CAPÍTULO 37
1176 Words
ISRAEL
Saber que no la veré por mucho tiempo, me volvió loco, quería tener a Sophie conmigo siempre, aunque sé que lo mejor para ella es que esté lejos de mí, por eso no pude contenerme y la fui a buscar al espacio, donde con la ayuda de dos tragos no me detuve y la hice mía hasta cansarme.
Su cuerpo me encanta, su carita cuando se acerca el orgasmo me mata, verla disfrutar es lo mejor del mundo, me he vuelto adicta a ella y ya no puedo negarlo.
Cuando termine de disfrutarla en el despacho, pretendía seguir en la habitación, pero cuando entré con ella en mis brazos vi a una pequeña polizonte en la cama, así que sonreí y en silencio llevé a Sophie a la ducha donde despertó por el agua y le dije que guardará silencio o nos escucharían.
Ella se contuvo bajo la ducha, pero sé que se moría por gritar, su hermosa carita lo decía todo cada que la embestida, cuando salió de la ducha se quedó dormida, apenas toco la cama, yo me coloque mi ropa de dormir y también entre a la cama, cerré mis ojos y desperté con el huracán Sophie corriendo de un lado al otro porque se le hizo tarde.
Ella me decía que todo era mi culpa por no dejarla dormir, así que para ayudarla, me encargue de imprimir el trabajo que ella hizo la noche anterior y guardarlo en una carpeta, acomode sus cosas y le dije que hoy yo pediría comida de un restaurante familiar en donde solo venden cómoda casera, sí que se calmó y luego se pudo ir tranquila.
Mientras desayunaba con la pequeña pulga, ella se veía molesta conmigo, y yo no entendía el porqué, pues yo no le hice nada, así que al terminar de desayunar no pude más y le pregunte.
—a ver Bella, ¿que te pasa?, ¿por qué me miras así?—pregunte ya cansado de que me mire con sus ojitos y su cara de enfadada
—Tú le pegaste a Sophie —responde haciendo un puchero y yo la miré sorprendida
—No, yo no le pegue, ¿de dónde sacas esa locura?—respondí y la interrogue porque jamás lastimaría a mi garrapatita, bueno si la azotaría y le daría algunas nalgadas, pero nada que ella no disfrutara
—Si lo hiciste, anoche baje a buscarlos y la escuche gritar en tu despacho y se escucharon unos golpes —me grita la pequeña pulga enfadada y no sabía si reír o llorar, nos escuchó anoche mientras la hacía mía en el despacho
—No, yo no la golpe, estábamos jugando, unos juegos de adultos, juegos que juegan las personas cuando se aman y que Sophie gritara fue porque se estaba divirtiendo mucho —respondí y pues no creo que ella ni siquiera entienda lo que su papá le hizo, como va a entender lo que paso anoche ente Sophie y yo.
—Entonces, ¿no le pegaste? —preguntó Bella
—No jamás le pegaría, la amo —respondí, y ella sonrío.
—Bueno, entonces si podemos ir a jugar ahora —salta Bella de la silla feliz
—Si vamos —respondí con resignación
Mientras jugábamos fui preparando a Bella para irse al internado en dos días, le indiqué lo que debe o no decir antes cualquier pregunta, también le conté como llegaría al internado, una mujer que contrate la llevara en representación de sus padres, ella será su abogada y apoderada legal, sus padres la autorizaron para llevar a la niña a aquel lugar hasta que ellos regresen.
Por supuesto todos sabemos que ellos no regresaran, pero necesito tiempo y debo hacer creer que están de viaje y después se descubrirá lo que le hicieron a su hija y comenzaran a buscarlos la policía de todo el país y los considerarán prófugos de la justicia y esa será la razón por la que abandonaron a su hija y huyeron.
Después veré que pasara son Bella cuando todo esto pase, pues al no estar sus padres puede seguir en el internado mientras sus gastos estén pagados, pero no sé si la quiero dejar ahí hasta que sea mayor de edad.
Ya tengo demasiados problemas y ese lo resolveré después, pues aún tengo algo de tiempo, en cambio, para encontrar al médico, seme está agotando, pues ya recibí la carta del FBI, Evans y Taylor regresaran la próxima semana y, ya que voy a presentarme para ser reclutado por el FBI, tengo que pasar la el examen psicológico y la prueba física.
Así que me dedique los dos días que me quedaban con Bella a entregarla para que guarde silencio y a enseñarle como defenderse, es una niña y en dos días no es mucho lo que pude enseñarle, pero por lo menos sabe lo básico.
Esos dos días me acostumbré a sus berrinches y que siempre consigue lo que quiera de mis haciéndome ojitos. Sophie se reía de mí, por qué decía que ningún criminal pudo conmigo y una niña de cinco años me domina.
Por supuesto que no esas son solo ideas de Sophie, ya que por la noche cuando Bella se duerme a ella no la dejo dormir, aunque protesta por las mañanas, en la noche disfruta y no se niega, así pasaron sus dos días y ya tengo todo listo para despedirme de Bella, pues de Sophie me despedí por la noche y ella ya se fue al internado y no sé cuando la volveré a ver.
—Bella, recuerda lo que te dije, pórtate bien, estudia mucho y quizás pronto nos volvamos a ver —le recuerde a la pequeña que tenía lágrimas en los ojos, así que se las limpie.
—Me prometes que me irás a ver algún día —Bella en medio de su llanto
—te lo prometo, ahora no llores mi pulguita hermosa, verás a Sophie en el internado, no estarás sola —le recuerde y ella asintió
—Llámeme cuando la haya dejado en el internado —le recordé a la abogada que contrate para que lleve a Bella a ese lugar.
—Lo haré, no se preocupe, todo saldrá bien —Bella me dio un último abrazo y se fue con la abogada en su auto, se despidió de mí nuevamente desde la ventana del auto con su manita y yo hice lo mismo.
Cuando el auto desapareció de mi vista entre a la casa que ya se sentía completo vacía, camine hasta la habitación de Isabel y vi las marcas en la pared.
—Isabel, tan solo falta ese médico y todo esto acabará, claro aún me falta encontrar a la tía de Sophie y su marido, pero lo haré y ya todo terminará, solo espero poder estar a lado de Sophie y si no es así, quizás me reúna contigo después de quince años —hable en la habitación de mi hermana como siempre lo he hecho como si ella estuviera ahí a mi lado
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