¿Quién o quienes los atraparon robando? Para ser llevados a estos calabozos tan lúgubres, donde encontraron su muerte, todo esto está cargado de misterio, sin embargo, Isabella y Gabriel no han encontrado a nadie dentro de la mansión, a excepción de la visita del chaman.
Estos hallazgos intensifican aún más el aura de misterio y peligro que rodea a la mansión. Isabella y Gabriel se dan cuenta de que no son los primeros en adentrarse en este lugar en busca de respuestas.
La existencia de los calabozos y los trágicos destinos de aquellos que intentaron desafiar la mansión les hacen comprender que están involucrados en algo mucho más oscuro y siniestro de lo que inicialmente imaginaron.
Después de pasar por los calabozos en el sótano, Isabella y Gabriel descubren varios túneles tallados en las rocas. Sin embargo, su atención se desvía cuando se percatan de que un curso de agua fluye por debajo de la mansión. Dado los restos mortales encontrados en el sótano, deciden no investigar más a fondo en ese momento, ya que podría ser peligroso o llevar a un terreno desconocido.
En cambio, deciden explorar los alrededores de la mansión en busca de más pistas. A medida que avanzan, se encuentran con un viejo cementerio. Las lápidas y cruces desgastadas por el tiempo y la naturaleza les indican que han llegado a un lugar cargado de historia y misterio.
Con cautela, Isabella y Gabriel examinan las tumbas y leen los nombres grabados en las lápidas. Descubren que muchos de los enterrados aquí son antiguos habitantes de la mansión, incluidos miembros de la familia propietaria y aquellos que sirvieron a la familia a lo largo de los años.
En su búsqueda de respuestas, Isabella y Gabriel comprenden que este cementerio guarda secretos y conexiones importantes con la mansión. Deciden tomar nota de los nombres y fechas, esperando que esta información les ayude a descubrir más sobre la historia y el destino de aquellos que descansan allí.
Mientras exploran el cementerio, una corriente de viento frío y un escalofrío recorren sus cuerpos, pero continúan con determinación, sabiendo que están cada vez más cerca de desentrañar la verdad oculta en la mansión y resolver el misterio que ha afligido a tantas generaciones.
Isabella y Gabriel, al notar que una cripta sobresale del resto de las tumbas en el cementerio, se sienten atraídos hacia ella.
-Mira allá, aquella cripta, debe ser de familias poderosas – dice Gabriel
-Echemos un vistazo – responde Isabella
Al llegar a la cripta, suntuosa y enorme
-Vaya que pertenece a una familia pudiente, nada más y nada menos que a los propietarios de la Mansión de Villa Esmeralda -- dice Isabella
Descubren que pertenece a las Loanas Leroy Meyer, una de las familias más prominentes y antiguas propietarias de la mansión.
Deciden ingresar a la cripta, al entrar se encuentra una pequeña capilla, con su altar y confesionario, pasándola al fondo se encuentran una pared vertical donde están las tumbas de las Loana Leroy Meyer.
Al examinar detenidamente cada una de las tumbas
--Aquí dicen los verdaderos nombres de las Loana, así como sus fechas de nacimiento y deceso – dice Isabella quien las lee en voz alta, grabando su voz
--Observa Isabella, la tumba de la Loana XI se encuentra vacía – dice Gabriel
--La enterraron en otro lugar a lo mejor – sugiere Isabella
--O simplemente no ha muerto, Alexandra es la última guardiana – dice Gabriel
--¿Será que no ha muerto? ¿Pero en donde se encuentra? ¿Por qué no habita la mansión? y si está viva, no tiene el medallón con ella, porque está aquí con nosotros y dentro de la mansión – reflexiona Isabella
Esta revelación les hace deducir que esta tumba correspondería a Alexandra, m*****o de la familia que ha sido el foco de su investigación.
La ausencia de restos mortales en la tumba de Alexandra genera más preguntas y especulaciones en la mente de Isabella y Gabriel. ¿Dónde podrían estar los restos de Alexandra? ¿Por qué su tumba está vacía? Estas incógnitas los impulsan a buscar más pistas y respuestas en su búsqueda de la verdad.
Con cuidado y respeto, examinan la cripta en busca de cualquier indicio adicional que pueda ayudarles a comprender el misterio detrás de la desaparición de Alexandra y las implicaciones que esto puede tener para la historia de la mansión.
Armados con este nuevo descubrimiento, Isabella y Gabriel saben que deben seguir adelante con su investigación y exploración de la mansión en busca de más pistas que les permitan desentrañar la verdad detrás de los secretos ocultos en la cripta y en la historia de los Leroy Meyer.
Mientras Isabella y Gabriel investigan más a fondo la cripta de las Loana Leroy Meyer
--Te has percatado que solo las Loana son enterradas aquí. No hay signos de que los esposos, hijos u otros familiares sean sepultados en la misma cripta ¿Por qué? – se pregunta Isabella
Esta revelación les lleva a plantearse varias interrogantes. ¿Dónde descansan los demás miembros de la familia? ¿Por qué solo ellas son enterradas en esta cripta? Estas preguntas aumentan aún más el misterio que rodea a la familia y su relación con la mansión.
Isabella y Gabriel deciden expandir su investigación y explorar otros posibles lugares de entierro para los familiares de las Loana Leroy Meyer. Es posible que existan otros cementerios cercanos o incluso en la propiedad de la mansión donde se encuentren los restos de los cónyuges, hijos u otros miembros de la familia extendida.
Con una determinación renovada, continúan su búsqueda en busca de pistas que les ayuden a descubrir dónde descansan los demás miembros de la familia y qué relación puede haber entre ellos y los secretos ocultos en la mansión.
A medida que profundizan en la historia de los Leroy Meyer y su linaje, Isabella y Gabriel esperan encontrar respuestas que arrojen luz sobre los enigmas y las conexiones que han estado desentrañando hasta ahora. La búsqueda de la verdad se vuelve aún más urgente, y están dispuestos a seguir adelante con su investigación hasta el final.
Después de su investigación en el cementerio y en la cripta de las Loana Leroy Meyer, Isabella y Gabriel deciden buscar más información acudiendo al cura del pueblo, quien podría tener conocimiento sobre la historia de la mansión y la familia.
Llegan a la pequeña iglesia del pueblo y se encuentran con el cura. Con cortesía y respeto, explican su interés por la mansión y la familia Loana Leroy Meyer
--Por favor Padre le agradecemos cualquier información que nos pueda ayudar a desentrañar los misterios que rodean a la propiedad --
Sin embargo, en lugar de brindarles respuestas directas, el cura se muestra evasivo y cauteloso.
--Lamento no poder ayudarles y sugiero que es mejor que abandonen su investigación y se marchen lo antes posible de este lugar --
Esta reacción desconcierta a Isabella y Gabriel. Se preguntan ¿Por qué el cura muestra tanto recelo y por qué no está dispuesto a compartir información con ellos? Sus sospechas aumentan, ya que parece que hay algo más en juego y que el cura podría tener conocimiento de secretos oscuros relacionados con la mansión y la familia.
Aunque frustrados por la falta de cooperación, Isabella y Gabriel no se dejan intimidar. Deciden que seguirán adelante con su investigación y exploración de la mansión y sus alrededores, ya que están decididos a descubrir la verdad, sin importar los obstáculos que encuentren.
Con una determinación renovada, se despiden del cura y continúan su búsqueda de respuestas, conscientes de que el camino hacia la verdad puede ser difícil y peligroso, pero convencidos de que vale la pena descubrir los secretos ocultos en la mansión y desvelar la historia de los Loana Leroy Meyer.
Después de la respuesta evasiva del cura, Isabella y Gabriel se sienten intrigados y decididos a profundizar aún más en la historia de la mansión y la familia Loana Leroy Meyer. Sienten que el cura está ocultando algo importante y que su negativa a proporcionar información solo aumenta su determinación para descubrir la verdad.
Deciden ampliar su búsqueda y buscar otros residentes del pueblo que puedan tener conocimiento de la historia de la mansión y la familia. Conversan con los ancianos del lugar, visitan la biblioteca local y consultan archivos históricos en busca de pistas.
A medida que recopilan información, descubren que la mansión ha estado envuelta en rumores y leyendas durante décadas. La gente del pueblo habla en susurros sobre apariciones fantasmales, sucesos inexplicables y tragedias que se han atribuido a la maldición de los Loana Leroy Meyer.
Aunque algunos se muestran reacios a hablar, Isabella y Gabriel logran ganarse la confianza de algunos lugareños más audaces. Estos les cuentan historias de antiguos secretos familiares, amoríos prohibidos y tragedias que han dejado una marca en la mansión y en la comunidad.
Descubren que la familia Loana Leroy Meyer ha estado envuelta en un pasado oscuro, con conflictos internos, disputas de propiedad y tragedias inesperadas. Parece que hay una serie de eventos trágicos y misteriosos que han afectado a la familia a lo largo de los años, y que estos eventos podrían estar relacionados con los secretos que Isabella y Gabriel están tratando de desentrañar.