Como era evidente que estaba muy turbada, el Marqués le dijo con voz mas amable de lo que acostumbraba, –¿Qué es lo que la preocupa? Pero tal vez deba decirme primero quién es. –Me llamo… Daniela Brooke– respondió ella. –¿Brooke?– murmuró el Marqués, pensando que conocía a muchos Brooke. –Mi padre era Lord Seabrooke. Le oí hablar mucho de usted y de sus caballos. –Recuerdo que conocí a su padre en el Hipódromo de Newmarket, pero fue hace ya mucho tiempo. –Papá murió… por eso le pido ayuda a usted. –¿Qué clase de ayuda? –¿Ponía usted ayudarme a… escapar a Inglaterra? El Marqués la miró sorprendido. –¿Escapar? ¿Qué quiere decir con eso? Daniela miró hacia el casino. –Por favor escúcheme– rogó–, pero querría que nos fuéramos un poco más lejos… Si me encuentran tendré que irme con