NICOLE (ACTUALIDAD) Ver a Santiago irse, con la espalda desnuda, era un pecado. . . digo, era lo mejor que podía pasar. No podía ser que se me estuvieran saliendo de las manos esos encuentros. . . es que . . . muy a mi pesar, quería sus manos sobre mi cuerpo. . . Lo quería a él. Me sentí una mierda. Por primera vez en mucho tiempo, el remordimiento de consciencia me estaba pegando. Santi y yo habíamos tenido una historia, pero no dejaba de ser el esposo de mi hermana, y eso debía pesar más que cualquier cosa. Aun sintiendo el calor de sus manos en los límites de mi cuerpo, regresé a la barra para seguir tomando esa piña colada sin alcohol, en compañía de Cole, el buenorro surfista que no me provocaba tanto como lo hacía mi ex. Un par de horas más tarde, seguía con Cole platicando,