Regreso a casa y tengo que admitir que la compañía de Alessandra ha sido placentera y no solo por el sexo que desde que quedo embarazada a sido más frecuente, pues su hormonas están alborotadas, sus pechos un poco más grandes y mis ganas desbordadas. Para mi es innegable que desde que ella esta entre mis sabanas, mis noches ahora son de un sueño profundo y reparador, no se desde que noche empezamos a dormir con nuestros cuerpos entrelazados, pero la sensación de sus manos sobre mi pecho o sus piernas enredadas en las mías, me ha permitido dormir como hace mucho tiempo no lograba dormir. Exactamente desde la noche en que Marena se fue de mi lado, cada noche desde ese día fue una tortura y mis ojos se cerraban solo por horas y en algunas noche simplemente no podía dormir. Pero ahora senti