ISRAEL Sed de justicia

CAPÍTULO 32

ISRAEL

Cuando llegue a mi casa con la pequeña, lo primero que hice fue llamar a un médico amigo para que me dijera que medicamentos debo usar con ella y las cremas para sus golpes.

Cuando obtuve todas las indicaciones del médico deje la niña en la habitación que era de mi hermana dormida y salí a comprar todo lo que la niña necesita aún no se que haré con ella, pero si tenía claro que necesitaba ayuda para cuidar de sus golpes.

Por lo que llame al internado donde está Sophie para qué la dejarán salir hasta mañana, ella debe saber como cuidar de una niña o por lo menos es más delicada que yo a la hora de tratarla.

así que cuando termine mi comprar fui por Sophie y le conté lo que paso y sobre la niña, luego. la lleve a casa y se las presente, Al principio la pequeña desconfiab, peroo le dije que ella era un ángel, que la ayudaría a bañarse y luego le indiqué a Sophie que en las bolsas está todo lo que necesita para la niña y salí.

las dejé sola y fui al jardín a hacer algunas llamadas y fumar algunos cigarrillos, en el jardín decidí que hacer, entregaré todas las pruebas de los abusos de esos dos a la policía, pero también un documento firmado y notariado donde esos dos dejan a la niña toda su fortuna y donde la interna de manera voluntaria en el mismo internado donde inscribí a Sophie.

Ese plan me costará mucho dinero, pero bien valdrá la pena Por seguir estando libre, la niña debe quedarse unos días conmigo hasta que me entreguen esos documentos y yo pueda llevarla al internado y salga la orden de captura de sus padres.

por supuesto la historia se repite nuevamente, la policía buscará dos fantasmas, buscarán por años hasta que se den por vencidos y ya no busques esos dos.

Espero que la pequeña mantenga su boca cerrada y no diga nada de lo que vio en esa cabaña, creo que deberé hablar con ella antes de llevarla al internado. Mientras fumaba mire a la cocina y vi a Sophie cocinando como siempre y me gusto esa imagen ojalá nunca se fuera, pero no puedo retenerla aquí conmigo.

Termine de fumar y entre a la casa me senté en la mesa al igual que la niña, Sophie me sirvió la cena y cuando estaba por comenzar a comer Sophie llamo a la niña por su nombre y me quedé viéndola sin poder creerlo.

—Isabella, espero que te guste todo lo que prepare —desea Sophie y luego de sonreírse con la niña voltea a mirarme y luego me interroga

—¿Estás bien? ¿Te pasa algo? —me pregunta Sophie sin dejar de mirarme

—Si estoy bien comamos —disimule que mi corazón se detuvo al saber el nombre de la pequeña niña y saber que paso por lo mismo que mi hermana me molesta aún más

Cuando terminamos de comer fui al despacho y tome un par de tragos, no podía creer que en esa niña esté reviviendo todo lo que paso mi hermana, ahí me quedé hasta tarde en la noche, cuando salí subí las escaleras y escuché voces en la habitación que perteneció a mi hermana, en cuanto abrí la puerta vi a Sophie leyéndole un cuento a la pequeña.

—¿Por qué no está dormida?, Ya es muy tarde —pregunte desde la puerta

—Ella quería esperar que tú le dieras un beso de buenas noches como en las películas —comenta Sophie y yo me acerqué a ambas

Me senté en la orilla de la cama y dejé un beso en la frente de la hermosa pequeña de ojos azules.

—Descansa bella —le hablé con cariño y ella sonrió, se acomodó en la cama y cerró los ojos, abrazando un pequeño oso que le compré en la tienda.

Esperamos un momento junto a la pequeña hasta que se quedó dormida y luego salimos de la habitación, cerramos la puerta con cuidado y quedamos solos en el pasillo.

—Mejor me voy a duchar, mañana volveré al internado —Sophie intento irse y la abracé por la espalda aspire su aroma y bajé hasta besar su cuello, toda ella se estremeció y me encantó sentirlo

—Deja que me duche contigo —Supliqué sin deja de besar su hermoso cuello

—Israel mañana me iré —Sophie muy nerviosa

—Lo se, pero quiero tenerte esta noche entre mis brazos, aunque ya mañana me dejes, te necesito —seguí besándola y de a poco ella cedió y le quite su blusa dejándola solo en sujetador.

—Solo por esta noche —Aclaro Sophie y yo sonreí

La cargue en mis brazos y la lleve a la ducha, donde le quite toda su ropa con desesperación y luego quite la mía, la bese por cada rincón de su exquisito cuerpo, y no hubo parte de su cuerpo que no tocara con mis manos.

En cuestión de segundo ya estaba completamente dentro de ella, seguía siendo difícil entrar como la primera noche, pero muy placentero, ella gemía para mí y yo no quería detenerme, en cada embestida me sentía en la gloria misma con Ella.

Ella enterraba sus uñas en mi espalda y mordía mi hombro cuando creía que ya no aguantaba más, hasta que ambos llegamos a la cima de nuestro placer, bajo el agua de la regadera.

Nos seguimos bañando y cuando estabamos por salir escuchamos unos toques en la puerta.

—¿Ángeles están ahí? —pregunta la pequeña bella del otro lado de la puerta

Sophie me miró con cara de reproche y yo me encogícoji de hombros porque se molesta conmigo yo que hice ahora.

—Si bella ya vamos —Sophie se cubrió bien con una bata de baño

—Yo te traeré tu pijama —Sophie salió de la habitación y yo me quedé ahí esperando unos segundos después entró con un bóxer para mi y el short de mi pijama y se volvió a ir sin decir nada

Me coloqué mi bóxer y el short de mi pijama, salí del baño y para mi sorpresa ahora no solo comparto mi cama con Sophie sino que bella está ahí también en medio de la cama, no dije nada y camine hasta el otro lado de la cama me acosté y la pequeña se arrimó mi y se acurrucó cerca de mí, Sophie hizo lo mismo.

—buenas noches —la pequeña bella me dio un beso en la mejilla y se durmió sujetando mi mano

—Eres su salvador, ahora ¿qué harás? —pregunta Sophie y esa es una buena pregunta, la quiero enviar al internado, pero eso tomara unos días que haré mientras esos pasa.