—A los hombres de la mina de hierro, señorita. Hace tres semanas que están en huelga. Son gente ruda. Sólo espero que no le hagan daño a la pequeña milady. Marisa se volvió hacia Turner, que continuaba esperando junto al carruaje. —¿En dónde está Su Señoría?— le preguntó. —Está de cacería con el Coronel Fitzgerald, señorita. Como Lord Acton se enfermó ayer, el coronel invitó al grupo a cazar en su propiedad. Su Señoría salió esta mañana a las ocho. —Debemos avisarle para que regrese inmediatamente. ¿Cuánto tiempo tomará ir a buscarlo? —Un jinete necesitaría cabalgar una hora a campo traviesa para llegar, señorita y, su señoría, hora y media para regresar con su carruaje. ¿Le sucede algo a milady? —Sí, algo muy malo. Debe notificarse enseguida a su señoría. Le escribiré un mensaje. Co
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