Capitulo 16

1655 Words
  Despertó con mucho esfuerzo y mover los párpados siquiera había sido un verdadero reto aquella mañana, fría, sin calor, tan sólo pequeños copos de nieve acariciándole las mejillas hinchadas, los ojos de igual manera y la cabeza hecha un lío donde los puntos que creyó haber conectado se deshacen con agilidad en polos opuestos y ahí, cuando descubre la verdad es que puede reaccionar. Se gira quedando pecho arriba, no siente la espalda, no siente dolor físico… siente otro tipo de dolor mucho más profundo y doloroso que lo deja sin aliento por largos momentos que parecen interminables.   Se quedó mirando el cielo apenas iluminado por los pequeños rayos de sol teniendo envidia de lo despejado que estaba y él estaba ahí rompiéndose poco a poco en la soledad de un bosque silencioso y frío donde cualquiera que hubiera pasado horas ahí en su situación sin duda, moriría de una hipotermia o alguna infección pero Minying aún estaba aquí, respirando ido en sus pensamientos y recuerdos llorando al recordar bonitas experiencias a lo largo de su matrimonio y, de las más dolorosas escenas donde Héctor le gritaba todo su descontento por haberlo traicionado, donde le dijo la verdad y no le creyó.   Y entonces pudo llegar a una conclusión aquella mañana fría que reflejaba dolor en sus adentros.   --Soy malo.--…--Dijo bajo sin poder detener las lágrimas.--…--Lo arruine todo. Soy de lo peor que puede existir y yo no… no merezco nada.--   Y lo repitió tanto aquella mañana que se lo creyó mucho hasta el punto de sentir asco de su existencia porque desde que Héctor y el decidieron formar una relación que pretendía ser la mejor e ideal… Minying nunca tuvo otra buena razón para seguir en todo esto; la milicia, el Gobierno, las misiones, sus ascensos y, sin embargo, lo hizo porque Héctor estaba a su lado sin importar los entrenamientos donde Héctor olvidaba por completo la relación que llevaban y Minying le hacía caso en todo, daba lo mejor de sí, le entregó todo lo que había de si mismo para dar y ya no había más. No había más y tal vez no habría nada.   Ambos entregaron de si mismos y lucharon por ser mejores ¿Quién diría que él estropearía todo? Si alguien le decía aquello hace un año atrás Minying se habría reído como un maniático pero henos aquí…   A veces ni nosotros mismos sabemos lo que somos capaces de hacer hasta que simplemente pasa y luego la realidad nos golpea con fuerza.   Pero no hay nada que hacer   No parecía ser más de las siete de la mañana cuando Minying estaba caminando por la ruta ¿Cuándo corrió en la madrugada? Se preguntó aquello después de haber caminando en círculos con mucho cansancio pero al final diviso la base algo lejos pero llegó con un poquito menos de voluntad pasando rápidamente hacia la puerta trasera que comunicaba con su oficina y ahí procedió a cambiarse de ropa con la intención de salir de la base. No sentía nada y tal vez sea un milagro que esté caminando a estas alturas del partido.   Se asomó por la ventana y sus ojos impactaron de lleno con Héctor parado en medio del patio.   El corazón de Minying se aceleró de lleno cuando el mayor alzó la cabeza y lo vio.     Actualidad: . --¿Qué tal sigue tu tobillo?--...--Daniel alzó la cabeza rápidamente y a al capitán Chimmae entrar a la enfermería. Llevaba la misma ropa de ayer.--   --Bien pero tendré que alistarme de nuevo el año que viene. Los entrenamientos no se van a detener por mi y el doctor ya pasó reporte de mi reposo.--...--Bajó la cabeza hacia el vendaje.--   --Mmm que mal. Las cosas que pueden pasar por espiar a alguien.--...--Las mejillas del soldado se tiñeron de rojo.--   --Lo siento por eso e-es que yo quería conocerlo. Lo he visto por televisión y sé que es un hombre muy importante.--...--Chimmae sonríe ladino y se sienta en la camilla justo al lado del soldado.--   Le ofrece su mano.   --Park Chimmae, mucho gusto.--   --Lee Daniel.--   --Ayer pude notar que eres un soldado destacado en los entrenamientos.--   --No tanto.--...--Lo ve apenas de reojo. Podría estar ahora haciéndole todas las preguntas que tenía en mente desde que lo vio pero no, Daniel tenía que quedarse ahí como un idiota cohibido.--...—Lim Jaemin era mucho más aplicado y bueno en casi todo... Los demás sólo teníamos suerte si lográbamos llegar a la meta de segundo lugar.--   Chimmae arquea una ceja sin darle mucho crédito a las palabras de Yugyeom.   --Podrías ser mejor.--   --Podría, de no ser porque odio los entrenamientos.--...--Suelta una pequeña risita.--...--Me gusta la base pero los entrenamientos no. Solía estudiar antes de entrar aquí, era del tipo que no podía caminar mucho porque terminaba jadeando. Esto no es mi fuerte.--   --¿Pero quieres estar aquí?--   --Oh sí, por supuesto... es sólo que no creo tener madera para esto.--   --Mmm ya veo. ¿Te cuento algo irónico? Mi padre me obligó a entrar a las fuerzas armadas, yo las odiaba con todo mi ser porque fue lo que me distanció de mi vida cómoda. Pero mira donde estoy ahora.--...--Se señala sonriendo ampliamente.--   --El odio es un sentimiento tan fuerte como el amor.--...--Dice bajito mirando la sonrisa ajena.--   Park arquea una ceja coqueto.   --Eso ha sonado muy dramático y... poético.--   Daniel ahora si podría compararse con un tomate maduro.   Iba a responder de no ser porque el coronel Kim estaba parado frente a ellos con el coronel Minying en sus brazos.   --¿Dónde está el doctor?--...--Pregunta con nula paciencia.--   --H-ha ido de compras al centro.--...--Héctor divisa una camilla vacía y va con Minying colocándolo con una delicadeza extrema.--   --¿Y ahora qué le hiciste?--...--Pregunta Chimmae.--   Héctor lo fulmina con la mirada.   --Vale, vale no he dicho nada.--...--Alza sus manos rendido.--   Héctor se dirige hacia los estantes buscando algo que pueda ayudarlo con la herida de su esposo antes de irse con este a algún hospital. Necesitaba tiempo, no podía dejar la base a su suerte yéndose después de que han asesinado a un soldado.   --¿Qu-que le ha pasado al coronel Minying?.--...--Pregunta Daniel con cautela. Sabía cómo era el coronel Héctor así que lo menos que necesitaba era un regaño.--   Pero Héctor no estaba para regañar a nadie en estos momentos.   Fue hacía el cuerpo de Minying y lo colocó de lado alzando la camisa.   --Santa mierda...--...--El soldado pasó saliva.--   El capitán no dijo nada pero no podía apartar la vista de aquella monstruosidad oscura.   --¡Tiene un mal parido hueco en la espalda!--   --H-hay que cubrirlo porque puede infectarse.--...--Se levanta con cuidado Daniel sin atreverse a ver la herida de nuevo.--...--No se le puede echar nada porque la herida se sollaria, las quemaduras impedirán que sangre pero la herida necesita ser cocida. Le falta más que ser cocida. Supongo que la carne interna no se ha podrido gracias al clima.--   Héctor fue a los estantes de ropa sacando lo más abrigado que encontrase y Minying no despertaba pero respiraba con pequeños hipidos ¿Dónde se había metido para estar así tan destruido? Estaba demasiado demacrado, los labios morados, bajo sus ojos del mismo color.   --Se ve muy mal eso.--...--Dice Chimmae sin intención de llamar la atención de alguno de los presentes.--   --Jiu no puede enterarse.--...--Dice Héctor de repente mordiendo uno de sus nudillos.--   --Jisung ha estado buscando a Minying toda la mañana.--   --Va a armar un escándalo y tengo que sacar a Minying escondido de aquí. Con la muerte de Jaemin creo que se ha alborotado un avispero.--   ..........   En otro lugar...   --No lo acepto.--...--Susurra.--...--¡NO LO ACEPTO!--...--Grita.--   Sus emociones estaban muy por lo alto, pero al mismo tiempo muy por lo bajo debido a la tristeza y rabia juntas.   --Mi Jaemin.--...--Cubrió su rostro con sus manos llena de anillos costosos mojando sus palmas debido a las lágrimas.--...--Mi hijo no.--...--Se sentó en su sillón tratando de tranquilizarse. Sus trabajadores y escoltas estaban ahí frente de él, no podía derrumbarse por más dolor que sintiera.--...--¿Quien fue?--...--Secó sus lágrimas procediendo a ver a sus trabajadores.--   --Hace rato estuvimos en le base de las Fuerzas Armadas y varios soldados estaban durmiendo ciertas cosas.--...--Dijo uno de los guardaespaldas del señor Lee-   --¿Y?.--   --La mayoría dijeron que el joven Jaemin tenía un romance con el coronel Kim Héctor.--...--El mayor de todos frunció el ceño.--...--Pero que al parecer este dicho coronel está casado.--   -Sí, Eso lo sé.--...--Suspiró con cansancio.--...--¿Qué estaba pensando mi hijo?--...--Se preguntó en voz alta.--   El guardaespaldas siguió.   --Ellos dijeron que cuando el esposo del coronel, Kim Minying llegó todo fue muy tenso y que aquel fue quien odiaba a muerte a su hijo.--...--Agarra aire en sus pulmones para continuar bajo la mirada dura de su jefe.--...--Muchos vieron al coronel Héctor buscar a su esposo por toda la base y esta mañana muy nervioso y molesto. La desaparición de Kim Minying ha dejado mucho de que hablar en la base.--   El señor Lim no necesitó más para saber lo que había pasado.   Aquel coronel imbécil se cruzó en el camino de su hijo para desgraciarle la vida junto con su esposo. Un esposo celoso que mató a su hijo. No había que ser un genio para dar con la resolución del dilema.   --Mátenlos.--...--Dijo mirando el suelo.-   --¿Señor?--   --Mátenlos a ambos.--...--Miró a sus trabajadores.--...--Quiero muertos a esos dos para hoy mismo si es posible.--   --Pero el gobierno...   --El gobierno me importa una mierda.--...--Hizo lo posible para no gritar.--...--Solo mátenlos y ya. Del gobierno y las noticias me encargo yo.--   Los otros asintieron viéndose unos con otros antes de salir a hacer lo mandado.   El señor Lim se tomó la libertad de llorar como mejor le vino en gana.  Su hijo, su precioso Jaemin ya no estaba más.   Nunca debió dejarlo ir a las Fuerzas Armadas.
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