--Entre más cosas descubrimos, me pregunto ¿Cómo se relacionan todas estas cosas, siento que en este lugar hay mucho más de lo que ven nuestros ojos, fíjate lo que nos pasó con las túnicas, este lugar tiene vida— manifiesta Gabriel
--Si estoy de acuerdo, siento que no estamos solos – expresa Isabella
Deciden tomar fotografías detalladas del mural, capturando cada figura y cada detalle en un intento de estudiarlo más a fondo. Con la esperanza de encontrar más información en futuras investigaciones, guardan las imágenes en sus dispositivos electrónicos y continúan su camino, con el mural grabado en sus mentes como un enigma que necesita ser resuelto.
El descubrimiento del mural tallado les impulsa a seguir explorando con renovado entusiasmo, confiando en que cada indicio encontrado los acerca un poco más a desvelar los secretos ocultos en las ruinas de la antigua ciudad.
En otras ruinas, Gabriel e Isabella descubren restos de otros murales tallados en diferentes estructuras de la ciudad en ruinas. Estos murales se convierten en una valiosa fuente de información sobre la cultura y la historia de la antigua civilización extinta.
Los murales muestran escenas de la vida cotidiana, rituales religiosos, mitos y leyendas transmitidos visualmente a través de las imágenes. Gabriel e Isabella estudian cuidadosamente cada detalle, buscando patrones y símbolos recurrentes que puedan revelar el significado y el contexto detrás de las representaciones artísticas.
A medida que examinan los murales, comienzan a notar ciertos motivos y figuras que se repiten. Pueden identificar a personajes importantes o deidades veneradas por la civilización, así como eventos históricos clave. Los colores y los estilos de tallado también les brindan pistas sobre el período de tiempo en el que se crearon los murales.
En su búsqueda de respuestas, Gabriel e Isabella fotografían y documentan meticulosamente cada mural que encuentran. Comienzan a construir una especie de "línea de tiempo visual" que les permite rastrear la evolución de la civilización a lo largo de los siglos y comprender mejor su cultura y creencias.
Estos murales tallados se convierten en una ventana al pasado, proporcionando a Gabriel e Isabella una visión más profunda de la civilización que una vez habitó la ciudad en ruinas. Cada mural descubierto es un paso más hacia la comprensión de los misterios que rodean a esta antigua civilización y a su conexión con las Loanas y la túnica púrpura encontrada previamente.
Al observar detenidamente la ciudad en ruinas, se dan cuenta de que una g****a profunda divide el paisaje en dos partes.
--Observa esa g****a parece haberse formado con el paso del tiempo y atraviesa la ciudad de manera precisa, pasando directamente por el arco de piedra del antiguo altar que habíamos descubierto anteriormente – observa Isabella
--Si, la g****a es ancha y profunda, lo que indica que ha sido causada por algún fenómeno geológico o catastrófico en el pasado. Como si fuera una cicatriz, marca un límite claro entre los dos lados de la ciudad en ruinas ¿Tendrá algún significado especial? – comenta Gabriel
Gabriel e Isabella se sienten intrigados por esta división y reconocen que podría tener un significado simbólico o práctico para la antigua civilización. Deciden explorar cada lado de la g****a por separado, comenzando por el lado en el que se encuentra el arco de piedra del antiguo altar.
Al acercarse al arco, notan que hay inscripciones talladas en la piedra que antes no habían notado. Las inscripciones están desgastadas por el tiempo y son difíciles de descifrar, pero parecen contener un mensaje o un indicio importante. Gabriel e Isabella toman fotografías y hacen esfuerzos para registrar las inscripciones de la mejor manera posible.
Mientras continúan explorando el lado del arco de piedra, descubren que hay otros restos arquitectónicos y estructuras que parecen haber sido de importancia ceremonial o religiosa. Estos descubrimientos refuerzan la idea de que esta parte de la ciudad en ruinas tenía un significado especial en la antigua civilización.
La g****a que divide la ciudad se convierte en un elemento central en la investigación de Gabriel e Isabella. Sienten que esta división geográfica puede contener pistas cruciales sobre la historia y el destino de la ciudad en ruinas.
Mientras Gabriel e Isabella exploran la ciudad en ruinas, llegan a un pozo antiguo alimentado por un manantial. El agua dentro del pozo es clara y serena, creando un espejo de agua tranquilo en su superficie.
Isabella se acerca al pozo y, al mirar su reflejo en el agua, de pronto ve el rostro de una mujer que le parece extrañamente familiar. La mujer tiene una mirada melancólica y profunda, que trata de decirle algo, pero antes de que Isabella pueda reconocer quién es, la imagen se desvanece rápidamente, dejando solo la calma del agua.
Intrigada y con el corazón acelerado, Isabella intenta volver a ver el rostro de la mujer en el espejo de agua. Fija su mirada en la superficie y se concentra, esperando que la imagen vuelva a aparecer.
Justo cuando Isabella está enfocada en el espejo de agua, Gabriel se asoma por encima de su hombro. Sin embargo, en lugar de ver a Gabriel en su forma humana, Isabella se sorprende al verlo reflejado en el agua como un hombre lobo blanco. Su rostro humano ha sido reemplazado por el de una criatura majestuosa y poderosa.
El reflejo de Gabriel como hombre lobo blanco es fugaz, pero lo suficientemente claro para captar la atención y la asombrosa belleza de la visión. Isabella se queda sin palabras mientras observa la imagen reflejada en el espejo de agua, tratando de comprender el significado de esta transformación.
Gabriel, ajeno a su reflejo en el agua, se acerca a Isabella y le pregunta
--¿Qué te sucede? ¿Parece que viste un espanto? Estas temblando—
Ella, sin poder encontrar las palabras adecuadas para describir lo que ha presenciado, señala hacia el espejo de agua, buscando una respuesta en su expresión, solo responde
--Ya no quiero ver ese pozo, solo me quiero ir de este lugar, cosas muy extrañas que no entendemos suceden aquí, debemos investigar más a fondo sobre este lugar --
Ambos se quedan en silencio, asimilando la extraña experiencia que han compartido. El pozo y su espejo de agua parecen tener un poder misterioso, capaz de mostrar visiones enigmáticas y revelar aspectos ocultos de quienes se asoman a él.
Después de la experiencia vivida en el pozo, Gabriel e Isabella deciden regresar, pero cuando ya se encontraban lejos de la ciudad en ruinas, voltearon a ver la ciudad y se sintieron desconcertados por la inesperada aparición de un grupo de personas que le decían adiós con la mano.
Confundidos, se preguntan de dónde han salido todas esas personas, ya que la ciudad estaba deshabitada y no habían encontrado señales de vida humana durante su exploración. El repentino surgimiento de esta multitud genera un sentimiento de intriga y desconcierto en Gabriel e Isabella, quienes se miran a los ojos preguntándose lo mismo
Comprendiendo el temor y la inquietud que sienten ante la aparición de los espectros, Gabriel e Isabella aceleran el paso y deciden alejarse rápidamente de la ciudad en ruinas. La sensación de miedo y la incertidumbre sobre la naturaleza de esas figuras les impulsan a buscar seguridad y distancia.
Mientras avanzan, intentan mantener la calma y racionalizar lo que han presenciado. Consideran la posibilidad de que los espectros sean manifestaciones de energía residual o proyecciones de su propia imaginación debido al entorno misterioso en el que se encuentran.
A medida que se alejan de la ciudad, la tensión en sus mentes comienza a disminuir gradualmente. El paisaje circundante se vuelve más familiar y reconfortante, lo que les brinda un sentido de alivio.
Deciden detenerse en un lugar seguro y tranquilo para recuperarse y reflexionar sobre las experiencias vividas. Gabriel e Isabella conversan sobre sus emociones y comparten sus pensamientos sobre los espectros que presenciaron. Juntos, intentan encontrar una explicación lógica para lo sucedido, considerando todas las posibilidades.
Aunque el miedo inicial persiste, también reconocen la importancia de permanecer abiertos a lo desconocido y estar dispuestos a explorar los misterios que encuentren en su camino. Deciden continuar su viaje, manteniendo la cautela, pero sin permitir que el temor les impida seguir adelante.
Con una nueva determinación y respeto por el poder de lo inexplicado, Gabriel e Isabella continúan su aventura, preparados para enfrentar cualquier desafío que se les presente mientras siguen en busca de respuestas en el mundo antiguo y enigmático que los rodea.
Después de las intensas experiencias en la ciudad en ruinas y en busca de respuestas, Gabriel e Isabella llegan a la mansión. A pesar de la tristeza en sus corazones por tener que separarse temporalmente, reconocen la importancia de dedicar tiempo a sus trabajos y aprovechar otras fuentes de información para continuar su investigación.
Acuerdan tomarse una semana para visitar sus respectivas oficinas y sumergirse en la investigación en línea. Comprenden que esta pausa les brindará la oportunidad de ampliar su conocimiento sobre la historia, los mitos y las leyendas relacionadas con la antigua ciudad y sus misterios.
Aunque separados, Gabriel e Isabella se comprometen a mantenerse en contacto regularmente, compartiendo los hallazgos e ideas que descubran durante su tiempo de investigación individual. Saben que su colaboración y comunicación son fundamentales para avanzar en la comprensión de los enigmas que han encontrado.