Capítulo 2¿UN DUELO?– exclamó el Marqués. Era lo último que hubiera esperado de Lord Seabrooke. Mientras Daniela hablaba, había recordado que lo conoció en el Jockey Club de Newmarket y lo vio luego en varias ocasiones en el Club White de Londres. Le pareció un tranquilo caballero de edad madura, apuesto y con la apariencia, tal como lo describiera Daniela, de noble rural. En Inglaterra estaban prohibidos los duelos, pero se llevaban a cabo secretamente. Eran más corrientes en Francia, generalmente entre los extravagantes y presuntuosos jóvenes, siempre excesivamente pasionales respecto a sus amantes. El Marqués jamás se hubiera rebajado a tomar parte de un duelo de esa clase. –Cuéntame lo sucedido– le pidió a la joven. –No lo sé con exactitud… pero estoy segura de que tuvo que ver c