ISRAEL Sed de justicia

CAPÍTULO 31

SOPHIE

El día en el internado fue tranquilo, me concentré en mis clases y en nada más, aunque por momentos Israel venía a mi mente, me preguntaba si ya había desayunado o se está buen, si ni volvió a fumar o si estará triste.

Pero aún no estaba lista para volver a su lado, así que seguí conociendo a mis nuevos compañeros de clases y adaptándome a las clases, pensé que esa seria mi rutina pero la directora vino por mí

—Señorita Muller, su tutor la espera afuera —me informa la directora y yo quede sorprendida ¿ qué hace Israel aquí?, se supone que no lo vería hasta que saliera de aquí y si yo decidía volver

—Gracias, señora directora — caminé hasta la salida, donde el portero me dejó salir, al parecer tengo permiso hasta mañana o al menos eso dijeron

—¿Qué haces aquí? —pregunte apenas estuve frente a él y no pude evitar notar que no ha dormido nada, tienen ojeras y se ve el cansancio en sus ojos.

—Sube, tengo un gran problema y necesito tu ayuda —el abre la puerta del copiloto y yo le obedecí, ni siquiera se porqué le obedecí sin preguntar, pero lo hice

Israel entró al auto y lo encendió, luego lo puso en marcha y se que conduce de regreso a casa, vi unas bolsas en el asiento trasero y no pude evitar ver que eran, había ropa para una niña de unos cinco años, cremas y medicamentos para el dolor, eran medicina pediátrica, incluso había una crema que funciona para cicatrizar, mire a Israel y no pude evitar preguntar.

—¿Qué es todo esto?, ¿que hiciste? —pregunte preocupada

—Mate al amigo de mi padre y a su esposa, eran peor de lo que recordaba, el bastardo abusaba sexualmente de su hija de cinco años, después de asesinarlo lleve a la niña a mí casa, no sabía qué hacer y la dejé por un momento mientras venía por ti y las cosas que ella necesita para sentirse mejor —responde Israel

—¿Y la dejaste sola? — pregunté preocupada más por la niña que por el hecho de que el haya matado a dos personas

—¿Qué podía hacer?¿cómo explico que la niña está conmigo?, nadie puede enterarse —Israel con mal humor algo normal en el especialmente si no duerme

—Apresúrate, la pobre debe estar asustada —pedí mientras el solamente se limitó a acelerar.

Al llegar a su casa bajamos las cosas y subimos a la habitación, en la cual me entere que pertenecían a su hermanita hace quince años atras, cuando entré seguida de Israel la niña estaba en un rincón escondida.

A Israel lo dejo acercarse un poco, pero cuando yo intento acercarme se asustó y se escondió aún más, no confía en mí por lo que pude notar.

—Tranquila, ella si es un ángel y solo te quiere ayudar —Israel le habla a la niña con una ternura que antes no había escuchado en el.

La niña me miró por un momento y luego temerosa se acercó a mí y tocó mi rostro, me regalo una pequeña sonrisa, pero no dijo ni media palabra.

—Ella te va a ayudar a bañarte y a cambiarte —le indica Israel a la pequeña que solamente asiente

—En las bolsas, está lo que necesitas, también hay medicamentos para el dolor y cremas para sus partes lastimadas, no te preocupes todo es por recomendaciones de un médico amigo mío ayúdala —el me dio un rápido beso en mis labios al que no pude reaccionar y luego miré a la niña rubia de ojos azules quien me miraba atenta.

—Vamos a ducharte y a deshacernos de esa ropa sucia —Tome a la niña de la mano y la lleve a la ducha

La pequeña se quitó la ropa y yo tuve que contener mi llanto, cuando vi todas las marcas en su pequeño cuerpo quise llorar, mal nacidos como le pudieron hacer eso a su propia hija.

Con cuidado la ayudé a bañarse, pues le dolían muchos de los golpes que tenía y tenía su pequeña zona íntima lástima y pues tuve que ser cuidadosa, lave su hermosa cabellera rubia con un champoo que Israel compró para ella y luego fui por una toalla de baño la envolví en ella y la lleve a la habitación donde la ayudé a secarse.

—Te voy a colocar un poco de esta crema en tu manita y quiero que la apliques ahí, es para que te sientas mejor y no quiero que te sientas incómoda ¿entiendes? —le explique mostrando la crema para su zona íntima y ella asintió

Coloque la crema en sus dedos y ella misma la aplico, hizo un pequeño gesto de dolor, pero aplico bien la crema y luego le di el medicamento para el dolor, la ayude a vestirse después de aplicar crema en el resto de su pequeño cuerpo y la peine, le hice dos coletas, y por último le coloque unos zapatos deportivos que Israel le compró.

—Lista, quedaste muy hermosa, ¿puedo saber tu nombre? — pregunté y ella pareció pensarlo

—Soy Isabella —respondió apenada

—Que hermosos nombre, al igual que tú. Yo soy Sophie y quiero ser tu amiga, claro si tú quieres ser mi amiga —exprese y bella simplemente asintió

—Ahora bajemos, debes tener hambre voy a preparar algo rico de comer para los tres —la pequeña tomo mi mano bajamos a la cocina la senté en la silla y quedaba muy pequeña, pues aquí no hay sillas para niños.

La deje sentada mientras cocinaba, note que Israel fumaba afuera, el sabe que no debe estar fumando y aún así lo hace, me molesta que no se cuide, pero ahora no quiero discutir con el, en frete de la niña.

Me concentré en cocinar y cuando termine el venía entrando, se sentó en la mesa y yo comencé a servir, primero a él y luego a la pequeña.

—Isabella, espero que te guste todo lo que prepare —Ella me sonrió y cuando volteó a ver a Israel el está en blanco mirando a la niña, no entiendo qur le pasa