NICOLE (CUATRO AÑOS Y MESES ANTES) Me llevé una mano a la mejilla por el ardor que me había dejado la mano de mi mamá. El peso de su mano hizo que mi respiración también lo fuera. Mis ojos no pudieron evitar verla con cierto recelo y confusión, nunca nos habíamos llevado mal y. . . No sabía qué pensar. — ¿Por qué me pegas? —Apenas pude susurrar por la impresión del golpe. Nunca pensé que ella me haría algo así porque habíamos tenido una relación cernada de madre e hija, envidiable que se estaba viendo opacada en ese momento. — Porque yo no te eduqué de esa manera —. Me habló con la voz entrecortada. Me vio consternada— ¿Qué has hecho Nicole? Traicionaste la confianza que tu padre tenía en ti. — Pero, yo no he hecho nada malo, mamá. . . —Quise hablar, justificarme, aunque no sabía