Arrastrando sus pies hasta su habitación, Troy prácticamente se dejó caer en su cama e inmediatamente, un sonido de puro alivio escapó de sus labios. Si le hubieran dicho lo cansador que era el sacar toda el agua de su casa y trapear, ni siquiera habría hecho el intento de hacer nada y habría aceptado que su estúpido padre llevara a alguien para que hiciera todo el trabajo. Pero como no había querido lidiar más tiempo con él y sus constantes preguntas sobre por qué Rayan estaba en su casa, se había negado. Suficiente irritado había quedado luego de su conversación con el alfa traidor como para que además tener que seguir fingiendo una actitud buena y complaciente con ese monstruo. Rodando sobre su espalda, Troy contempló el techo de su habitación y sus cejas inevitablemente se fruncier