ISRAEL Sed de justicia

CAPÍTULO 42

ISRAEL

En cuanto sonó el disparo, revise mi cuerpo y no tenía ni un agujero de bala, cuando alce la mirada el tal Leo cayó frente a mí y justo detrás de él estaba ese hombre de ojos azules mirándome fijamente y apuntándome con su arma, la misma con la que acaba de disparar a Leo quién agoniza en el suelo.

—Evans, que esperas para disparar? —pregunte, por qué esa es la única manera de qué me detenga, ahora que sé la verdad, tendrá que matarme para evitar que yo salga a buscar esa mujer

—Tienes dos horas antes de que lleguen aquí —fue la respuesta de Evans, quien bajo su arma y me lanzó un bolso.

Cuando mire el contenido entro de ese bolso lo entendí todo, él ya sabía la verdad, esas cosas dentro del bolso estaban en el auto que uso para matar a esas escorias, él lo encontró y ahora entiendo que el FBI viene por mí y Evans me está dando dos horas para terminar de hacer justicia por mi hermana.

—Dos horas es más que suficiente —respondí, para luego salir de ese lugar, pero Evans me detuvo.

—No puede salir de este lugar, pues el camino está bloqueado a dos kilómetros, si corres la alcanzarás —comenta Evans con un cuchillo en su mano, supongo que sus hábitos de comer carne humana no han cambiado por más que cambiara su nombre.

—Gracias por la información, y disfrútalos —Comenta antes de salir de ahí.

Al salir noté que estamos en el bosque, qué gran error, este sitio lo conozco mejor que nadie y esa mujer no va a escapar de mí, este ha sido mi escondite y cementerio los últimos años y nadie sabe mejor que yo como moverse aquí.

Evans dijo que la carretera está bloqueada a dos kilómetros, así que esa mujer ya debió de haber llegado ahí.

Me adentré en el bosque y comencé a correr, la oscuridad de la noche es mi aliada y estamos en lo más oscuro del bosque, corrí hasta llegar al punto que Evans dijo y efectivamente el camino está bloqueado y hay un auto ahí detenido y vacío.

—No saldrás con vida de aquí — hablé en vos alta y comencé a rastrear a esa mujer, del otro lado del camino hay ramas rotas y piedras movidas, así que ella debió de ir por ahí.

Seguí los rastros de esa mujer con determinación, son preocupaciones por nada, estaba descalzo sin camisa y contaba solamente con el bolso que Evans trajo de mi auto, ahí están algunos implementos de tortura, que voy a disfrutar usar con esa mujer.

Esa mujer es la causante de todo mi dolor y él de Sophie, por ella y su ambición, mi hermana está muerta y yo sufrí demasiado esa noche y me convertí en el sociopata que soy ahora, por ella Sophie perdió a sus padres y ha sufrido todos estos años, ella es la responsable de todo y la haré pagar por eso.

Después de unos minutos de seguir el rastro la encuentro recuperando el aliento sobre una roca, sonreí con malicia, pues, me voy a divertir con ella.

—Debiste matarme cuando tuviste la oportunidad —hable fuerte para ver su reacción y vi el terror en su rostro comenzó a correr y yo reí en vos alta, ella me escuchó, creo que todo el bosque lo hizo.

Yo caminaba mientras ella corría asustada, se tropezaba con todo y me encanta sentir su miedo, me fascina ver la desesperación en su rostro y terror que le da el saber que hoy seré yo quien la haga pagar todos sus pecados.

—No hay donde correr Marisol, yo que tú dejaba de correr —hable más fuerte y ella comenzó a correr más rápido, yo sabía a donde se dirigió, pero no le advertí nada, pues ahí será su final.

Seguí riendo en vos alta mientras caminaba detrás de ella y sentir su miedo era fascinante, verla caer una y otra vez tratando de huir de mí me encanta, cree que puede escapar de mí, pero se equivoca, no hay escapatoria, su muerte está escrita y no hay nadie que pueda salvarla de mí y de mi justicia.

Cuando la vi llegar al punto donde le cobraría todos sus pecados me reí con más fuerza, ella corrió más fuerte y calló por un pequeño acantilado lleno de piedra, no morirá por la caída, pero de seguro si tiene varios huesos rotos y eso es lo que hará que deje de correr.

Me acerqué a la orilla y la vi en el fondo tratando de arrastrarse y seguir huyendo de mí, pero no podía, pues se notaba que se rompió una pierna, que como lo sé, la tiene doblada hacia adelante y esa torsión no es normal.

Baje con cuidado hasta llegar detrás de ella y pose su pierna partida ella por supuesto grito con toda sus fuerzas.

—Aaaaaaaaaa —se retorcía del dolor y yo lo disfrutaba muchísimo, disfrutaba ver su dolor, pues gracias a ella mi hermana murió de la manera más cruel del mundo y yo sufrí por su culpa, por ella y las personas que me dieron la vida yo me convertí en lo que soy.

—Hoy vivirás en carne propia lo que sufrimos mi hermana y yo —le informe lleno de odio y me acerque a ella, saque del bolso que Evans varios de mis preciados cuchillos y le sonreí cuando tuve cinco en mis manos.

—Sabes la primera persona que mate fue a mi madre y lo hice con un cuchillo de su propia cocina

—comente ante la cara de terror de la mujer —¿Ellos no escaparon? —pregunta con sus ojos llenos de lágrimas y terror.

—No, yo los asesine a los dos, después que ellos mataron a mi hermana, si me preguntan los mate demasiado pronto, debí torturarlo un poco más, pero contigo no voy a cometer el mismo error —Comente con una sonrisa en el rostro y la tome de los cabellos, la arrastre hasta un mejor lugar donde pueda disfrutar de lo que voy a hacer.

Cuando llegamos a suelo más firme tome lo cinco cuchillos y una piedra grande, la hice abrí la palma de su mano y con la ayuda de la roca clave el cuchillo ahí en su palma hasta llegar a la tierra, lo mismo hice con su otra mano y luego con sus pies En pocas palabras la crucifiqué.

—Aa Matame de una vez, ya acaba con esto —Supliqué entre lágrimas

—No, aún no has sentido lo que mi hermana y yo esa noche —respondí mientras revisaba entre las cosas en el bolso.

Encontré dos tubos de unos 25 o 30 centímetros, estos tubos tiene algunas púas pequeñas a su alrededor, yo mismo los diseñé para darle una lección a los violadores. Con el cuchillo que me queda en las manos corte la ropa de la mujer mientras ella se retorcía, pero cada que se movía los cuchillos en sus manos y pies cortaban más la piel, lo que le causaba aún más dolor.

—Eres un demente, un asesino igual que tu padre, ambos son iguales —me escupe en medio de su desesperación, la mujer que destruyo lo poco que quedaba de mi infancia, por qué si ella hubiera dicho la verdad, a esos dos los hubieran encerrado y a mi hermana y a mí nos hubieran entregado a mi tío.

Pero como dicen por ahí, él hubiera no existe, lo que paso, ya no tiene vuelta a tras, pero hoy yo me cobraré todo lo que mi hermana y yo sufrimos esa noche.

Cuando mujer quedó completamente desnuda, tome los dos tubos y me acerque a ella, la mire a la cara y le sonreí.

—verás lo que se siente ser violada y lo que mi hermana y yo sentimos esa noche —le informe con una gran sonrisa de satisfacción mientras veía su cara de terror.

Introduje uno de los tubos en su v****a y comenzó a retorcerse, el tubo no era muy grande, lo doloroso son las púas a su alrededor, eso causa sangrado, pues las púas desgarra por dentro y ella sufre y sufre mucho.

—Ya basta detente —Suplica, llena de lágrimas y yo no puedo detenerme, no ahora, pues escucharla gritar, me recuerda la vos de Isabel suplicando a ese hombre que se detuviera y pidiéndome que la ayudara, su vos está en mi cabeza ella pide mi ayuda y yo no puedo ayudarla.

Así que con todo el odio del mundo tome, el otro tubo y lo introduje en su trasero, para que sienta lo que yo sentí esa noche, esa mujer volvió a grita a suplicar, pero no me importaba, la quería muerta y que sufriera lo mismo que mi hermana y yo sufrimos esa noche.

—Detente, basta mátame, por favor ya mátame —Súplica entre llanto y dolor, esta mujer ahora sabe lo que mi hermana y yo sufrimos cuando ella decidió que ayudaría a ese hombre a salir libre, ahora sabe el dolor que pasamos esa noche por su ambición.

—No debiste decir mentir en la corte y todo esto se pudo haber evitado, pero te gano tu ambición y ahora te enseñaré a quedarte callada —exprese lleno de odio y la obligue a abrir la boca y corte su lengua.

De su boca solamente salía sangre y yo estaba ahí disfrutando como luz se apagaba en sus ojos, lo estaba disfrutando tanto, verla bañando en sangre, sangrando por todas partes, era un espectáculo único, pero al parecer mi tiempo se acabó, pues me vi rodeado por los agentes del FBI.

—Levanta las manos y arrodíllate —Ordena Taylor quién es el que comanda al equipo, supongo que Evans aún disfruta del manjar que le deje, quizás hizo una barbacoa.

No obedecí a Taylor, no podía arriesgarme a que esta mujer sobreviviera y ya puedo morir en paz, Sophie está segura y deje muy segura a Bella, ella tiene sus estudios pagados hasta la universidad, así que ya no tengo nada porque vivir. Estando encerrado no podré estar con mi Sophie, así que para que vivir, para estar encerrado solo y sin la mujer que amo, pues no, lo único que lamento en estos momentos es haber tenido el valor de mirarla a los ojos y decirle que la amo.

Tome mi cuchillo y lo enterré en el corazón de la mujer con fuerza, esperaba un disparo, pero por alguna razón ninguno disparo, ni cuando saque nuevamente el cuchillo y se lo enterré otra vez en el corazón.

En repetidas ocasiones le perfore el corazón hasta que ya no había nada que perforar, entonces algunas lágrimas escaparon de mis ojos y mire al cielo.

—Ella fue la última hermanita, ahora puedes descansar en paz —exprese y deje caer el cuchillo a un costado de mí.

Taylor llegó por detrás y me esposo, yo me sentía agotado y me desmayé, creo que todos los años que llevo buscando justicia me llevaron a tener un agotamiento físico increíble y ahora que ya está muerta la última persona que tenía que pagar por la muerte de mi hermana ya está muerta así que ahora puedo descansar.

Lamento muchísimo no haber muerto, por lo que ahora tendré que ver la decepción en los ojos de mi tío y el dolor de ver en lo que me convertí, él es un hombre bueno y espero que sea feliz con esa enfermera, pero no quiero que sufra por mí.

Al igual que Sophie, mi pequeña garrapatita, sé que sufrirá cuando sepa que me encerraran, pero no quiero que vaya a verme, no quiero ver el dolor en sus ojos, la amo demasiado como para verla visitándote en prisión.

Además, seguramente ahí dentro no dure mucho, pues encerré muchos criminales y de seguro hay muchos esperando para vengarse de mí.