Capitulo 4

1602 Words
¿Feliz? No qué va, Minying estaba mucho más que feliz y era que por fin vería a su Hec de nuevo después de estar seis meses cumpliendo en la Marina. Ya era libre para volver con su esposo. Tenía sus pertenencias bien guardadas . No sabía cómo reaccionaria Héctor al verlo con el cabello a corte militar ahora, a pesar de que lo tenia un poco largo pero no sé comparaba a cómo lo había traído. Además, su tono rosa desapareció desde la primera cortada el primer mes. Habían llegado al puerto y ahora mismo estaban formados en filas para poder irse, pero no sin antes un último discurso del Capitán Chimmae. --Han pasado seis meses, marines y de verdad que me siento muy orgulloso de mí tripulación. Este tiempo se comportaron al nivel adecuado, su entrenamiento fue más que bueno. Espero que lo que aprendieron en este barco sea puesto en practica día a día para que nuestro país pueda ser mejor.--...--El capitán se detuvo frente a todas las filas de soldados con sus manos agarradas a su espalda, posición limpia y erguida como debía estar el capitán de la Marina.--...--Son unos buenos marines, ¡¿CUIDARAN DE NUESTRO PAÍS?!--...--Gritó.-- --¡SI, SEÑOR!--...--Gritaron de vuelta.-- --Eso espero.--...--Eso obviamente sonó como una áspera advertencia.--...--Hoy regresan a sus casas portando con orgullo este uniforme que los identifica como marines. Sean buenos y amables, valientes y justos.--...--El capitán se dio la media vuelta haciendo sonar sus zapatos para caminar con tranquilidad hasta las escaleras que estaban sacadas conectando desde el barco hasta la entrada del puerto.--...--Den ejemplo a todos los que están allá afuera.--...--Señaló hacia abajo.--...--Son figuras a seguir ahora mismo así que respeten su uniforme, la insignia y al país.--...--Se hizo a un lado para con su mano, hacer un ademán que les daba la señal para empezar a salir y así lo fueron haciendo, fila por fila en orden.-- Minying sabía que entre la marina y las fuerzas armadas había una gran diferencia, tanto por el entrenamiento, el ecosistema y quienes lo dirigían. Conoció a Héctor siendo este un despiadado de primera clase y pues, no había cambiado en casi nada con el pasar de los años y Minying no se quejaba de cómo trataba a los soldados o "las nenas" como Héctor les decía. Nah, su esposo era más sexy mientras su lado perverso lo dominaba, y por supuesto... Minying amaba aquello. Chimmae, por otro lado, era más tranquilo conforme al entrenamiento, pero igual no era una persona muy paciente que digamos y por esa razón no debían tentar al capitán para que se molestara. Todo tiene su límite y no simplemente porque el capitán sea considerado y amigable se debían pasar de listos . No que no. Otra cosa; Héctor entrenaba a los soldados porque les gustaba ver cómo los soldados se esforzaban por alcanzar algún pañuelo, por llegar primero, por ganar algún combate cuerpo a cuerpo. Le apasionaba lo que hacía. En cambio Jung era por amor al país y lealtad al gobierno. Uno más comprensivo y el otro más arisco. Eran muy diferentes. Dejando de lado sus observaciones... Fue caminando detrás de sus compañeros que estaban delante de él, pero unos cuantos toques en su hombro lo hicieron detenerse y girarse con su maleta en mano. Era el capitán Park. --Teniente Coronel, Kim Minying.--...--Sonrió amigable con un sobre en sus manos.-- El nombrado se acercó un poco más al mayor dándole espacio a sus compañeros para que siguieran su camino sin interrupciones. Colocó ambas manos a los lados de su cadera adoptando una pose en forma de jarra. --¿Cuántas veces le he dicho que me trate solo como un Marín y no a nombre de mi cargo?--...---Enarca una ceja.--...--Capitán.-- --Muchas veces, de hecho, supongo que hasta podría hacer una canción.--...--Ambos rieron cómplices.--...--Pero es que es un poco complicado porque fuera de ser un Marín ocupas un gran cargo en la parte militar de las Fuerzas Armadas.--...--El mayor jugó con el sobre beige en sus manos.--...--Pero me alegro de no acostumbrarme a llamarte "Marín" porque ya terminaste tu lapso de tiempo aquí y debo tratarte como el Teniente coronel que eres.-- --Somos amigos, Chim, dejémonos de tantas formalidades ¿si?--...--El contrario asintió sonriendo.--...--¿De casualidad no sabes si Héctor ya llegó?-- El mayor negó. --Joder.--...--Hizo una mueca de inconformidad pero luego un puchero muy infantil para sus veintisiete años.-- --No te preocupes, ya llegará.--...--Lo reanimó el mayor.--...--Llegamos media hora más temprano de lo que pensábamos así que ha de venir en camino.-- Minying infla sus mofletes. Era verdad que habían llegado más temprano de lo acordado pero igual... necesitaba verlo ahora. ¡AHORA! --Oh cierto.--...--El mayor captó la atención del menor.--...--Esto es para ti.--...--Le extendió el sobre y Minying lo agarró con confusión.-- --¿Para mi?--...--Preguntó señalándose a sí mismo con el dedo.-- Park asintió. ¿Quién le mandaría tal sobre ...¿Y sin destinatario? Le dio la espalda al capitán para tener privacidad al romper el sobre con aquel contenido. Eran unas pequeñas hojas dobladas de poco a poco y con cuidado las abrió lentamente encontrándose con lo que nunca esperó ver. No puede ser. Sus manos comenzaron a temblar. Pasó la yema de sus dedos por encima de las fotos como si el tacto pudiese tocar el rostro de su esposo siendo besado por otro hombre, un hombre que estaba de lado, se admiraba su perfil. Minying de ahora en adelante no olvidaría ese rostro jamás. Chimmae escuchó un sollozo que venía de donde Minying estaba. Se acercó pero Minying estaba llorando. --¿Todo bien?-- Minying negó. --Sácame de aquí, Chimmae, no quiero ver a Héctor.--...--Jung frunció el ceño ¿Qué había ocurrido?--...--Solo sácame de aquí.--...--Dijo derramando muchas lágrimas.— (...) Kim despertó con un tanto dolor de cabeza y el cuerpo pesado pero aún así hizo un esfuerzo por levantarse de su cama. No recuerda que fue lo que pasó el día anterior... solo recuerda que estaba ejercitándose un poco en su habitación antes de que llegara el soldados Jaemin y le entregara una bandeja de comida y prácticamente lo vigilo para que comiera. Jaemin, Lim Jaemin. Seguramente él sabía lo que le ocurrió la noche anterior por lo que se colocó su uniforme rápidamente saliendo de su habitación rumbo a las habitaciones de los soldados. Hacía un frío del demonio pero necesitaba saber ¿Cómo llegó a su cama anoche? él siempre ha sido un hombre muy fuerte como para sufrir un desmayo así como así de la nada. Los soldados se colocaron firmes a medida que el coronel pasaba frente a ellos como alma que lleva el diablo. Kim no les tomó importancia porque solo debía encontrar al soldado Lim. Luego de dar varias vueltas por la base, al fin logró conseguir al pelinegro sentado en uno de los pasillos . --¡Lim Jaemin!--...--El nombrado giró su cabeza hacia la derecha para ver al hombre al cual tuvo la gran oportunidad de ver la noche anterior cómo Dios lo trajo al mundo. Solo que ahora sí estaba despierto, vestido y con llamas saliendo por sus ojos.-- Jaemin se levantó con sus piernas flaqueando como gelatina por los nervios, apoyó su espalda de la pared y torpemente logró ponerse firme. --D-diga usted, coronel.--...—Héctor se paró firme frente a él.-- --¿Qué me ocurrió anoche luego de que terminara de comer?--...--Su voz salió más demandante y regañona.-- Jaemin sabía que estaba en problemas y en unos muy serios pero tenía que ingeniárselas para salir ileso. --Usted... me vio cuando salí de su oficina, yo no sé nada.--...--Baja la cabeza.-- Héctor arquea una ceja mirándolo y prácticamente gritándole "sé que sabes algo más". --Es la verdad.--...--jaemin se alteró.--...--Usted terminó de comer y yo me fui de su oficina tal y como me ordenó.--...--Se acercó un poco al coronel y este seguía ahí parado como una roca sin moverse.--…-- Claro, no se le puede llamar orden porque prácticamente me echó de su oficina. Obviamente no iba a volver, coronel.-- --No le creo nada, Lim.--...--Susurra con rabia.-- --Pero es la verdad ¿Por qué lo pregunta? ¿Ocurrió algo anoche? ¿Un ataque?--...--Parpadea sus pestañas buscando convencer al coronel y conectan miradas. Héctor analizó la expresión confusa del soldado, no podía decir que le creía pero no puede acusarle de algo que ni él mismo sabe. ¿Se habrá desmayado o algo así? de todas formas, si así fuera no pudo haber llegado sólo a su cama.--...--Coronel... Jaemin bajó la mirada a los labios del contrario por varios segundos. Eran hermosos, Jaemin los besó anoche, los saboreo anoche mientras el coronel estaba inconsciente. Kim notó que algo estaba un tanto extraño en el soldado y dio dos pasos hacia atrás. Frotó su rostro con sus manos para acumular un poco de paciencia, ya que la necesitaba mucho ahora mismo. Le dedicó una última mirada al pelinegro para darle la espalda e irse. El soldado por fin pudo respirar adecuadamente cuando el coronel se fue alejando, el coronel no lo podía culpar de nada porque no tenia ninguna prueba. Héctor llegó a su oficina y se dejó caer en la silla, le dolía la cabeza de buscar las causas de que no recordara nada el día anterior pero simplemente se le complicaba aquello. ¿De verdad pueda que se haya desmayado? La falta de respuestas no hacían más que carcomerlo vivo pero debía dejar aquello a un lado y seguir con su trabajo. De todas formas, lo de su desmayo no dejó consecuencias graves ¿Cierto?
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