Regresé a la casa en contra de mi voluntad, no quería hacerlo, la noche anterior apenas pude conciliar el sueño cerca de la madrugada, caminé por toda la casa, me sentía inquieta por lo que había pasado con Warren, aún sentía sus manos encima de mi piel y sus labios en mi cuello, el cosquilleo en mi vientre volvía. Regresaba con Michelle y me recostaba en la cama, luego me sentía inquieta y volvía a levantarme a caminar hasta que estaba más tranquila y volvía a la cama hasta que finalmente me quedé dormida. Por la mañana regresamos a la casa y llevé a Michelle directamente a sus clases, por suerte Warren no estaba en la casa, él trabajaba todo el tiempo, fui a mi dormitorio, no quería ver a nadie, me sentía expuesta como si en cualquier momento Sarita fuera a decirme “Lo sé, te besaste