El portal de las razas

Capítulo 4: La visita de las etnias de la región

Al seguir explorando el baúl, Isabella y Gabriel encontraron una fotografía en la que Loana III sostenía el medallón en sus manos, pero esta vez el amuleto tenía un grabado adicional: un símbolo enigmático que nunca antes habían visto.

Intrigados por el nuevo símbolo, Isabella y Gabriel regresaron a los diarios para buscar pistas. Fue entonces cuando encontraron una referencia a ese símbolo en el diario de Loana IX, la antepenúltima Loana. Según sus escritos, el símbolo estaba relacionado con un antiguo linaje de guardianes ancestrales que habían protegido el medallón a lo largo de los siglos.

El descubrimiento de este linaje de guardianes generó una nueva pregunta en la mente de Isabella y Gabriel: ¿cuál era el propósito del medallón y cómo se relacionaba con los guardianes? Y Guardianes ¿de qué cosa?

A medida que profundizaban en los registros históricos de la familia, descubrieron una antigua leyenda que hablaba de un poder oculto dentro del medallón.

Los días transcurrían, mientras Isabella y Gabriel se entregaban a la investigación como más ahínco cada vez, en esos días, muy concentrados se encontraban leyendo los manuscritos, fueron sorprendidos con la presencia de un chamán de las etnias del estado Bolívar, quien los sorprendió

--¿Quién es Ud? – pregunta Gabriel sobresaltado

--Las comunidades yekuanas que se encuentran en las cabeceras y en el curso medio de los afluentes del Alto Orinoco, Padano, Centimano, Cunucunuma, Ventuari, y del Orinoco Medio, el Caura, te decimos, Deja los muertos en paz – dice el chamán en dialecto pemon, luego lo repite en español

--Solo hacemos una reseña de la mansión, que solicitó su nuevo propietario – Responde Gabriel

--Hay cosas que no deben ser descubiertas, están advertidos – dice el chamán retirándose

Los ojos de Isabella y Gabriel se encontraban llenos de asombro y confusión ante la inesperada visita del chamán. ¿Qué secretos ocultos rodeaban la mansión y el medallón que ellos desconocían? Y el Chaman si conocía ¿Por qué la advertencia?

Decididos a obtener respuestas, Isabella y Gabriel se propusieron encontrar al chamán nuevamente. Investigaron sobre las comunidades yekuanas en la región de Bolívar y descubrieron que el chamán era conocido por su sabiduría ancestral y su conexión con los espíritus de la naturaleza.

Después de varios días de búsqueda, finalmente localizaron al chamán en una remota aldea yekuana. Con el debido respeto, se acercaron a él y le explicaron su interés en los secretos de la mansión y el medallón.

El chamán, con una mirada profunda y sabia, le escuchó atentamente y les respondió

--Les habló sobre la importancia de respetar las tradiciones y los legados de las antiguas culturas. Existe una antigua leyenda transmitida de generación en generación, que hablaba de un poderoso amuleto que protegía a aquellos dignos de su custodia, pero que también podía desatar fuerzas destructivas si caía en manos equivocadas --

El chamán les advirtió -- Existen consecuencias de buscar conocimientos que podrían alterar el equilibrio entre el mundo espiritual y el mundo de los vivos. Les instó a reconsiderar sus acciones y a dejar que los secretos de la mansión y el medallón permanezcan enterrados en el pasado –

--¿Quiénes son las Loanas? – pregunta Isabella

-- Son las guardianas del legado ancestral, todo en la mansión debe quedar como está, nada debe ser movido de su lugar, ningún objeto debe ser sustraído, dejen todo como está –

--Nosotros, solo hemos tomado fotografías, nunca hemos extraído nada del lugar y todo lo que hemos tomado lo hemos dejado en el lugar donde lo encontramos --

Sin embargo, Isabella y Gabriel, impulsados por su curiosidad y su deseo de desentrañar la verdad, decidieron continuar con su investigación. Sentían que había algo más en juego, algo que iba más allá de su propia comprensión.

El chamán, viendo su determinación, les advirtió una vez más sobre los peligros que podrían enfrentar. Les recordó que, en la búsqueda de la verdad, a menudo se despiertan fuerzas oscuras y desconocidas que pueden poner en peligro la vida de aquellos que se atreven a desafiarlas.

Agradecidos por su advertencia, Isabella y Gabriel prometieron tener precaución y respeto en su búsqueda. Aunque la visita del chamán les había generado dudas y temores, también les había dado un sentido renovado de propósito.

Con el corazón lleno de determinación, Isabella y Gabriel se prepararon para enfrentar los misterios que les esperaban. Sabían que había mucho más en juego de lo que habían imaginado y que el camino por delante sería difícil y peligroso.

El chamán desapareció en las sombras de la selva, dejando a Isabella y Gabriel con más preguntas que respuestas. Pero estaban listos para enfrentar los desafíos que se avecinaban y desentrañar los secretos ocultos en la mansión de las Loana Leroy Meyer.

Decididos a comprender el significado de las advertencias del chamán y su conexión con la mansión, Isabella y Gabriel se sumergieron aún más en su investigación.

Investigaron a fondo la historia de la región de Bolívar y las culturas indígenas que la habitaban. Descubrieron que las comunidades yekuanas tenían una profunda conexión con la naturaleza y una rica tradición espiritual. Además, se dieron cuenta de que la mansión de las Loana Leroy Meyer se encontraba en tierras que alguna vez fueron habitadas por estas comunidades indígenas.

Armados con esta nueva información, Isabella y Gabriel se dirigieron a las comunidades yekuanas en busca de respuestas. Fueron recibidos con hospitalidad y respeto por los ancianos y líderes de las comunidades, quienes compartieron con ellos su conocimiento ancestral.

Los ancianos les hablaron de los antiguos rituales y creencias que protegían la tierra y su equilibrio espiritual. Les contaron historias de poderosos amuletos y objetos sagrados que habían sido custodiados por generaciones.

Isabella y Gabriel compartieron con ellos los detalles de su investigación y las advertencias del chamán. Los ancianos escucharon atentamente y les explicaron que la mansión de las Loana Leroy Meyer estaba construida sobre un lugar sagrado y que el medallón tenía una energía ancestral poderosa.

Les advirtieron que el medallón no era solo un objeto de herencia, sino una responsabilidad espiritual. Según la tradición, solo aquellos que entendieran y respetaran las fuerzas espirituales podrían manejar su poder de manera adecuada.

Isabella y Gabriel se sintieron abrumados por la profundidad de lo que estaban descubriendo. Comprendieron que no solo estaban lidiando con una historia familiar y un objeto valioso, sino que estaban tocando aspectos sagrados y misteriosos que iban más allá de su comprensión.

Impresionados por la sugerencia de los ancianos y la promesa de obtener más información en las cuevas del Alto Orinoco, Isabella y Gabriel se prepararon para emprender una nueva y emocionante aventura.

Con el permiso y la guía de los ancianos de las comunidades yekuanas, Isabella y Gabriel se adentraron en las profundidades de las cuevas. A medida que se internaban más y más, la oscuridad y el silencio los envolvían, creando una atmósfera misteriosa y llena de expectativa.

Pronto, las paredes de la cueva comenzaron a revelar su historia a través de imágenes y jeroglíficos tallados en la roca. Las representaciones retrataban a seres con características animales, medio humanos y medio bestiales: los licántropos. Las imágenes contaban una historia de cómo estos seres habían sido confinados y protegidos por antiguas civilizaciones hace muchos siglos.

Isabella y Gabriel se encontraron cautivados por las imágenes y la narrativa que se desplegaba ante sus ojos.

-Parece que los licántropos tenían un vínculo profundo con el medallón y la mansión de las Loana Leroy Meyer – comenta Isabella

-La conexión entre los secretos de la mansión y los seres mitológicos se vuelve cada vez más clara – dice Gabriel

A medida que avanzaban por las cuevas, Isabella y Gabriel notaron que las representaciones también mostraban rituales de protección realizados por los antiguos habitantes de la región. Parecía que esos rituales estaban destinados a mantener a los licántropos encerrados y evitar que su poder se desatara.

--Será que estos seres a los que se refieren las inscripciones en las paredes de la cueva, existen – pregunta Isabella

--Según esta e***a, si existen, por eso todas esas ceremonias – responde Gabriel

Los corazones de Isabella y Gabriel se llenaron de una mezcla de fascinación, curiosidad y temor. La historia que las cuevas revelaban les dejaba claro que estaban involucrados en algo mucho más grande y peligroso de lo que habían imaginado.

Comprendieron que desentrañar los secretos de la mansión y el medallón estaba inexorablemente ligado a los licántropos y a la necesidad de proteger a la humanidad de su poder. Pero, continuaban con las mismas interrogantes ¿En qué lugar se encontraba los habitantes de la mansión?

Después de horas de exploración y reflexión en las cuevas, Isabella y Gabriel emergieron con una nueva perspectiva y determinación renovada. Aunque la historia de los licántropos les había revelado una parte oscura y peligrosa de su búsqueda, también les había mostrado la importancia de su misión y la necesidad de encontrar respuestas.

Decidieron que no podían permitir que los secretos de la mansión cayeran en manos equivocadas, ni permitir que los licántropos fueran liberados sin comprender plenamente las consecuencias, si era verdad que existían. Se comprometieron a seguir adelante con su investigación con cautela y respeto, honrando las advertencias del chamán y las enseñanzas de las comunidades yekuanas.