ISRAEL Sed de justicia

Se irá para siempre

ISRAEL.

La muy puta mientras yo conducía no se pudo resistir al sentir el tamaño de mi amigo y aflojo mis pantalones para dejar salir a la bestia y cuando lo tuvo afuera comenzó a disfrutarlo como si fuera el mejor de los dulces.

Debo reconocer que hacía un excelente trabajo, pero casi choco por lo bien que lo estaba haciendo, tuve que acelerar, porque esa mujer, sí que sabía dar placer con esa boca, estacione fuera de una de mis cabañas y la comencé a marcar el ritmo con mis manos.

Mi m*****o no cabía por completo en su boca, pero ella sabía como complacer, pero yo quería más y la hice sentirlo hasta lo más profundo de su garganta, ella casi se ahoga, pero a mí no me importo, seguí empujando su cabeza hasta que la hice tragarse todo de mí.

—baja —le ordené mientras acomodó mi pantalón, ella obedeció y camino detrás de mí hasta estar a la cabaña donde solamente se encuentra una cama y un par de esposas, por supuesto también hay trago.

Ella sirvió el whisky y comenzó a desnudarse frente a mí mientras bailaba, yo tomaba mi trago sin dejar de mirarla, sí que me voy a divertir esta noche.

Cuando quedo completamente desnuda, tome las esposas y la hice ponerse en cuatro, dejando su trasero a mi merced

Espose sus manos a la cama y la hice levantar su trasero para mí, le di algunas nalgadas y ella gritó un poco, pero de placer, baje mi pantalón con todo y bóxer y comencé a jugar con la entrada de su trasero, ella se movía gustosa y sin pensarlo introduje con fuerza a mi gran amigo, causando un grito y que ella comenzará a quedarse, pero no sé por qué se queja si aún no entró del todo.

Aplique más fuerza y ella gritó más duro, luego comencé a moverme con fuerza una y otra vez, al principio los gritos de la puta eran de dolor, pero luego comenzó a disfrutar y a pedir más.

Mis movimientos no eran nada delicados, mordí su espalda y sus nalgadas blancas estaban muy coloradas y con las marcas de mis manos en ella, cuando por fin me libere la solté y le di la vuelta, y abrí mucho sus piernas, para entrar sin piedad en ella y seguir embistiéndola, pero esta vez de frente.

Todo se volvió más rudo, mordí sus pechos y dejé marcas muy visibles, ella disfrutó mucho hasta que sus pechos comenzaron a sangran porque los mordí con fuerza.

—Detente —Pidió, pero no lo hice, deje subir esa mujer al auto porque me recuerda a la mujer que me dio la vida

—por favor duele — lucha en vano esa mujer, así que mientras ella luchaba por separarse de mí

La sujeté con fuerza del cuello mientras seguía embistiéndola una y otra vez mientras la veía agitar sus mansos con desesperación para que la soltara

—Déjame respirar —suplía con su último aliento, pero ya era tarde. Dejó de moverse porque le rompí el cuello con mis manos y la luz de sus ojos fue desapareciendo hasta quedar vacíos.

Me libero y luego me limpie y acomode mi pantalón, mire a la mujer sin vida y decidí que mis amigos, los cocodrilos se darán un festín, pero primero debo desmembrarla, antes de dársela a ellos como cena.

La corte en pedazos y la guarde en bolsas negras, me adentre en el bosque con esas bolsas y llegué a la orrilla del río donde duermen mis amigos los cocodrilos, lance los pedazo de la mujer y comenzaron a pelear por ellos, eran muchos para ser alimentados por un solo cuerpo, pero de momento no tengo más.

Otra razón por la que mate a esta puta, fue porque en mi investigación descubrí que era la amante del juez que declaró inocente a Hernán Fuentes y pues quise quitarle su juguete, además quiero que me sienta cerca, no es el primero ni el último juez que mataré.

Ese infeliz morirá por corrupto, al igual que aquel que declaró inocente a aquellos a los que un día llamé padre y madre.

Pero será luego, mi intención en entregarle el cuerpo de la mujer a los cocodrilos es borrar mi ADN en ella, pues los cocodrilos tardan demasiado en digerir la comida, puede que lleguen a encontrar algún hueso, pero no rastro de mi ADN.

Después de alimentar a los cocodrilos volví a la cabaña donde limpie la sangre hasta que no quedara rastro de esa mujer, pues soy experto en ello y además aún no estoy listo para quemar esta cabaña, aún puedo divertirme un poco más aquí.

Cuando termine de limpiar salí a fumar, para luego irme, por supuesto no deje los restos del cigarro, pues contiene mi ADN y no pienso ponerle las cosas fáciles a Torres.

Conduje hasta la bodega donde cambie mi auto y luego seguí mi camino hasta mi casa ya más relajado, al llegar subí a mi habitación, tome una ducha larga y luego me coloque mi bóxer y el short de mi pijama, baje a la cocina donde casi muero de un susto.

—¿Tú que demonios haces aquí? —grite sorprendido por su presencia en mi casa

—No le grites, que la asustas, vine a traer tu cena y no podía dejarla sola en la casa —responde mi tío apareciendo detrás de la pequeña Sophie, quien tiembla de miedo aún por mi grito

—¿Por qué no?, Ya tiene que comenzar a cuidarse sola, pronto tendrá que irse sola —comente y me senté en la mesa a comer lo que mi tío trajo para mí

Me sorprendió porque estaba delicioso y pues mi tío carece de habilidades de cocina, la mayoría de las cosas que me trae son compradas.

—Sophie cocino para ti, para agradecerte tu ayuda —me informa mi tío y yo volteo a ver a la niña que juega con sus manos nerviosas, más bien asusta

No sé por qué demonios quiero abrazar a esa frágil niña, aunque creo que gimiendo debajo de mí se vería mejor.

Pero qué demonios estoy pensando, ya me estoy volviendo loco, sacudí mis pensamientos y simplemente asentí y ella extendió su mano para entregarme mi chaqueta, aquella que le preste esta tarde, ya está limpia y seca.

—Muchas gracias por su ayuda —Escuché su dulce voz y tuve la necesidad de abrazarla pero me contuve

—Solo hice mi trabajo, ya deberían ir a dormir los dos, es tarde y supongo tú tienes escuela —respondí sin darle importancia

—Sí, mi graduación es en seis meses — repodé Sophie

—Bueno, entoncesvayan a descansar, es demasiado tarde, para que estén aquí —comente

—Tienes razón, pero descansa y si no quieres que estemos tan tarde aquí, llega más temprano a casa, vinimos tres veces y aun así no habías llegado —me informa mi tío mientras sale con Sophie

Yo no dije nada, los observé irse y seguí comiendo, no sé que me pasa con esa niña, pero no me gusta, menos mal que solo serán unos meses y se irá para siempre