Evelyn (Saga Inmortal Libro 2)

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― ¡Evelyn! ― Sam corre hasta donde la muchacha se encuentra arrodillada, observa el cuerpo del niño y luego la sangre derramada en la nieve ― ¿Qué pasó? ¿Qué hiciste?

― ¡Nada! No hice nada, por favor, llévatelo ― suelta el cuerpo alejándose arrastrándose hacia atrás mientras desvía la mirada, ver al chiquillo descompone a cualquiera especialmente por la b********d con la que lo han tratado.

El joven se acuclilla junto al niño, observa compungido los moretones sobre la piel hasta llegar al abdomen donde puede verse la herida que ha cicatrizado dejando una marca visible y horrible y deduce que ha sido obra de las habilidades de la vampira lo que ha provocado que sanara tan rápidamente, desgraciadamente el niño ha fallecido, no hay pulso bajo el tacto de Sam y eso le comprime el rostro en una mueca de pesar y tristeza, no es común ver a niños morir de esta forma ya que para los vampiros realmente es útil entrenarlos y educarlos siendo pequeños –una vez han sido adoptados o comprados y demás-, entonces, ¿Quién haría algo así? ¿Quién tendría tanta maldad como para llevar a cabo semejante acto? Hasta los vampiros tienen aprecio por sus propios hijos o por otros niños pero este caso es diferente...

― Está muerto ― observa a la chica.

― Tardé demasiado ― niega y solloza Evelyn cubriendo su rostro ― Me dejé nublar por el aroma y no pude reaccionar a tiempo, tal vez podría haberlo salvado y...

― ¡Ev, tranquilízate! ― Sam abraza a la joven quien solloza sin parar odiándose por haber reaccionado de manera tan primaria. ― No es tu culpa, no podría haber sobrevivido después de perder tanta sangre, ¿Si? Lo intentaste, eso es lo bueno. ― suspira.

― ¿Lo bueno? ― lo observa quedando cara a cara, cerca, tal vez muy cerca.

― A pesar de que eres inmortal, vampiro, mestiza... Sigues siendo humana, sigues pensando en los demás, sigues intentando ser amiga de todos, sigues teniendo corazón. ― le sonríe con aprecio ― Cualquier otro vampiro hubiera seguido de largo o bebido la sangre o acabado con el niño de forma fría.

― Ya establecimos que Evelyn es diferente, ahora hazme el favor de soltar a mi prometida ― la voz de Ivoh los sobresalta.

― ¿Celos, colmillos? ― pregunta elevando una ceja ― ¿Dónde estabas cuando tu prometida necesitaba ayuda? ― enfatiza la palabra "prometida".

― Cavando tu tumba ― responde molesto y serio, el lobo saca lo peor de él.

― Ya, no peleen, por favor ― la pelinegra se pone de pie acercándose a su vampiro ― Lo siento, no pude... hacer nada...

― ¿Quién es? ¿Qué ha ocurrido? ― Draco aparece ante todos exaltado y su rostro se contrae al descubrir lo sucedido ― El aroma a sangre impregna el lugar, llega hasta la mansión e incluso los sirvientes que han sido convertidos recientemente están algo alborotados, es una real mierda.

― ¿Los has dejado solos? ― Ivoh lo observa.

― Aléh se ha encargado de sedarlos pero sigue estando el malestar presente ― responde Calendra entrando en la escena sin querer ver el cuerpo del niño, para ella que ha perdido a su familia la afecta de otra manera.

― No tengo idea de quién es, volvía de la villa cuando me llamó la atención el aroma y vine hasta aquí ― Eve oculta su rostro entre sus manos ― ¡Tarde demasiado en sanarlo! Es que la sed me nubló, no pude evitar transformarme y eso es... ― aprieta los labios, realmente está decepcionada de sí misma y odia lo que ha ocurrido con ella, ¿Cómo podrá ayudar a los demás Parias si ella misma pierde el control?

― Calma, apenas llevas un año como vampiro y está en tus genes ser impulsiva y dejarte llevar por el instinto, no seas tan dura contigo misma ― el inmortal la abraza ― Ten por seguro que el pequeño no hubiera sobrevivido, por lo que al menos, sus padres podrán sepultarlo dignamente.

― De acuerdo ― asiente suspirando pero no sintiéndose mejor, tardará un poco en recomponerse.

― ¿Aún tienes sed? ― Pregunta viéndola serio, intuye que parte de la incomodidad y la confusión que está sintiendo su compañera es provocada por ese aspecto.

― Algo, bebí de mi misma para no perder la calma ― suspira mostrando su brazo y las marcas rojizas en su piel, parecen haber sido hechas por alguien que se encontraba desesperado y eso no es usual en ella.

― Debes ser cuidadosa, puedes hacerte daño seriamente y puedes comprobar que las mordidas al azar y duras cicatrizan lento ― explica Calendra.

Mientras los compañeros de Sam llegan a la escena de la sangrienta muerte y los Coll hablan sobre lo que podría haber sucedido especulando y haciendo preguntas no notan que desde una distancia considerable son observados por un extraño y misterioso ser que sonríe encantado con lo que ve, su atención se desvía y se centra en Ivoh, ciertamente se ve fuerte y cambiado desde la última vez que lo tuvo frente a frente y eso le causa una diversión atroz y retorcida; nuevamente sus orbes azules se desvían para centrarse esta vez en la pelinegra mestiza que lo acompaña, saber que es su prometida le brinda un sinfín de ideas para ejecutar y las ansias de conocerla surgen, ¿Quién lo diría?

― Pero que interesante ha resultado volver ― sonríe mostrando sus colmillos. Eve por su parte voltea en su dirección aunque no puede verlo ni captarlo con claridad, parece sentir algo... ― Y puedes percibirme, mira nada más si serás peculiar niña.

Ivoh toma la mano de su prometida y se encaminan de regreso a la mansión dejando el trabajo de reconocimiento a los lobos ya que es su jurisdicción, Sam por su parte se mantiene viéndolos partir preocupado por el estado emocional de la chica y aunque sabe que no debe entrometerse y que ella se encuentra en buenas manos no puede evitarlo, tal vez toma demasiado en serio la amistad que mantiene con Evelyn –a pesar de que los suyos le hayan dejado en claro que no debe ser así, ya que la rivalidad entre las especies existirá eternamente-.

― Tienes que dejarla, no puedes tenerla ― Jackson reprende a su hermano, no quiere verlo perder la cabeza por una mujer que jamás va a verlo de la misma manera.

― Es mi amiga, no tiene nada que ver con lo que piensas ― responde el chico.

― ¿Seguro? Porque yo te veo particularmente pendiente de la mestiza, muy "interesado" en su bienestar ― masculla por lo bajo, no desea que su padre sepa algo al respecto.

― Como te he dicho, somos amigos, ella alguna vez fue humana y me enseñó cosas importantes sobre mí que ni yo notaba ― niega ― Ella es importante para mí, sí, pero no estoy enamorado puedes estar tranquilo.

La conversación entre los hijos del alfa cesa en cuanto este se acerca a ellos viendo el c*****r envuelto en una tela mientras es cargado para llevarlo a reconocimiento. Actualmente las desapariciones de humanos se mantienen en un sistema de búsqueda para asegurarse que no son hechos ilegales o realizados al azar por algún convertido que ya ha perdido la razón y debe ser atrapado y posteriormente aniquilado.

― Parece que habrá una celebración en unos días, esperan por nuestra presencia ― comenta Draco viendo a los lobos marcharse.

― Tendremos que estar allí entonces, cargamos con las responsabilidades de nuestro padre y Evelyn tiene que verse interesada en el tema si quiere resultados a favor de los Parias. ― agrega Calendra sonriéndole a su amiga.

― ¿Qué se celebra? ― pregunta la pelinegra perdida en sus pensamientos pero tratando de no aparentarlo.

― Aun no se sabe, no se ha notificado nada en las invitaciones ― responde Draco viéndose de reojo con su hermano, no pueden esperar que sea una buena noticia solamente pues cuando los anuncios no son claros algo traen detrás.

Lejos de allí cierto mestizo corre entre los árboles persiguiendo a lo que será su siguiente presa, Milo está a punto de lanzarse sobre su presa cuando se detiene en seco; cierra los ojos pudiendo sentir el malestar de su hermana y el olor a sangre llaga hasta donde él se encuentra, frunce el ceño confundido, está seguro de que Sophie no bebería de un humano, al menos en una caza pero las posibilidades son infinitas por lo que cambia el rumbo de su carrera y se dirige a la mansión de aquella familia a la que no soporta pero a la que le debe la felicidad de su hermana.