CAPÍTULO 14 Salimos del baño aun jugueteando entre nosotros, sin duda, el celo había incrementado nuestro celo de una manera inigualable. Me seco con la toalla sabiendo que se encuentra mirando fijamente detrás de mí. Me inclino un poco para secar mis piernas cuando escucho sus pasos hacia mí, trago fuerte con los nervios a flor de piel. —¿Ves algo que te guste? —pregunto, con sobreactuada inocencia. Antes de que pueda decir algo más, me echa sobre la cama hundiendo su rostro en mi marca. —Mía —gruñe, mordiendo esa área débil. Gimo ante la sensación que esto me brinda. Me debilito tan sólo sentirlo. Mis piernas se entrelazan en sus caderas, realizo un movimiento frotándome contra su creciente excitación. Miro su rostro y contemplo sus ojos, los cuales están completamente llenos de l