A la mañana siguiente, Daniel levantó muy temprano a Katherine y la apresuro para que se preparara. _ Ya es tarde, debes darte prisa. Katherine se apresuró a cambiarse y le dijo. _ Aun no he desayunado. _ No tienes tiempo para eso o llegaras tarde. Daniel tomo la mano de Katherine y la arrastro con él hasta una enorme habitación, en la que había muchos jóvenes estaban entrenando con distintas armas; todos parecían ser realmente buenos, sus movimientos eran ágiles, rápidos y precisos. Daniel se acercó a un hombre de mediana edad, alto y musculoso, con una expresión de pocos amigos. _ Katherine él es Garen, el instructor a cargo de este lugar. Garen se quedó mirándome de arriba abajo y dijo. _ ¿Quién es esta niña? _ Es mi esposa. _ ¡¿Qué?!, ¡¿Desde cuando estás casado?!