ISRAEL Sed de justicia

CAPÍTULO 39

ISRAEL

Después de recibir la aprobación de Evans para que yo pudiera entrar al FBI, salid de su oficina y lo vi a la distancia, me miraba como si él supiera algo que yo no, pero por el momento eso lo me importa, debo saber cuando es mi prueba física y asistir al hospital donde me harán todos los exámenes para ver mi estado de salud.

Fui con mi jefe y ese me entregó los formularios que necesito para hacer la prueba física, cuando los llene se los entregue a su secretaria y esta me enviaría al correo a donde debía presentarme para hacerme los exámenes médicos y para la prueba física.

Eso sería mañana por la mañana, así que me fui a mi casa a descansar y para mi sorpresa mi tío estaba ahí.

—Si no vengo a verte, tú no vas a visitarme —me reprocha mi tío y pues desde que resulte herido no voy a verlo, todo se me ha complicado.

—lo siento tío, pero tengo demasiado trabajo y me presentaré para ser parte del FBI —me disculpen y me entendió

—Te entiendo muchacho, pero hay cosas en la vida más importantes que el trabajo, por ejemplo la familia y el amor —habló mi tío y creo saber por qué lo dice

—¿Lo dices porque Sophie está en el internado? —pregunte y él asintió

—Si la amas, ¿por qué la alejas de ti? —preguntó mi tío directamente

—Es complicado y lo mejor para ella por ahora —respondí y camine a dentro de mi casa seguido por mi tío.

—Ella me pidió que estuviera más al pendiente de ti y que me asegurará que comieras bien, por eso te traje de cenar, esa chica te ama hijo, piensa bien lo que estás haciendo y no la dejes ir —fue el último consejo que me dio mi tío antes de irse de mi casa.

Me quedé cerca de la puerta de mi casa viendo como mi tío se va y no sé qué hacer. Quizás él tenga razón y al alejar a Sophie de mí de esa manera seguramente la estoy perdiendo, pero que más puedo hacer, jamás me perdonaría si le pasa algo malo.

Camine a la cocina y sobre la mesa está la comida que me trajo mi tío, tome el contenedor, lo destape y comencé a comer, como extraño cenar con Sophie y la pequeña Bella, ahora estoy aquí cenando completamente solo, cuando termine de cenar con amargura recogí todo y subí a la habitación, donde me desnude y entre a la ducha, donde las últimas noches hice mía sin parar a mi pequeña garrapatita.

Suspire al recordarla y salí de ahí, me coloque únicamente mi bóxer y trate de dormir, pero no pude di mil vueltas en la cama, pero extraño demasiado su calor, su olor no solo a Sophie, sino a Bella también, extraño que ambas Me usen como su cama.

Al darme cuenta de que me sería imposible dormir, salí de la cama, baje las escaleras y salí únicamente en bóxer al jardín, total mis antiguos vecinos están vendiendo la cada y ahí no hay nadie, la loca que no tiene amor propio, salió con sus maletas cuando yo estaba corriendo.

Me quedé como muchas noches antes de conocer a Sophie en el jardín recibiendo el frío de la noche, el cual es mi amigo, nunca me importo el frío, es como si fuera parte de mí.

Pero entre a la casa rápidamente cuando vi a una mujer acercarse a mí, tocó la puerta de mi casa y no sé quién demonios es y porque toca mi puerta a estas horas.

—TOC TOC —insiste en la puerta de mi casa

—¿Quién es? —pregunte desde dentro de mi casa

—Soy su nueva vecina, lo vi a lo lejos y quería saludarlo —responde la desconocida

—Estás no son horas para conocer a los vecinos —respondí molesto

—Lo entiendo, pero como lo vi afuera no pude evitar acercarme —vuelve a excusarse la mujer.

—Yo no sabía qué ya se habían mudado, pues mis vecinos se fueron recién esta mañana —comente sin abrir mi puerta, estoy en bóxer y no sé qué clase de loca sea mi nueva vecina.

—Sí, es que tenía prisa por mudarme, me divorcie y ahora vivo sólita al igual que usted si no me equivocó —no se que quiso insinuar esa mujer

—Sí, pero es muy tarde para conocernos los mejor es que se vaya —hable esperando que esa mujer no insista

—Está bien, lo veré mañana, mi nombre es Sofía ortega —hablo de manera coqueta esa mujer

—Yo soy el detective Santana, buenas noches —respondí y luego ya no la escuché, supongo que se fue así que subí a mi habitación.

Después de mil vueltas en mi cama, por fin me quedé dormido, pero fue casi al amanecer, por lo que no dormí nada, pero de igual forma tenía que irme a realizarme mis exámenes y mis pruebas físicas.

Pedí algo nutritivo de desayunar, algo no muy pesado, desayune tranquilo, recogí todo y salí de mi casa al hospital donde me realizarían los exámenes de drogas y todos los demás, por lo menos el de drogas se que va a salir limpio, pues no consumo nada de eso.

Cuando iba de salida la vecina me saludo a la distancia, yo le respondí con la cabeza y subí a mi auto, lo puse en marcha y arranque, la verdad no recuerdo ni su nombre, tampoco es algo que me interese, tengo demasiadas cosas que hacer como para preocuparme por el nombre de la vecina.