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1315 Words
CAPÍTULO 5 Claire corre al verme, abrazándome y llorando contra mi hombro. —Claire, ¿Qué pasa? —Alice es un ataque otra vez, pero está vez es más fuerte —me observa llorando—, se rompió mi conexión Alice. —¿Conexión? —Mi conexión con Aiden, no la siento. No lo hago. —Se toca el pecho—. Y duele Alice, duele mucho. Siento lo mismo que ella, se supone que es mi hermano y tenemos un vínculo fuerte, no tanto como el de él y Claire, pero si lo tenemos... O teníamos. —Ve al refugio, yo lo buscaré, en este momento estás débil, sólo ve, y cuídate. —Por favor Alice encuéntralo, pase lo que pase, dile que lo amo. —Lo haré —la abrazo fuerte—, lo juro, anda, ve. Lo siguiente que veo es a Claire ir corriendo por el pasillo que da al refugio. Vuelvo a mi habitación sigilosamente, con cuidado que nadie me vea. Había dormido con la misma ropa que tenía ayer, no me cambiare, no tengo tiempo. Tomo mi arco y pistolas, estas últimas escondidas en mi espalda. Salgo del cuarto, con la diferencia de que ahora se encuentra allí un cuerpo de un chico castaño que no reconozco de ningún lado. Hay sangre en todos lados, paredes, pisos, escalera, incluso techo.  De repente alguien me agarra, estrechándome contra su cuerpo, tapando mi boca. —Hola pero, ¿Que tenemos aquí? ¿Una... Humana? —forcejeo tratando de quitar su mano, el chico tira mi arco con fuerza—. Ahora... ¿Qué harás sin tus juguetes, preciosa? —Doblo su mano en un momento de distracción y con la otra saco el arma, disparándole 2 veces. El chico se queja de dolor mientras las balas de incrustan en su pecho. "—Kya, ¿Por qué no pueden olerme?" "—Porque no te has transformado" "—Necesito que me digas donde esta Aiden" "—Siente el vínculo, Alice" Y con esto me quedo hablando sola. Siente el vínculo, me dije a mi misma. Pero está vez algo me llama la atención, un gruñido, y no es cualquiera, el de mi hermano. Me sorprendo al ver lo que tengo justo al frente, Matt el omega "débil" contra la pared, tomándolo de la camisa que está llena de sangre al igual que su boca. —¿Sientes eso, beta? —Matt golpea a Aiden, haciendo que suelte un jadeo de dolor —¿Qué tan débil soy ahora? —Más de lo que lo eras antes, Matt —mi hermano habla bajo, mientras la sangre brota de su boca—. Haz traicionado a tú paquete, ahora eres más débil. —¿Sí? Ustedes serán más débiles cuando muera el alfa. Unmomento, no, no. Stefan no, por favor. "—Aiden" Trato de hablarle en mi mente, creo que no ha funcionado, pero su reacción me demuestra lo contario. —¿De qué te sorprendes estúpido, estás tratando de burlarte de mí? —le gruñe Matt furioso. "—¿Cómo puedes?" "—Aiden, resiste, por favor" "—Enana, si me pasa algo, jura que le dirás a Claire que la amo" "—Ella me dijo que te lo dijera, Aiden, y te aseguro que se lo podrás decir cuántas veces quieras si solo aguantas un poco más, solo aguanta" Una sonrisa se esboza en la cara de mi hermano, haciendo que Matt se moleste más. —Ten respeto —le grita—, te mataré—. Matt no termina de hablar porque la flecha atraviesa su cuerpo. Mi hermano clava las garras en su espalda de haciendo que su sangre de lobo brote, dejándolo inconsciente en el suelo. —Estás bien —corro a abrazarlo. —Lo estoy —dice, quejándose del dolor por lo fuerte que lo abrazo. —Lo siento, por un momento me olvide de tus heridas. ¿Qué haremos con él? —Señalo el cuerpo de Matt, escucho su corazón palpitar lentamente, lo suficiente para vivir. —Pasará en resto de sus días en el calabozo donde pertenece. El que se encuentra mal en este momento es otro, Alice. —Aiden agarra mi mano llevándome a la sala, que está hecha un desastre. Sangre, cuerpos, es raro el hecho que no hay gente dentro. Todo el ruido se escucha afuera en el bosque, gritos, gruñidos y golpes—. Se supone que no tengo que hacer esto, pero estoy débil y no podremos salvar a Stefan. —¿A qué te refieres con salvar a Stefan, Aiden? —pregunto asustada. No puedo asimilar el hecho de que le hagan daño. Simplemente no puedo. —Quieren matar a Stefan. —¿Qué, por qué? —No tiene herederos, una manada sin alfa no es nada, y más cuando el alfa es reciente, ellos quieren nuestro paquete. Tanto el nuestro como el de Eric. Cuando salgamos al bosque, estaremos arriesgándonos, quiero que sepas eso, y que antepondré tú vida a la mía, no por ser mi luna, sino por ser mi hermana. —No hay tiempo para abrazos —le digo separándome de él—, vamos. Salimos de la casa, pícaros y omegas peleando, observo a un lobo realmente grande, y con pelaje n***o azabache, éste me mira fuertemente gruñendo, y lo reconozco. "—Mate" gruñe Kya fuertemente. "—Lo sé Kya, lo sé" Al notar nuestra presencia los picaros inmediatamente intentan llegar a nosotros, cosa que nuestra manada trata de impedir a toda costa. Un lobo marrón se me acerca, haciendo que Stefan se meta en el medio pero él muerde en la nuca de mi mate deslizándolo al lado contrario. Se lanza a mi cuerpo con rapidez y temblando saco el arma. Él simplemente la lanza a un lado. Siento furia y dolor en ese momento. Noto mis manos hechas garras largas y afiladas, aprovecho el momento y las clavo en su nuca como hizo con Stefan, haciendo que el lobo lloriquee sumiso en mis manos, con una fuerza que hasta ahora desconocía. El lobo se somete ante mí escapando despavorido hacía los grandes árboles a nuestros alrededores. Presto mi atención a Stefan se ha puesto de pie y forcejea con un lobo de pelaje rojizo grande, casi de su tamaño. Parece ser el alfa de ellos y antes de que pueda hacer algo, oigo el grito de Stefan y siento un dolor desgarrador. El dolor más fuerte que alguna vez había sentido. Levanto la cabeza para verlo en el piso y lleno de sangre, el lobo rojizo se da cuenta que me quiero acercar y me muestra los dientes, gruñendo. "—Ahora sí es hora de salir, Alice" escucho en mi mente, no replico ni me molesto en llevarle la contraria. Cada uno de mis huesos se rompen en pedacitos, grito por el dolor que esto me causa, ya no estoy de pie, ahora me encuentro en cuatro patas. Le gruño al líder con rabia y corro hacia él tomando su cuello con mis dientes, trata de forcejear, pero soy más fuerte que él. Hundo mis dientes fuertemente en su cuello y antes de hacer al respecto el lobo aúlla con fuerza dándose por vencido. Todos se echan hacia atrás en signo de respeto bajando la cabeza mostrándose sumisos, doblegándose ante nosotros ya que su líder que se ha rendido. Escapan apresurándose dentro del frondoso bosque, desapareciendo sin más. Voy hacia Stefan lo más rápido que puedo. Su cuerpo yace en el piso, lleno de sangre. —Vamos a llevarlo dentro —dice Aiden, tomando del cuerpo inmóvil de Stefan. Pasan segundos, minutos, horas y Stefan aún está con el doctor sin reaccionar. —Luna —el médico de la manada, Bruce, se acerca a mí. —¿Cómo esta él, doctor? —Es difícil.
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