Al final resultó que Mary -como siempre-, había puesto el trabajo antes que la diversión y los buenos momentos que la vida le estaba ofreciendo. La excusa que había puesto, según Danilo, era que el jefe la iba a sancionar si se retiraba y una sarta de cosas que eran un intento para hacerlo sentir culpable de la situación. —Además, Danilo Antonio… ahora tendré que estar pendiente de que el Sr. Duncan jamás se entere de que yo tomé uno de sus mejores trajes y que encima de eso está lleno de lodo, sangre y vómito de borracho ¿Cómo quieres que yo explique eso, eh? —espetó su amiga al otro lado de la línea. —¡Pero, Mary! —exclamó a falta de argumentos. — No… tendrás que ir solo, Dani —musitó Mary, que denotaba sigilo y molestia en sus palabras—. Solo espero volver a saber de ti, porque quizá