Capítulo 7: La edad de las guardianas del medallón

1516 Words
A medida que profundizan en la historia, Isabella y Gabriel también comienzan a experimentar fenómenos extraños en la mansión y sus alrededores. Se escuchan ruidos inexplicables, sienten corrientes de aire frío y tienen la sensación de ser observados. Cada vez más convencidos de que la mansión está impregnada de energías sobrenaturales, siguen adelante, decididos a descubrir la verdad y poner fin a la maldición que parece haber afectado a la familia Loana Leroy Meyer y a la mansión. Una nueva revelación hace Isabella. sobre la duración de vida de las Loana Leroy Meyer y la forma en que se nombra de inmediato a la siguiente guardiana en la mansión, esto plantea un enigma aún mayor. --Cuando haces el recuento de las partidas de nacimiento de las Loanas, que, por cierto, son llamadas así las guardianas, pero no son sus verdaderos nombres según estos documentos – dice Isabella -Si cada Loana de la familia muere a los 35 años extrañamente según sus partidas de defunción, y cada nueva generación es nombrada una nueva guardiana en la mansión, y han pasado once generaciones contando a Alexandra, esto implicaría que la mansión tiene al menos 385 años de antigüedad — explica Isabella -Sin embargo, esta información no se corresponde con lo que los lugareños afirman, ya que ellos sostienen que la mansión ha estado abandonada durante más de cien años. Esta discrepancia en las fechas añade otra capa de misterio a la historia de la mansión y la familia Loana Leroy Meyer – responde Gabriel --Ósea, entonces deberían ser 385 años más los 100 años que tiene abandonada, nos daría por lo menos 485 años de edad aproximadamente que tendría la mansión – aclara Isabella --No parece que la mansión tuviera tantos años de ser construida, está muy bien conservada, a veces me parece que está congelada en el tiempo — expresa Gabriel --Yo siento lo mismo, cuando veo que los víveres y las carnes ahumadas se conservan en buen estado, me parece que el tiempo no ha pasado dentro de la mansión – dice Isabella --Hay otro detalle importante, en los diarios de las Loanas, hablan de amores clandestinos o amores prohibidos, no hemos visto a ninguna de ellas casada con hijos ¿Por qué? – se pregunta Gabriel --Yo leí, en otro lugar, en el libro de los conjuros, que las guardianas no se podían casar y mucho menos tener hijos, el amor era negado para ellas – dice Isabella --Eso quiere decir que Alexandra no puede ser hija de Loana Leroy Meyer X, ya que las Loanas no pueden tener hijos, lo que quiere decir, que es hija de un hermano o hermana de ella, ósea Loana X es tu tía – agrega Gabriel --Tienes razón, estábamos equivocados, entonces desconocemos quienes son los padres de Alexandra – --Tenemos que revisar las fotografías de la pared de la escalera, allí aparecen todos los integrantes de la familia – sugiere Gabriel De pronto, Isabella recibe la llamada de su jefe, Ricardo Montañez, con sorpresa y emoción. Escuchó atentamente mientras él le informaba --¿Isabella no piensas volver a tu oficina más nunca?, te extrañamos, quería informarte que el propietario de la mansión, quien te contrató para la reseña fotográfica de la mansión, te abonó ayer cuando te fuiste, una suma muy generosa por concepto de anticipo, por el excelente trabajo que has realizado— Esta noticia inesperada llenó a Isabella de alegría y gratitud, sin embargo, una duda le llegó repentinamente – Como sabía el propietario que mi trabajo era excelente si hasta el momento nadie lo sabía, solo Gabriel – entonces le preguntó a su jefe --Ricardo y como sabe el propietario de la calidad de mi trabajo, si yo no he presentado hasta el momento nada al respecto – --No lo sé querida mía, solo te repito lo que me dijo – --¿Cómo se llama el propietario que compró recientemente la mansión, me gustaría agradecerle personalmente – --Eso tampoco lo sé, es un desconocido y anónimo, solo su abogado lo representa, desconozco su nombre-- Isabella Agradeció efusivamente a Ricardo por compartir la excelente noticia y expresó su satisfacción por el reconocimiento de su trabajo. Isabella compartió la novedad con Gabriel, quien también se alegró por el logro de su compañera de trabajo y preguntó --Pero no te veo muy feliz por esa noticia— --Por el dinero si me siento feliz, tengo muchas deudas y este aporte me ayudará a salir de unas cuantas – --¿Y entonces? ¿Qué te pasa, porqué esa cara de desconcierto? – pregunta Gabriel --Gabriel, cuantos días tenemos trabajando en la mansión? – --Calculo que como dos meses – --Bien, ese es el tiempo que también pienso que tenemos, pero es que mi jefe dice que fue ayer cuando me vine a la mansión, que el contratante me dio la bonificación ayer, ¿Entiendes? Dijo que ayer, no dijo hace dos meses—explica Isabella --Me fijé en la fecha que tiene mi reloj, e indica que fue ayer tal cual como dice mi jefe, en mi reloj no han pasado los días – insiste Isabella --¿Qué dices? ¿Ayer? No puede ser, han pasado dos meses ¿Cómo se explica eso? Será que tu jefe delira – responde Gabriel -- No delira, si para él solo ha pasado un día y ya me está llamando porque me extraña en la oficina, como sería si le hubiese pasado dos meses, el problema no es mi jefe, es la mansión – --Entonces ¿Cómo se explica eso? – --Es la mansión, aquí el tiempo está detenido, eso explicaría los víveres y las piernas de cerdo en el ahumador que se encuentra en perfecto estado de conservación, así como los demás objetos, que se encuentran también conservados a pesar del paso de los años – --Los lugareños dicen que tiene más de cien años abandonada, eso es mucho tiempo, como dices, el ahumador está aún tibio, yo lo toqué – agrega con vehemencia Gabriel Isabella asiente con preocupación ante las palabras de Gabriel. La situación se volvía cada vez más intrigante y misteriosa. Si el tiempo estaba detenido en la mansión, eso explicaría por qué el contratante la había recompensado recientemente, pero para Isabella y Gabriel, habían pasado dos meses desde que comenzaron su trabajo. --Espera Isabella, pero nosotros no hemos permanecido todo el tiempo en la mansión, todos los días nos vamos a descansar a la posada del pueblo, entonces ¿Allí también el tiempo está detenido? – pregunta Gabriel con preocupación --Nuevamente tienes razón, busquemos una respuesta lógica ¿Por qué allí sucede lo mismo—dice Isabella --Tendrá que ver con que la mansión fue construida sobre un cementerio antiguo -- supone Gabriel --O será porque todo el terreno que le pertenece a la mansión le sucede lo mismo ¿Te acuerdas del mapa de los dominios de la mansión que vimos antes – supone Isabella Isabella y Gabriel reflexionan sobre la situación y consideran las posibles explicaciones. La idea de que tanto la mansión como el terreno circundante estén afectados por esta extraña distorsión del tiempo comienza a cobrar sentido. Recuerdan que, durante su investigación previa, encontraron un mapa de los dominios de la mansión que mostraba la extensión de las tierras que pertenecían a la propiedad, hallado en el Ático. Deciden revisar el mapa nuevamente en busca de alguna pista. Mientras examinan el mapa, notan que hay algunos puntos marcados en el terreno que rodea la mansión. Algunos de estos puntos coinciden con lugares significativos, como el antiguo cementerio, donde ya estuvieron y un bosque denso, donde se encuentra alguna cosa especial, que no entienden La idea de que la mansión esté construida sobre un cementerio antiguo y que el terreno tenga su propia historia y energía comienza a tomar forma en sus mentes. Es posible que estos lugares estén imbuidos de una extraña influencia que distorsiona el tiempo y afecta a quienes se encuentran en ellos. Isabella y Gabriel se sorprenden al descubrir que la posada donde se hospedan cada día está ubicada dentro del terreno que pertenece a la mansión. Esta revelación añade una capa adicional de intriga y complejidad a la situación. Ahora, no solo la mansión está afectada por la distorsión temporal, sino también la posada donde descansan. Esto explica por qué el tiempo parece detenido tanto en la mansión como en la posada, y por qué Isabella y Gabriel no han experimentado el paso del tiempo mientras se encuentran en estos lugares. Con la nueva información en sus manos, Isabella y Gabriel se dan cuenta de que la clave para desentrañar el misterio del tiempo detenido podría estar en las personas que atienden la posada. Deciden investigar más a fondo la historia de la posada y su relación con la mansión. A través de conversaciones con los empleados y los lugareños, descubren que la posada ha existido durante generaciones y siempre ha sido un lugar frecuentado por viajeros y excursionistas. Sin embargo, pocos conocen la verdadera historia de la posada y su conexión con la mansión.
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