18.

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Hoy oficialmente, iniciaba la fase tres de nuestro plan, a lo que llamamos: el sabotaje. Nosotros por supuesto, no íbamos a atacar simplemente a estas personas o eliminarlos, porque esa sería una salida fácil y no merecían morir tan rápido. Queríamos primero arruinarlos, su reputación, su carrera y que cuando todas las atrocidades que han cometido estén en boca de todos, que se vean sumidos en la vergüenza y desesperación, justo antes de que pisaran la cárcel, es que culminaríamos con el juego. Lo ideal es que estuvieran presos mucho tiempo antes de deshacernos de la basura, pero por más que vimos las posibilidades, es muy difícil matar a alguien dentro de la cárcel. Para esto hay que tener contactos, gente dispuesta a lo peor y aunque conocíamos a muchísima gente que sí podría hacerlo, era algo muy arriesgado y no podíamos dejar cabos sueltos. No pienso terminar en una cárcel, voy a salir victorioso al final al costo que sea. Lo único que no sabíamos en ese momento, es que a la primera persona de alto que nivel que atacaríamos, se nos adelantaría antes de que llegara el momento de la culminación. La primera persona que escogimos no fue al azar, fue de las primeras que agregamos en la lista negra, pero no íbamos a empezar por ella, queríamos atacar primero “a los menos malos”, es decir, la idea era atacar primero a los que hubiesen hecho cosas menos graves o estuvieran involucrados con la organización indirectamente, que no tuviesen las manos tan llenas de sangre, pero tuvimos que adelantar el plan con esta señora, porque se acercaban las elecciones y era una candidata con altas posibilidades de ganar, y por supuesto, no dejaríamos que se diera ese gusto, prefiero morirme antes que ver a esa mujer como alcaldesa de la ciudad. De la persona que estamos hablando, pertenecía al partido conservador y fue de las primeras en participar en los actos con los paramilitares. Todo su dinero y el de su familia (quienes estaban también en la política), lo hicieron a base del narcotráfico. Por supuesto, esa familia no son estúpidos, todo el dinero que les entraba, lo lavaban con las fundaciones, bienes raíces o las miles de empresas que tienen, de lo cual, teníamos pleno conocimiento, así como de todas sus actividades ilegales. De quién hablábamos, era justamente de Ana Sofía Domínguez, candidata a la alcaldía de Barranquilla. Hace un par de meses, ingresó un m*****o clave a nuestro grupo. Era Emanuel, un chico de solo quince años, quién había quedado solo en el mundo. Su familia fue asesinada, tanto sus padres, como sus hermanas, sus tíos e incluso, su abuela. Él sólo se salvó porque tuvo una pelea con su padre esa mañana y huyó al campo. Regresó a su casa horas después, ya más calmado y fue cuando se encontró con tan terrible escenario. Los asesinaron justamente en Magdalena, en una vereda muy cerca a dónde solíamos vivir. Otro m*****o de nuestra organización quién lo conocía, le sugirió unirse a nosotros y venir a vivir a la sede, donde varios de los nuestros vivían al perderlo todo. Emanuel por supuesto aceptó y motivado por el odio, decidió ayudarnos en todo lo posible. Su padre era agricultor y su madre era ingeniera de sistemas, una pareja muy extraña, pero ella, le enseñó siempre sus conocimientos y este chico, nos sorprendió con las habilidades informáticas que tenía. No sólo era hacker, era el mejor hacker que hubiésemos visto jamás. Así, desde el primer día que llegó, se encargó de recopilar toda la información sobre estas personas, las actividades ilegales, el modo de operar. No sólo recopiló evidencias suficientes para dejarlos de por vida en la cárcel por el enriquecimiento ilícito, sino que recopiló audios, llamadas telefónicas, incluso fotografías. Gracias a esto, nos enteramos de que la mayoría de esas personas, no sólo eran narcotraficantes o que financiaban el paramilitarismo, no. La gran mayoría, tenían perversiones sexuales que involucraban menores de edad. Es una gran porquería. Sobre Ana Sofía, teníamos todo lo necesario para que fuese a la corte internacional si queríamos, pero no todo esto se haría público enseguida. Usaríamos lo primero que Emanuel descubrió, algo verdaderamente horrible y que por supuesto, nadie tenía conocimiento. Nos encontrábamos en la plaza de la paz, esta queda en el centro de Barranquilla y justo aquí, estaba haciendo su campaña electoral. Había miles de personas observando, con vallas y camisetas publicitarias. La observábamos en la tarima, dando un discurso barato sobre lo que planeaba hacer en la ciudad, las miles de promesas ridículas que sabíamos que no cumpliría. Me sacó Jason de mis pensamientos con el fuerte sonido de la corneta que había traído. El muy imbécil, llevaba puesta una de las camisetas de su partido e incluso, una banda en su cabeza con el color rojo del partido conservador. -Te quemaré esa camisa, aún si la tienes puesta.-Le dije y me ignoró. Había mucho ruido por las miles de personas que estaban aquí, ella sin duda ganaría, por lo que debíamos ser impecables. -Emanuel acaba de decirme que en tres minutos, saldrá a la luz.-Dijo Moritz quién estaba a mi otro costado, mientras miraba mi teléfono. -Qué ansiedad, ¡ya no puedo esperar!-Dijo Danilo, excitado ante lo que iba a ocurrir. No lo culpo, esto sería maravilloso. Deseaba que los minutos pasaran más rápido, pero parecían ir más lento y me desesperé. Debía tener paciencia, valdría la pena. -¡Ana! ¡ANAAA!-Gritó por milésima vez Jason, intentado que ella volteara a verlo, pero después de tanto insistir, la mujer dejó de hablar y lo miró.-¡Ana, te amo! ¡embarázame!-Gritó y ella, desvió la mirada avergonzada. Todos quiénes estaban cerca, rompieron en risas y desvié la mirada, reí. -Listo, acaba de salir en todas las revistas y páginas amarillistas de chismes. Debe estar rondando ese video, por todas las r************* existentes.-Dijo victorioso Moritz y de inmediato, tomé mi teléfono y lo primero que vi fue ese video, y me sentí tan bien, que no pude evitar sonreír, satisfecho y los cuatro nos miramos, felices. Emanuel había enviado, un video que había conseguido en la nube personal y ultra secreta que tenía Ana Sofía. No, no era una evidencia de los sobornos, narcotráfico o el lavado de dinero. Era un video suyo reciente y muy explícito, en que sale teniendo relaciones sexuales con dos menores de edad, ambas niñas de unos once o doce años. Por supuesto, este video no se filtraría como tal al público, sería terrible para esas pobres niñas, pero había sido expuesto a los medios y estos, jamás lo dejarían pasar por alto. Solo diez minutos después de enviarlo, ya había miles de artículos relatando la perversidad s****l de esta mujer y estos, no serían dejados pasar por alto. Con los días que siguieron, se siguieron filtrando más videos suyos, no entiendo por qué se grababa o qué carajos pasaba por su cabeza. Una persona racional no haría eso por temor a las represalias que podría esto traer si se filtrasen, pero supongo le pudo más la perversión que el miedo a las consecuencias. Ella también, poseía una extensa galería de imágenes de menores de edad muy explícitas, pero estas fueron enviadas directamente a la fiscalía, por supuesto, de manera anónima. Así, el escándalo estalló y cada día, se revelaba algo nuevo sobre ella, posteriormente se filtró las evidencias de lavado de dinero, las rutas que utilizaba para el cargamento de cocaína, como lograba pasar por la frontera y absolutamente todo, se dio a conocer. Era muy reconfortante el ver cómo estaba en boca de todos o los comentarios que Emanuel nos enseñaba que recibía en sus r************* . Nos sentíamos felices, pero cómo no todo puede ser siempre perfecto, justo horas antes de que se hiciera efectiva la orden de arresto en su contra, Ana Sofía decidió terminar con su vida. Fue encontrada por los oficiales, en su casa de campo a las afueras de Puerto Colombia, se había ahorcado. Nos enojó muchísimo que hiciera esto, porque no era la idea, nosotros debíamos hacerlo, pero la muy cobarde decidió adelantarse para no sufrir ninguna consecuencia. Maldición.
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