Capitulo 15

2797 Words
NOCHE DEL DIA ANTERIOR: Jaemin estaba en las afueras de la base fumándose un cigarrillo que le había regalado uno de sus compañeros de cuarto. Podría terminarlo e ir de nuevo dentro porque si el coronel Héctor lo ve por acá afuera lo reprendería. Dio una calada y expulsó el humo por la nariz perdido en el cielo despejado de la noche, pronto sería media noche y él estaba ahí mismo rompiendo una o dos reglas en una base militar, no le daba demasiada importancia de todas formas porque aquí había hecho más que sólo romper unas reglas del protocolo. Se sentó con cuidado en uno de los escalones de la entrada para mayor comodidad disfrutando de la única dosis de nicotina que tenía en meses. Recostó su cabeza de los laterales de la entrada disfrutando del silencio y la poca luz que le entregaba la farola blindada justo encima de su cabeza. Pronto terminaría la primera fase militar y estaba contento consigo por permitirse mantenerse entre los soldados destacados; le gustaba tanto cuando Héctor le asentía con aprobación, le daba palmadas reconfortantes después de llegar primero o ser quien más resiste. Todo el entrenamiento resultaba casi imposible cada día pero Jaemin había sacado fuerzas de donde nunca creyó tenerlas para así poder tener la atención de Héctor así fuera por unos cuantos minutos al día. Sus antiguas relaciones siempre terminaban en tragedias (por exagerar) aunque esa era la mejor manera para referirse a ello. Todo era muy plástico, aburrido, rutinario o tóxico. Sabía que con el coronel Kim también sería así pero tal fue su enfermizo amor que lo llevó a hacer todo lo anterior. Jaemin sentía que lo amaba mucho. Era muy estúpido pero a veces no elegimos de quien enamorarnos o revertir ese amor cuando nos ha atacado el corazón. En muchos casos... hasta la razón para utilizarla con claridad. Los pensamientos hacia Kim Héctor eran descabellados cada vez que lo tenía cerca, pero desde la primera vez que lo vio no pudo pensar en otra cosa que no fuera tenerlo para él y no importa lo que tuviera que hacer… lo tendría, podría alistarse cuantas veces fuera necesario, lo buscaría y Héctor podría abrazarlo como ese día en su habitación, le basaría con sabor a licor y dolor, con sabor salado gracias a las lágrimas. Jaemin estaba sonriendo sin ser consciente de ello y arrojó la colilla del cigarro en algún lugar del patio para seguir con sus adoradas visiones de un futuro donde él y Héctor, eran los protagonistas y nada les separaba, ni el coronel Minying, ni su padre ni nada. Se había encaprichado demasiado con alguien ajeno pero Lee estaba demasiado seguro de sentir amor. Estaba seguro de que su corazón no se pondría frenético de ser diferente. Una patada en su espalda lo hizo rodar por el resto de los escalones y caer encima de la nieve justo al final de los mismos. Al alzar la cabeza sólo le quedó pasar saliva y rogar salir vivo de esta porque el esposo de su gran amor estaba ahí parado en la entrada con sus brazos cruzados sobre su pecho y no se veía para nada contento. Minying bajó con lentitud cada escalón sin apartar los ojos del hombre que a según Héctor… pudo engañarlo en su misma oficina. Bah, es que todavía trata de darle peso a la versión de Héctor sin poder creerla pero Héctor prácticamente había llorado de impotencia en medio de la discusión de hace rato, descubrió que se metió con Chimmae y… --Eres de lo peor.--…--Sacó de su funda uno de sus tan afilados y preciados puñales. Lim retrocedió aún sentado en la nieve pero antes de alejarse más Minying saltó encima suyo colocando la punta del puñal justo encima de su yugular y el palpitar se aceleró bajo el filo.--…--Héctor dice que nunca se metió contigo y yo quiero saber la verdad de como pasó todo o tu te mueres ¿Entiendes?-- --¿Matarías a un soldado siendo tu el coronel principal de esta base? Yo sólo te hice el favor de abrirte los ojos demostrándote que tu esposo estaba conmigo cuando tu servías de Marín.-- Minying dejó sus ojos encima de aquellos y las ganas de enterrar el puñal y matarlo fueron inmensas pero Lee tenía razón… no puede darse el lujo de matarlo cuando es el coronel principal. Buscó la mano derecha del soldado pasándola por encima de su cabeza y con sus piernas ejerció presión en los costados para dejarlo inmovilizado.-- --Tienes razón. No podré matarte pero me gustaría ver como levantas un arma sin ningún dedo.--…--Lo hizo demasiado rápido hasta para Lim, quien sólo comenzó a removerse en el suelo. Minying se aseguró de cubrir su boca con fuerza.--…--Sh, shhh bien, creo que ya lo dejé claro ¿o no? Porque podría pasarme toda la noche haciendo esto sin cansarme.--…--Jaemin estaba llorando pero Minying no sintió ni un poco de pena por el pobre diablo.--…--Si gritas te voy a hacer tragar tu sucio dedo ¿Comprendes?--…--La mano ajena estaba sangrando debido al dedo pulgar que Minying cortó y lanzó por algún lugar pero conociéndolo, no dudaría en buscarlo y dárselo de comer.—…--Quiero la verdad.-- Alejó la mano de su boca mientras este sollozaba bajo. --Y-yo hace casi tres meses le llevé una comida y… --¿Y qué?--…--Agarró su mano izquierda amenazando con cortar el pulgar de este. Tenía su pie izquierdo inmovilizando el otro brazo por si Jaemin quiere pasarse de listo.-- --Le altere la bebida con una… u-una droga.--…--Los ojos de Minying se cristalizaron de repente.--…--Se desmayó y yo saqué las fotos. No parecía recordar nada pero era un efecto predecible.-- --¡¿Por qué mierdas has hecho eso?!--…--Lo sacude de la chaqueta.-- --Porque lo amo.-- Minying se alejó como si el soldado tuviera algún tipo de ácido. Tenía el estómago hecho un revoltijo de malas sensaciones y quiso morir, anheló dejar de respirar justo en este instante donde todo lo que había hecho se sentía aún peor cuando lo recordaba. Jungkook había sido una víctima en todo esto y el no pudo ver más allá de unas fotos, no pudo aclarecer su mente aquel día donde el día se le vino abajo ¿En qué se había convertido?, ahora, sólo estaba mirando la nieve bajo sus piernas y le ardía el pecho. Taemin trataba de parar el sangrado de su mano pero en eso vio el puñal que el coronel dejó tirado justo a su lado teniendo la que sería su idea perfecta: si Kim Minying desaparecía no había ningún impedimento para que Héctor esté con él, Minying era su más grande obstáculo porque a final de cuentas estaba casado. Aunque si el esposo dejaba de respirar todo se resolvería porque Por fin Héctor estaría completamente libre. Con su mano izquierda agarró el puñal y se fue acercando con pasos sigilosos mientras Minying estaba ahí a punto de morir de asfixia debido al llanto que era tal que no salía como debería. Jaemin alzó el puñal y de un movimiento rápido deslizó el puñal por la espalda del coronel quien sólo cayó boca abajo ahogando el grito que no salió de su garganta. Giró su rostro, Lim alzó el puñal dispuesto a enterrarlo por completo pero Minying rodó hacia la derecha propinándole una patada al muslo de y este cayó, Minying no perdió tiempo y le arrebató el puñal sin dejarle tiempo para defenderse, ambos estaban heridos pero ambos eran movidos; uno por rabia y dolor y el otro por supervivencia. --Maldito.--...--Se acercó con el puñal alzado pero el más bajo golpeó su muñeca lanzando el cuchillo lejos. Jaemin no quería morir y haría hasta lo imposible para mantenerse con vida.-- --Aléjese de mí.--...--Jaemin se colocó posición de combate sin importar la desventaja que se cargaba por tener un dedo menos. Minying imitó su acto dispuesto a pelear con este.-- Ambos se acercaron como imanes, atraídos para golpearse con fuerza. Uno por salvar su vida y el otro dispuesto a arrebatársela. Lim logró privar un poco Minying de un golpe en el estómago pero esto no duró mucho porque el otro rápidamente propinó una bofetada tan fuerte que el castaño resbaló por la fuerza, eso sin contar que el suelo resbaladizo con nieve no ayudaba en nada para este momento. El otro lo pateó con rapidez en sus costillas y seguido procedió a hacer lo mismo pero en su estómago sacándole le aire. Jaemin ya no tenía fuerzas como para seguir peleando pero intentó gritar para pedir ayuda rogando en sus adentros porque alguien lo socorriera. Cuando quiso gritar fue agarrado brutalmente de sus mejillas haciéndolo chillar y derramar algunas lágrimas de frustración y temor. Vio con horror el cuchillo que estaba cerca de su cara y el otro lo miraba sin expresar emociones en el rostro. --¿P-po... por qué?--...--Logró decir con dificultad debido al dolor y el agarre.-- Minying sonrió con ironía. --¿Te atreves a preguntar?--...-Bajó el cuchillo hasta enterrar la punta en un costado de sus costillas.--...--Lim grito desesperado, pero la mano del contrario se encargó de tapar su boca evitando escándalos.--...--Shhhh.--...--Susurraba.--...--Esto le pasa a metiches como tú. Eres un jodido psicópata de mierda que abusó de mi esposo.--...--Enterró el cuchillo completamente y los ojos de quien era la víctima miraron abiertos hacia el cielo con el dolor insoportable, sintiéndose cansado conforme los segundos transcurrían.-- Cuando el cuerpo de Lim dejó de moverse y sus ojos perdieron brillo Minying sacó de su funda trasera una pistola lista con el silenciador, quitó el seguro para dispararle justo en medio de las cejas al soldado sin titubear. --"Hace varios meses Lim trajo una comida porque no fui a comer, no quise darle muchas vueltas a asunto y solo me confíe comiendo lo que trajo, después de comer no recuerdo nada más de esa noche, mis recuerdos sólo son del día siguiente y aún si sospechaba algo extraño en el pasillo de los coroneles no hay cámaras. No hay que ser muy inteligente para que después de ver las fotos sepa que le puso algo a la comida y sacó las fotos mientras yo estaba inconsciente. Eso pasó antes de que salieras de la Marina".-- Guardó el arma consumido por la ira y la frustración. --¡Maldito bastardo de mierda!--…--Su rostro estaba mojado a causa de sus lágrimas que se fusionaban con las gotas que le salpicaban, el sonido de la carne abriéndose bajo suyo. Él enterró el cuchillo cinco veces en el estómago de Jaemin dejando un charco escarlata absorbido poco a poco por la nieve gruesa, tan gruesa como sus lágrimas saliendo en descontrol.--…--¡TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO!--…--Le temblaba cada parte del cuerpo y algo más.-- No podía respirar, se estaba ahogado. Se colocó de pie, se dio la vuelta y corrió como nunca sintiendo que era perseguido por algo sin pies, lo habían arropado de pronto con una sensación fea y desconocida y ahora la estrenaba justo en el pecho. No creía escuchar otra cosa que no fuera el golpeteo de propio corazón acelerándose un poco más con cada segundo que transcurría y sus piernas lo sacaban de la base más importante de la provincia. El miedo lo tenía consumido por completo ¿Cómo podría hacer para volver al día donde bajó de aquel barco y no ver el contenido del sobre? Nada de esto estaría pasando. Había cometido la mayor estupidez que nunca creyó cometer por no pensar con claridad y analizar la jodida situación como debería pero es que el de verdad…. Había echado todo por la borda como se suponía que había hecho Héctor. --"Me engañaron, Minying ¡¿Cómo quieres que te lo explique?!"-- Tropezó con una roca enterrada en la nieve y terminó cayendo al suelo empuñando el manto frío y blanco con rabia y molestia con todos; con el mundo, con Jaemin, con Chimmae, consigo mismo. Más que todo consigo mismo por haber actuado sin pensar pero… Minying sabía muy dentro suyo de que todo estaba realmente mal por donde lo viesen y él no podría hacer absolutamente nada para remediar este daño que rebasaba la tolerancia. Abrió los ojos con lentitud hipando con los ojos rojos e hinchados sin poder enfocar algo en su visión. Se iba a poner de pie cuando un frío abismal se centró justamente en su espalda. Le había dolido el daño que le hizo Jaemin pero por un momento pensaba que era un simple rasguño que no tardaría mucho en cerrar. Claro, de no ser porque los rasguños no te hacen sentir la espalda palpitar, húmeda y el aire de la noche se entrometa en tu piel muy pero muy dentro haciéndote sentir mareado. No debería ser así. Minying estaba tan enfocado en la realidad de los hechos que no pudo percatarse de la espantosa cortada trasera. Llevó sus dedos hacía la espalda haciendo una mueca por el movimiento, tocó la esquina de la herida y apartó las manos rápidamente mordiendo su labio inferior para no gritar. Tal vez si metía sus dedos ahí llegaría a tocar un poco más que piel, era muy profundo y no dejaba de sangrar. Apenas estaba cayendo en cuenta de su pantalón manchado de su propia sangre… no era de Jaemin. Intento regularizar su respiración y con manos temblorosas buscó una navaja que tenía siempre guardaba en su bota, por suerte no olvidó el encendedor y ahora con aquellos complementos en mano Minying tuvo que sacarse toda la ropa superior por más frío que tuviera, por más dolor que sintiera con cada segundo que pasaba marchándose factura por correr tanto estando en esas condiciones. Dio mecha al encendedor y colocó la navaja entre el fuego perdiéndose por un momento en su color dorado que se movía debido al viendo suave que castigaba la carne abierta de su espalda. --"Muy bien, soldados. Me complace verlos ahí.--…--Héctor tenía puesta sus gafas de sol, portaba su uniforme con elegancia y firmeza. Habían entrado en la tercera fase del entrenamiento que se realizaba a las afueras de la base con un terreno amplio y enlodado. Minying y sus otros cincuenta compañeros estaban enterrados en aquella tierra y sus cabezas eran lo único libre.--…--Quiero que recuerden: 'El dolor es mental', ustedes pueden salir de ahí, no sientan, no piensen en otra cosa que no sea lograr su objetivo.--…--Todos estaban removiéndose debajo de la tierra consumidos por el peso de la naturaleza donde no creían ser capaces de salir sin ayuda. Minying estaba sintiendo sus músculos asfixiados, los huesos inmóviles y la presión irse hacia su cabeza.--…--Y el único objetivo aquí es sobrevivir. Si pueden con esto podrán con todo allá afuera en contra de quién sea, someterán a sus enemigos, conseguirán victorias, tan sólo deben luchar y actuar sin pensar tanto. El dolor es mental, no piensen en el, no existe.-- Dejó el encendedor a un lado y pasó su brazo por encima de su cabeza. --“El dolor es mental".-- Agarró una manga de su chaqueta y la llevó hasta su boca. --“No piensen en el”.-- Hizo presión de la hoja ardiente en la punta de la herida mordiendo la tela en su boca pero no apartó la navaja. Su carne estaba humeante y un sonoro “tsssssss” ante el contacto. --“No existe”.-- Iban a quedar cicatrices de por vida ante una herida que no había sido tratada por un doctor pero Minying entrenó por años y este tipo de técnica solía parecerle muy dolorosa y... drástica, nunca recurrió a ella (debido a que ninguna herida que había sufrido se podría comparar a esta) y hoy era la primera vez haciendo esto. --"¡NO SOY DÉBIL COMO TÚ!"--...--Lo señaló con su dedo índice. Cada palabra que salía de sus labios era rabiosa y cruel.--...--"¡NO SOY COMO TÚ!"-- Repitió el procedimiento del metal y el fuego sin poder dejar de llorar. --No soy débil, no lo soy.-- *¿Qué fue lo que hice?*. Se preguntaba una y otra, y otra vez. “Tssssss~ "Tssssss~ El olor a carne quemada abundaba en el ambiente ¿Tan mal estaba aquella herida? Parece que si. --Es mental, esto no es nada. No duele en lo absoluto.--…--Así era porque, Héctor se lo enseñó pero su fuerza simplemente lo dejó ahí, moribundo y desvalido cayendo sobre la nieve en una madrugada de terror.--
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