Cuando la incomodidad se hace presente

1416 Words

El Emperador Heng no cabía en su felicidad en el momento en que el señor Len, jefe de los curanderos del palacio, quien estaba a cargo del caso del príncipe Shun, por fin había dado luz verde al comienzo de la recuperación de su amado hijo heredero. Él había desayunado solo en su recámara y al salir la buena noticia le había caído de perlas. Una sonrisa plena se había dibujado en su rostro y su pecho se henchía de una felicidad que poco a poco volvía a su cuerpo; hacía muchos días que no lograba sentir tanto bienestar, pero no era para más, ya que el saber que sus tres hijos estaban con vida le daba la fuerza que tras el fallecimiento de su amada había dado por perdida. Heng no dudó en ir a buscar a sus amados hijos para compartirles esa buena nueva. Caminó lo más aprisa que pudo, pasó p

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