Ellos estuvieron caminando durante un rato por el jardín sin decir una palabra, Katherine aún se sentía un poco incómoda al estar a solas con Daniel, por lo que había pasado en la mañana pero había muchas cosas que quería preguntarle, mientras iban caminando él le preguntó. _ ¿Cómo está tu espalda? _ Ha... estoy bien, una de las criadas revisó mis heridas y ha dicho que ya no había necesidad de vendarlas, que solo tenía unas leves cicatrices _ Me alegro. _ ¿Que fue la medicina que me diste?, Es imposible que mis heridas hayan sanado tan rápido _ Eso es un secreto. _ ¿Así cómo te libraste de las cadenas en el calabozo? _ Si... _ ¿Tienes más secretos que aún no me has contado? _ Hum.. quizá. Daniel siempre hacía lo mismo evitaba sus preguntas con respuestas vagas y por más que ella