IMPACTANTE

1719 Words
De frente a los soberanos y sus dos sobrinos más, el príncipe de Ghosteres Juno se sintió más que intimidado. La princesa Vanessa bajo del podio y lo examinó con decoro, después de unos segundos se giró hacia él y le estrecho la mano. —¡Tengo grandes expectativas en ti!—Le confirmo con alegría. Su personalidad unida a su rostro alegre eran de admirar. —¡Gracias alteza por su confianza!—Dictó con voz firme. Se quedó inmóvil mientras la princesa entabló una conversación con Noa y no pudo rezar una plegaria más para que su tortura se acabará. Aixhad le clavo la mirada con frialdad, mientras el príncipe de Ghosteres seguía atento a todos sus movimientos. Parecía que ninguno de los dos alfas tenía pensado algún movimiento para con Juno, no obstante, la sala se quedó en silencio cuando el príncipe bajo del podio y encaminó hasta él y con un movimiento dócil y elegante pidió por un baile. Los nervios lo invadieron mientras no tuvo más opción que aceptar su mano y encaminar hasta la pista donde todos lo miraron con envidia mientras otros simplemente no podrían creer que esto estaba pasando. —¡Lamento si se ha visto forzado a aceptar mi mano!—espetó el alfa viendo los nervios invadir al Omega. Juno lo examinó tratando de entender al alfa que parecía deseoso por olvidar esta noche. —¡Para nada su alteza, es un gusto bailar con usted!—Juno tuvo que hacer una pausa a su vocabulario para no ofender al alfa. Las miradas los golpearon salvajemente torturando sus instintos, pero más allá de los flashes y las miradas, había una mirada que lo estaba atravesando sin compasión. Las pocas veces que el baile lo ponía de frente observó la ostentosa mirada del alfa causante de sus fallos argumentales. Aixhad mantenía sus puños serrados intentando controlar al animal que se escondía debajo de su piel y por primera vez en su vida entendió lo que significaba la posesividad de un alfa para con su Omega. Juno no era su Omega, pero se sentía como suyo y sus cuerpos lo sentían. El Baile terminó y rezo por qué todo quedará como un solo baile afortunado y que esté bello alfa, no quisiera cortejarlo por qué odiaría tener qué rechazarlo. Lo único bueno es que los rumores claramente serían opacados por este evento. Regreso a su lugar, pero su hermano no estaba por ningún lado. —¿Podría usted decirme su nombre?—Al girarse, el príncipe estaba parado a su espalda. Su mirada era fría, poseía un aire de superioridad, sus ojos zafiros reflejaban las luces del gran salón. Esto no se veía bien. Si este hombre estaba interesado en él, pronto comenzaría a esparcirse un rumor que sobrepasaría más allá de LEXUS hasta el planeta de este príncipe. —¡Juno Clerethf!—Dijo disponiendo de su nombre. el cuerpo del príncipe se mantuvo entre con los ojos abiertos. —¿Clerefth? —pronuncio confuso como si no fuera la primera vez en escuchar aquel apellido. Juno le sostuvo la mirada sin intimadarse por aquel alfa imponente que no le quitaba la mirada de encima. Juno frunció las cejas molesto y esa simple reacción encadenó que el príncipe soltará una sonrisa satisfecha. otra mirada a todo el cuerpo de Juno y cubrió su boca para aguantar la burla. Juno tenía la vaga suposición de que este príncipe lo estaba comparando o analizando con una vana curiosidad nada agradable. El hombre se inclinó cortésmente y se presentó. — Zyrian Ghosteres—Su nombre representa el estatus más alto. —¡Disculpe su alteza, es un placer haberlo conocido, pero ahora mismo estoy en busca de mi hermano!—Juno se giró viendo como el hombre se quedó extrañado, posiblemente nadie nunca lo había dejado con las palabras en la boca, pero después de este faltó esperaba que no quedará nada de interés por él. Recorrió el salón y siguió buscando más allá de las obras de arte y las esculturas talladas. Se supone que este evento se ase por amor del arte, pero todos saben que en realidad es solo una fachada para presentar a tu pareja. Sus pies estaban adoloridos y lo único que quería era salir huyendo, pero Noa parecía haber desaparecido. Su teléfono sonó pero no contesto. Juno tomo puesto entrando en una sala que tenía como título «Los monarcas» Desde el primer rey hasta el actual, junto a sus respectivas parejas estaban talladas en un cuadro digno de la realeza. Al final del gran pasillo estaba el retrato del futuro rey. «Aixhad Barac soleitte» Sus facciones estaban bien talladas y su cabello color azabache combinaban con sus ojos color miel, sus cejas pobladas y oscuras le daban profundidad a su viril mirada y Juno se vio a sí mismo posar su vista bajo esa bella y fría mirada. —¡Admito que es uno de mis mejores ángulos!—Aixhad lo miraba fijamente con una sonrisa que reflejo el aumento de su ego. Juno se contuvo para no insultarlo, este idiota y hermoso alfa era el próximo rey y él debía guardar sus respetos. —¡No sé si halagar su figura o su ego!—Contesto con claro sarcasmo. Aixhad sonrió con picardía dando zancadas grandes hasta quedar cerca de él. —¡Oh! Insinúas que tengo buen físico. Juno amargo la mirada soportando el peso del ego de este hombre. Claramente, su ego estaba fundamentado. Aixhad era todo perfección y sus manos picaban por tocar cada parte de ese cuerpo. Juno se giró dándole la espalda, pues, su aroma puro era más de lo que podía soportar. —¡Lamento si te incomoda mis feromonas! No sabía que asistirías a este evento. Como podría molestarle su aroma cuando lo único que Juno deseaba era saltar y respirar más cerca hasta sentirse satisfecho. —¡Sinceramente, estos eventos no son tu estilo!—confirmo como si lo conociera desde siempre. —¿Cómo sabes eso?—Pregunto. Aixhad no dijo nada y su rostro contraído respondió la pregunta. —Ya veo ¿Fue Rayan?—Espetó con firmeza. Era su amigo y lamentaba por todo lo que estaba pasando, pero por alguna razón le molestaba que su nombre saliera de los labios del Omega. Siendo tan orgulloso y volátil, no soporto y encaminó fuera de la sala, siendo retenido por las delicadas y pequeñas manos de Juno. —¿A dónde vas?—le pregunto. —¡Afuera! Tengo suficiente con Rayan, no quiero escucharte hablar sobre él también. Juno se contrajo al ver la escena de celos y aunque se estaba negando a aceptar que no le gustaba Aixhad no tuvo más que aceptar lo mucho que disfrutaba esta escena. —¡No soy tan confiado como para hablar sobre mi vida! Pero en todo caso, creo que estás confundido yo y Rayan… La puerta se abrió y Aixhad lo tomo por las manos hasta encerrarse detrás de unas de las puertas. Era estrecho y solo había unos utensilios de limpieza. —¿Qué haces? ¿Qué pasa si abren la puerta?—Espeto Juno preocupado por su reputación. —¡Malo sería que nos vieran a los dos solos en esta habitación sin ningún chaperón!—Juno entendió sus palabras, pero de igual manera sus cuerpos estaban demasiado cerca, y el espeso aroma a alfa dilató sus fosas nasales y se vio a sí mismo apretando el puño para no saltar asía el cuello de Aixhad. —¿Quién es?—pregunto por las personas que estaban afuera en la habitación. Aixhad negó saber quién era, de un momento a otro, Juno reconoció la voz proveniente de su hermano. ¿Qué demonios ese era Noa? —¿Es Noa?—Le pregunto, a lo cual Aixhad volvió a negar, pues no veía quién era Juno se giró dándole la espalda para poder ver por las rascaduras que el sí alcanzaba dado a su baja estatura. Maldición si era Noa. ¿Con quién está discutiendo? Noa se veía enojado y furioso mientras reclamaba sobre algo. Cuando intento irse el alfa lo tomo por las manos y lo beso. Juno quedó impactado por la escena que estaba viendo. El alfa estaba de espalda y aunque su figura le parecía conocida, no pudo diferenciar quién era. Juno pensó que Noa lo apartaría, pero esto no sucedió y el aroma mezclado del alfa y el Omega se esperaron, a lo cual Juno no tuvo más aguantar la respiración. Los gemidos de Noa empezaron silenciosos y cuánto más tiempo pasaba más se intensifican y era un alivio que el sonido de los instrumentos sonarán lo suficientemente altos o todos en el baile ya los hubieran escuchado. —Espera, si es Noa quien está afuera, entonces no hay razón para esconderse. Aixhad evito que Juno abriera la puerta. —¡Créeme, no querrás ver lo que está pasando afuera! ¿Qué? Si Aixhad lo decía es por algo. Eso significa que su hermano estaba… Haciendo eso en este lugar. Viendo el rostro anonadado y lleno de incredulidad de Juno, Aixhad tira la pregunta a quema ropa. —¿No me digas que no sabes a lo que me refiero?—Juno se gira hacia él, viéndolo con confianza a esos ojos miel que parecían brillar. —¡No soy tan inocente como piensas!—Dice antes de volver a darle la espalda. Esas palabras fueron como veneno para Aixhad. ¿Inocente? Claro que no lo era, después de todo este Omega había tenido un compañero, pues cuando lo conoció Juno aún poseía la marca casi desvanecida. Su mente se contrajo solo de pensar que ese alfa pudiera ser Rayan. Eliminar una marca de apareamiento es difícil y costosa, pero con buenas conexiones todo se puede. Sus feromonas se desbordaron reflejando su molestia y pudo ver cómo el Omega se estremeció al olfatear su enojo. Vio su nuca viéndola libre de aquella marca ya desvanecida y paso sus nudillos deslizándose con delicadeza por encima de la ya desvanecida marca. —¿Fue Rayan quien te marco?—le pregunto. Juno gimoteó al sentir la delicadeza de su toque y su mente casi se nubló hasta escuchar la pregunta de Aixhad. CONTINUARÁ…
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