un pequeño equipo de enfermería que era llevado por un ente autónomo con cuatro patas… ¿Una mula era la palabra correcta? El tipo de calidad del ejército, definitivamente. Se movía como una bestia de carga, como si estuviera viva pero no tenía cabeza. “Doctor, no le puedo pagar por esto ahora mismo. Aún no he cobrado un carajo por ella y está completamente desmayada. “No se preocupe señor Troy”, dijo el Mechdoc mientras analizaba su sangre con su laboratorio portátil. “Usted es un comerciante respeta