CAPÍTULO 26

1414 Words
ISRAEL Después de unos largos minutos la pequeña garapatita al fin se separó de mi pecho limpio los últimos rastros de sus lágrimas y me miró con sus hermosos ojos verdes esmeralda. —No vuelvas a asustarme así —me pide después de limpiar su rostro un poco —No fue mi intención garrapatita — tomé un mechón de su cabello y comencé a jugar con él, mientras ella me miraba —No me digas así —me pide con un tierno puchero mi garrapatita —¿Por qué? Si eso es lo que eres, desde que te conocí te pegaste a mí y ahora ya no creo poder librarme de ti —respondí y apreté su nariz, ella me mostró su lengua —Qué linda legua, conozco muchas cosas que puedes hacer con ella —comente y ella se puso muy roja —eres un sucio, pervertido, voy a buscar al médico para que sepa que ya despertaste —Sophie se fue y yo mire su hermoso trasero, Dios sí que tienen un trasero hermoso. Después de un rato ella entró con el doctor, el cual me reviso y dijo que estaba bien, pero debía pasar otro día en observación, eso ni que lo sueñe. Le informé al doctor que me iba a mi casa, autorizara o no mi salida, comencé a quitarme, los aparatos a los que me tenían conectado y al estúpido médico no le quedó de otra más que darme de alta, por supuesto firme haciéndome responsable de mi decisión y sus consecuencias idiotas, si supieran que así como estoy los puedo matar a todos. Sophie un poco sonrojada me ayudo a vestirme, es que estaba solo en bóxer y pues mi garrapatita es tan inocente que provoca quitarle esa inocencia de mil maneras. Cuando salimos ella marcó a un taxi para que nos llevara, la mire porque si mi auto está aquí no nos vamos en él. —Vámonos en mi auto—le informé y ella protestó como siempre —No, tú no puedo conducir y yo no sé manejar —Sophie, me detiene y de verdad no estoy de humor para esperar un taxi ni mucho menos para discutir con ella —¿tienes mi celular? — pregunté algo adolorido, pero no dije nada, pues de seguro me hace volver a entrar al hospital —Sí, ¿quieres que llame a alguien? —Sophie —Sí, llama a Torres que venga por nosotros, después de todo es su culpa que yo esté herido —espere que Sophie hablara con él, pero ella está siendo muy amable y Torres se podría negar, así que le quite mi celular ?—Si en diez minutos no estás aquí iré a tu casa y aun herido te voy a golpear hasta que me canse —amenace a Torres y funciono ?—Ya voy para allá —responde Torres y yo le di el teléfono nuevamente a Sophie, quien me mira con cara de reproche. —¿No puedes ser más educado o más amable? —Sophie —Con Torres no, pero contigo puedo intentarlo —le respondí mientras acaricio su mejilla y ella se sonroja, es tan tierna, que siento miedo de que se aleje cuando epa lo que soy. —Es un comienzo —Sophie apenada. El idiota de Torres llegó y casi se cae del auto al bajar, Sophie contuvo sus ganas de reír y a mí me dolía demasiado como para hacerlo. Sophie me ayudo a entrar a la parte delantera del auto y ella entró atrás, Torres volvió a subir y se puso en marcha a mi casa. —¿No iras con tu tío? —Como siempre el torpe queriendo saber de mi vida, a veces he considerado que sea gay y la razón por la que está detrás de mí es porque le gustó. —No, él no sabe lo que paso y no quiero preocuparlo, así que no te metas en mi vida y llévame a mi casa —pedí molesto, porque sentí mi herida sangrar, afortunadamente mi chaqueta es negra y no lo notarán fácilmente. El resto de viaje fue en silencio y en cuanto llegamos Sophie me ayudo a bajar y entramos a la casa, ella le dio las gracias a Torres, pero yo no, después de todo es su culpa y la de los ineptos de sus hombres que este yo herido. Me senté un momento en la cocina, pues ya no aguantaba el dolor, Sophie se acercó preocupada. —No debiste dejar el hospital, no estás bien —ella ya tenía pequeñas lágrimas en sus ojos —No, no llores, eres demasiado hermosa para llorar —limpie sus lágrimas y la acerque a mí hasta besarla. El beso fue más húmedo de lo normal por sus lágrimas, pero igual fue delicioso, pero me comenzó a doler un poco más la herida, dejé de besarla. —Tú, no estás bien, voy a llamar al médico —Sophie intenta ir a buscar el teléfono, pero la detuve, no se lo permití. —No, solo necesito cambiar mis vendas, tomar la medicación y descansar, ayúdame a subir —pedí poniendo de pie. —No deberías subir escaleras —comenta Sophie mientras me ayuda a subir. —No dormiré abajo — aclaré y seguimos subiendo, debo reconocer que cada escalón causaba que mi herida dolerá cada vez más, ahora agradezco que no sea una casa de tres pisos. Cuando al fin llegamos arriba nos detuvimos a respirar un momento, más bien yo necesitaba recobrar el aliento, después caminamos hasta la había, Sophie me ayudo a acostarme con cuidado. —Busca el botiquín y ayúdame a cambiar mis vendas —le pedí a mi garrapatita y esta corrió por lo que le pedí, luego me ayudo a quitarme la camisa con cuidado y el pantalón, quede únicamente el bóxer y sus mejillas se corrieron a sonrojar. —Sangraste mucho —Sophie mientras me ayuda quitando las vendas —Sí, pero ya se detuvo, solo desinféctala y coloca unas nuevas —pedí conteniendo el dolor tan grande que tengo en estos momentos. Después de que cambiara mis vendajes me trajo los medicamentos para el dolor y para poder dormir. —Ve a cambiarte y ven a dormir —pedí acomodándose en la cama con cuidado, esperando que las pastillas hagan efecto —Creo que yo debería dormir en el sofá, para no lastimarte —mi pequeña garrapatita —No, duerme del lado donde no está mi herida, así no me lastimas —hable y ella sonrió —Bueno, ¿mañana podemos hablar? —preguntó mi pequeña garrapata mientras busca una de sus pijamas —Sí, ¿de qué? —la vi nerviosa, así que sentí curiosidad —De nosotros, es que tu tío nos vio besándonos y no sé qué decirle —Sophie, apenada, tan hermosa y tierna como siempre —Claro que sí, hablaremos mañana, por el momento no le digas anda a mi tío, si lo dejamos opinar, nos casa mañana mismo —le hable con la poca dulzura que poseo, pues ella se lo merece Ella sintió y entró al baño, escuche la ducha y después de un rato no se escuchó nada y salió con su pijama, apagó la luz y entro a la cama, del lado donde no está mi herida y muy lejos de mí. Me reí porque casi se cae, está en la orilla, sé que tiene miedo de lastimarme, pero yo la quiero muy cerca de mí, así que con un poco de dolor la atrae hasta mi pecho. —¿Qué haces?, estás herido —protesta Sophie —No sabes todo lo que te puedo hacerte aún herido, así que deja de protestar y quédate a mi lado — exprese ya cansado y ella asintió sonrojada y se acomodó en mi pecho —Descansa mi garrrapatita —deseo mientras dejé un beso en su frente —Tú también descansa energúmeno —Ella se levanta un poco y deja un beso en mi mejilla, yo la detuve y la besé en los labios, ella se sonrojó y volvió a mi pecho donde se quedó dormida rápidamente mientras yo acaricio su cabello. Yo tardé un poco más en dormir, mi herida molesta un poco, creo que esos medicamentos no sirven para nada, porque no puedo dormir y tampoco se alivia el dolor, después de un par de horas fue que pude descansar junto a mi hermosa garrapatita.
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