SOPHIE Cuando di la vuelta ye encontré con la mirada de desaprobación de Ilias, pensé que él me regañaría, pero no fue así, se acercó y me abrazo con fuerza. —Si haces a mi muchacho feliz, te voy a estar agradecida eternamente —Ilias mientras me abraza. —No, tenemos nada, solo fueron dos besos, aún no hablamos —confesé apenada —Tal vez tú no lo sepas, pero Israel jamás te hubiera besado frente a mi puerta si no fueras importante para él, él solo busca mujeres para desahogar sus instintos, pero jamás las besa y menos frente a mi casa —me cuenta, Ilias. —Entonces, ¿tú piensas que él siente algo por mí? —preguntó sin entender lo que él trata de decirme. —No lo pienso, estoy seguro de ello —responde Ilias y yo le sonríe, pues si me emociona la idea de que Israel sienta algo por mí. —E