Su mirada me estaba quemando y yo me derretía segundo a segundo. Cuando James se ofreció para ir a buscar un trago él se acercó.
-Pequeña Amalia, estas impactante- Me dijo al oído para después dejarme un beso tan cerca de la comisura de mis labios que todo su aroma me intoxico dejándome en un limbo de sensaciones.
-Gracias señor Grey, usted también está muy bien- Aunque creo me estaba quedando corta.
-Cuando vas a dejar de llamarme señor? - Me pregunto mientras me sonreía.
-No creo que dejé de hacerlo, marca una distancia entre ambos- Le dije tratando de sostenerle la mirada.
-Y qué pasa si yo no quiero que haya distancia entre nosotros? - Acaso escuche bien? ¿Porque me dice estas cosas? Justo cuando quise balbucear algo James se nos unió para salvarme.
-James! Tanto tiempo sin vernos, te he echado mucho de menos. ¿Cuándo has vuelto? - Le dijo Nicholas saludando a su amigo.
-También te he echado de menos Nick- Le palmea la espalda mientras se abrazan y yo solo los observo mientras bebo- Llegue hoy por la mañana. ¿Y tú? Me han dicho que has dejado Londres para quedarte aquí.
-Si bueno tuve que hacerme cargo del estudio de mi padre asique estaré aquí por un largo tiempo- Me mira cuando dice eso.
-Me alegra entonces así volveremos a vernos como en los viejos tiempos- Nicholas sonríe y asiente- Pero ahora si me disculpas tendremos que ponernos al día en un momento porque le prometí a esta bella dama que tengo al lado un baile.
Nicholas tensa su mandíbula y me mira con esos ojos que emanan fuego y yo solo puedo sonreír. James toma mi mano y nos dirigimos a la pista de baile ante la atenta mirada de mi hermano y la furiosa mirada del señor Grey. No voy a negar que una parte pequeñita de mi lo está disfrutando, pero aun la intriga de no saber porque hace lo que hace me inunda. ¿Será consiente de que está jugando con fuego? Porque si en algún momento mi hermano llegara a sospechar algo se le va a olvidar que es su amigo. Yo soy consciente que esto es un juego para el pero no sé porque lo quiere jugar conmigo si tiene a la mujer que quiere, ya lo comprobé de hecho al verlo con dos diferentes.
-En que tanto piensas Amalia? - James me saca de mis pensamientos.
-En nada en particular, solo estoy disfrutando el momento- Lo miro divertida cuando noto que hay algunas mujeres que no le quitan la mirada de encima. Es que James es un muy lindo hombre, siempre el junto a mi hermano y Nicholas antes de irse conquistaban a cualquier chica que querían. Luego con el pasar de los años mi hermano se enamoró de Molly y James se volvió muy reservado con su vida privada.
-De estar bailando conmigo? - Me mira divertido.
-Si también y el hecho de que hay varias mujeres que me están quemando con la mirada por estar aquí contigo- Él se ríe.
-Entonces debo decir que es mutuo porque ya eh observado a un par de caballeros desnudarte con la mirada Amalia- Lo miro asombrada- No quiero tener que ponerme en modo protector como tu hermano asique te voy a tener vigilada.
-No seas exagerado, no creo que sea así.
-Lo es, inclusive Nicholas no te ha quitado la mirada de encima- Yo lo miro y se dio cuenta de mi cara de sorpresa- Y voy a pensar que es porque esta tan asombrado como yo de verte tan adulta.
-Nada que ver y no te preocupes, no me cae bien y el solo se burla de mi como “la hermanita pequeña de Thomas”- Hago un gesto como de ofendida y él se ríe.
La canción termina y él se va a saludar a algunos amigos y yo a comer algo. La fiesta es espectacular y observo a mi hermano bailar con su novia y me siento tan feliz de verlo tan enamorado, saber que en cualquier momento le va a pedir matrimonio me pone tan contenta por él.
También veo a Nicholas bailar con una mujer y cuando se dio cuenta que lo estaba observando el me sonrío mientras apretaba el agarre sobre su cintura.
Maldito bastardo.
No sé qué quiere lograr con todo esto, pero en la misma medida que me siento atraída por el también siento que debo mantenerme alejada. Y es lo que debo hacer, no quiero problemas no estoy para eso.
La fiesta estaba a pleno con la gente disfrutando, ya era cerca de la media noche cuando trajeron el pastel para cantarle el feliz cumpleaños a mi hermano. Él se emocionó y agradeció a todos por haber concurrido y justo cuando iba a agradecerle a Molly por haber organizado todo, me miro y me guiño el ojo entonces ahí supe que era el momento, que lo iba a hacer. Las lágrimas y la emoción se apoderaron de mí. Finalmente lo iba a hacer porque cuando se puso de rodillas todo el lugar fue testigo de un silencio de asombro en los presentes.
-Molly, mi amor no tengo palabras que alcancen para agradecerte por esta fiesta y por todo lo que haces cada día de mi vida. Supe desde el día que te vi por primera vez que yo solo iba a ser un hombre completo si te tenia a mi lado- No puedo más de la emoción de verlos- Estas en todos los momentos, los buenos y los malos. Y no me imagino a nadie más que a ti a mi lado hasta que seamos muy muy viejitos asique ¿amor de mi vida aceptarías casarte conmigo?
Lo veo sacar la cajita con el anillo y al igual que yo Molly es un mar de lágrimas. Ella lo mira con tanto amor que es imposible no emocionarse.
-Mi amor, yo... no me lo esperaba… ¡si claro que sí! - ella se abalanza sobre el besándolo mientras caen al piso. Todos nos reímos y les sacamos fotos del momento.
-No saben lo feliz que soy en este momento por ustedes- Los abrazo a los dos- Realmente me están dejando la vara muy alta.
-Hermosa, ¿ni hace falta que te diga que vas a ser mi dama de honor verdad? - Me dice Molly
-Por supuesto que es un honor para mí y déjame decirte hermosísimo añillo- Le guiño un ojo a mi hermano, él se ríe y me tira un beso.
-Lo ayudaste cierto? - Pregunta Molly sonriéndole a mi hermano.
-Ambas sabemos que no sabe de joyas- Mi hermano se hace el ofendido y nosotras reímos.
Después de nuestro breve momento los primeros en acercarse a saludar a la feliz pareja son James y Nicholas. Yo me disculpo y me dirijo al baño.
Cuando salgo él estaba ahí y yo internamente maldije por su insistencia.
-Acaso me está siguiendo señor Grey? - El niega con la cabeza mientras sonríe arrogantemente.
-Y que si lo hiciera? - Me reta con la mirada.
-Pues debería dejar de hacerlo, no va a conseguir nada con eso-No dejo de mirarlo a esos hermosos ojos que van entre el azul y el celeste, mientras que él va acercándose a mi hasta acorralarme contra la pared.
-El problema es pequeña Amalia que no se si pueda o quiera en todo caso- Me dice casi en un susurro electrizando cada parte de mi cuerpo, dejándome completamente indefensa ante él y su toque. Cuando quise volver a la realidad el me tomo de la cintura pegándome a el- Y creo que tú tampoco quieres.
Su mano libre acaricio la piel desnuda de mis brazos haciendo su camino hasta llegar a mi clavícula y mi cuello. Yo me estaba muriendo literal ante la suavidad de sus caricias, pero me contenía y veía que el también. Lo veía en su mirada porque si hubiera querido podría haberme tomado ahí mismo.
Y justo cuando algo más habría podido pasar su teléfono sonó. Ambos nos miramos y cuando el atendió yo aproveche mi oportunidad para irme.
Me despedí de mi hermano, de Molly y de James y salí en busca de un taxi. James se ofreció a llevarme, pero me negué asique solo me acompaño hasta la puerta. Si hubiera podido salir corriendo lo hubiera hecho.
Es algo que no hubiera servido de mucho porque vivimos en el mismo edificio, no me voy a poder esconder de él por siempre.
Lo único que imploraba era que no decida venir a mi departamento porque mi fuerza de voluntad no era tan grande en este momento.