GUILCHON
—Ya estamos listos para atacar, lo único que esperamos es su orden.
—En esta instancia ya es una cortesía, no tenemos marcha atrás, a eso vinimos; Simón dice que ataquemos, pero es la única opción.
El cielo nocturno se cubrió de fuego y los hombres avanzaron corriendo con las rodillas flexionadas y los fusiles disparando con dirección a la aldea. Los jaguares aparecieron deslizándose por las praderas, desapareciendo soldados.
—Jefe, no debimos haber hecho esto solos, debimos haber traído a los lobos.
—No, Guichón, necesitamos la gema roja, la tiene el jefe de la tribu.
—Jefe Simón, lo que sea que haga esa piedra, no vale tanto para perder todas estas vidas.
—Te equivocas, esa roca mágica tiene muchísimo poder; la necesitamos para acabar con nuestros enemigos.
—Si morimos,
