Katherine estaba sumamente enfadada con Daniel por lo que había pasado esa mañana y seguía sin dirigirle la palabra, ese día no hicieron ninguna parada para descansar y llegaron a Bratis al mediodía tal y como Daniel lo había previsto. Calum y Katherine se quedaron con la boca abierta al ver la ciudad, sin duda alguna nunca habían visto un lugar como aquel, desde donde estaba se podía ver el mar, el puerto y la ciudad, la cual era inmensa. A medida que se iban adentrando en la ciudad se podían ver las calles atestadas de gente, lo cual hacía que su marcha fuera realmente lenta, eso era algo que Daniel odiaba de Bratis, ya que para trasladarte de un lugar a otro era un verdadero martirio. Katherine salió del fondo de la carreta para poder ver mejor la ciudad, ella estaba realmente encanta