UN SENTIR POR DOS

2847 Words
Amablemente, Aixhad se ofreció a llevarlo de regreso, a lo cual no pudo negarse teniendo en cuenta como se encontraba. De regreso ninguno dijo nada. Fue extraño e incómodo, teniendo en cuenta que estando solos la personalidad de ambos choca provocando discusiones entre ambos. La actitud de Aixhad fue muy parecida a cuando cortejaba a Noa. Lo cual lo hizo aún más incómodo. Había escuchado de Noa que Aixhad era distante y difícil de entablar una conversación sin sentirse al borde del precipicio, pero siempre pensó que Noa era un exagerado, pues, al menos, con el Aixhad era todo menos reservado, mejor dicho él tenía la habilidad de sacar sus peores hábitos. Pero el silencio que reino en el pequeño espacio donde estaban era casi asfixiante. Ambos ignoraban las incontables razones por la cual ambos acabaron de pasar. Para el presente y el futuro esta situación intervendrá entre ellos. Pues, Aixhad era todo menos adivino para saber que la razón del porqué Juno lloraba no era por amor, sino por otras razones que él no entendería. Para Aixhad, Juno y Rayan se gustaban y tarde, pero temprano terminarían juntos y esa pequeña, pero suficiente evidencia de un dolor pulsante cada vez que suponía en verlos juntos seguía molestándolo y no quería ser el de en medio. Cuando llegaron a la mansión Clerefth, el primero en bajarse de la nave fue Juno, quien parecía todo menos alegre de esa incómoda situación y creía fielmente considerando el mal temperamento de Aixhad que este estaba enojado por tener que soportar la incomodidad que representaba la situación con Rayan. —¡No tengo como agradecerle que me haya traído su alteza! Y nuevamente disculpé si esta situación fue más de lo que podía soportar. Carajo era incómodo ver cómo seguía en silencio. Cuando entro a la mansión no se percató de que Aixhad lo siguió mansión adentro. —¡Ostentó una reunión privada con Noa! El corazón de Juno empezó a latir amenazando con salir de su pecho y no sabía la razón, más allá del enojo y la sensación de falta de descontrol que su mente ejerció sobre él. Debes estar volviéndote loco, Juno, ¿Cómo puedes sentirte enojado por qué allá pedido una reunión con Noa? Juno subió escaleras arriba, dejando la responsabilidad al mayordomo. Su cuerpo colapsó cayendo en la cama. Joder que significa esto. Claramente en otra ocasión culparía a las feromonas, pero esta vez ambos estaban bajo supresores. Juno se sintió ansioso la mayor parte de la tarde, sabiendo que todavía Aixhad estaba en la mansión. ¿De qué estaban hablando? Y ¿Por qué demoran tanto? ¿Y si Aixhad se disculpó y le pidió otra oportunidad a Noa? Su pecho dio un vuelco y subió hasta su garganta formando un nudo. ¡Hay no esto era malo! Muy malo. Cuando la puerta de madera sonó y Nao entró por ella, Juno se sintió como la peor persona del mundo codiciando al alfa de su hermano. Se forzó a formar un rostro que convenciera a Noa de que todo estaba bien. —¿Y? ¿Se disculpó?—Respondió con el nudo que envolvió su estómago. —¡Sí, lo hizo!—Espeto Noa mirándolo fijamente, dándose cuenta de que su hermano estaba evitando mirarlo. Juno dio una sonrisa demasiado fingida y empezó a hablar sin parar. —¿De qué estás hablando?—Cuestiono Noa viendo que su hermano no dejaba de balbucear tonterías sobre Aixhad y él. —¿Pensé que seguirían con el cortejo?—Respondió hundiéndose profundamente. —¡Claro que no! Solo se disculpó por los inconvenientes causados. Juno sintió como el nudo en su estómago se relajó, dando paso a reflexionar con claridad. Noa y Aixhad no estaban en medio de un cortejo, entonces eso debería ser algo triste de comentar, pero por alguna razón estaba demasiado aliviado para sentirse triste. —¡Yo y él no somos compatibles y sinceramente, no hayo la razón del porqué alguien como yo debe estar atado a un hombre que en mi presencia codicia a mi hermano menor! El rostro de Juno se contrajo mirando con extrañeza a Noa. —¿Creíste que no lo sabía? Son compatibles, pero es obvio que hay algo más entre ustedes ¿O me equivoco? Juno no supo qué decir, para ser sinceros, incluso él estaba extrañado ¿Cómo es posible o mejor dicho en que momento dejo de ser compatibilidad? Si lo supone de esa manera, claramente no estaba enamorado de Aixhad, pero tampoco era por simple compatibilidad, posiblemente el hecho de pensar que esa atracción se trataba de solo compatibilidad fue el provocante de que ignorara que sentía un deseo que se ocultaba muy dentro de él. —¿Por qué no dijiste nada?—Pregunto Noa viendo a su pobre hermano hundirse en la miseria. —¡No lo sé!—Claramente Juno estaba confundido y no sabía si ese sentir era por feromonas o verdaderos sentimientos. Al siguiente día, mediante la práctica de baile seguía su ritmo normal, Juno se dedicó a tocar el piano ignorando la presencia de Aixhad que revolvía su estómago. Cuando el descanso se prolongó, los únicos en el salón eran Aixhad y Logan, que nuevamente se hizo presente solo para burlarse de su primo y obviamente Juno que siguió intentando practicar. —¡Baila usted!—Dijo Logan extendiendo su mano, invitándolo a la pista. —¡No si puedo evitarlo!—Espeto muy cordialmente. Logan se burló. Ya se estaba acostumbrando a la presencia de Juno y lo que más le agradaba era saber que de todos los presentes era el único que no usaba las palabras formales, para con ellos. —¡Insisto! O mejor lo ordeno.—Dijo arrastrando a Juno hasta la pista de baile. —¡A veces olvidó que pertenezco a la monarquía y pudo emplear ese poder!—Expreso dando una reverencia a la cual Juno contesto con otra. Los pasos coordinados y perfectos impresionaron a Logan, no era nada fuera de lo normal, incluso él ya se había aprendido los pasos de tantos verlos repetidos. —¡Es aburrido sin música!—Expreso, Juno, dejando de lado las formalidades. Segundos después la música empezó a sonar desde el altavoz. Cuando la canción acabo Juno tomo puesto, sin entender la razón detrás del porqué la reina le pidió su ayuda, si fácilmente podían utilizar los altavoces. —¡La reina es un misterio!—Respondió Aixhad casi adivinando su pensar. Por alguna razón, el aroma de Aixhad era un poco más fuerte de lo normal, teniendo en cuenta que estaba bajo supresores. Como si fuera cámara lenta vio al imponente alfa levantarse y pedir por un baile. Si pudiera negarse sería de mucha ayuda, pero su cuerpo obedeció el pedido que el alfa impuso. Aixhad le dio la mano derecha, a lo cual Juno se burló, pues, era la mano izquierda. Debían entrelazar las manos y Juno casi grito cuando su cintura fue envuelta por los imponentes y fuertes brazos que lo envolvieron. —¡Relaja el agarre!—Dijo Juno sintiendo su cabeza dar vueltas. —¡Lo que diga el maestro!—Esas palabras dichas de sus labios fueron casi un susurro para lo cercanos que estaban sus cuerpos. —¿Derecha o izquierda?—Pregunto Aixhad. —¡Derecha!—Respondió. Cuando la música volvió a repetirse, ambos se bloquearon y ninguno dio un paso. Desde lo lejos se escuchó la risa de Logan nuevamente burlándose. —¡Solo sígueme el ritmo! En este baile quien guía es el Omega. Nuevamente, lo intento y esta vez les fue mejor. El problema era en sí el baile. Las miradas del Omega debía estar por debajo de la barbilla del alfa, mientras el alfa debía ver el punto entre la nariz y los ojos del Omega, demostrando un baile romántico digno de una boda. Los pasos coordinados debían obstarse por más de un giro y una cargada que la cual el alfa posa sus manos en la cintura del Omega para alzarlo, sin mencionar que él manoseó entre ambas manos, eran delicadas para el gusto del público. Juno solo quería que el baile se acabará, por qué no podía soportar la intensa mirada del alfa hacia él. Sin mencionar que sus manos sobaban sus brazos y su espalda por cada cambio de pasos. Teniendo en cuenta que ambos eran dominantes de diferentes géneros, los supresores no hacen el mismo efecto que en un recesivo. El aroma a alfa dilató sus fosas nasales y Juno casi gimió cuando el alfa deslizó suavemente sus nudillos desde su nuca hasta la parte baja de espalda, hincando su cadera para dejarlo viendo el techo. Suavemente, ambos se repusieron y cuando la música culminó, ambos hicieron una breve reverencia. Sus mejillas rojas y su endulzado aroma lo delataron enseguida. Juno intentó mantenerse firme sabiendo que eran observados por Logan, pero al girarse Logan se había retirado dejándolos solos. ¿En qué demonios estaba pensando Logan? Si un Omega y un alfa son atrapados en una situación donde hay feromonas y un salón vació, podrían fomentar un rumor donde el único afectado sería el Omega. Juno apartó a Aixhad y se alejó. Segundos después, el teléfono de ambos sonó con la notificación de que la clase se cancelaría hasta el día de mañana. Juno tomó su ropa y salió de la habitación ignorando el rastro de aroma que dejó atrás. Al llegar a la mansión se desprendió la ropa y se duchó. Su ropa interior estaba mojada y su parte baja dilatada, lo cual lo atemorizó. —¿Qué haces?—Pregunto al salir del baño y ver a Noa revisar su armario. —Hoy es el baile de los Irving, se suponía que iría con Aixhad, pero debido a que ya no hay cortejo no pienso ir solo.—Recato Noa. —¡Pues no vayas!—La mirada de su hermano mayor se volvió arrogante dando a entender que asistiría a ese baile aun sin un alfa. —¡Estoy cansado!—Le respondió. Noa insistió tanto que no tuvo más que aceptar, para cuando llegaron el ambiente se tensó, el Omega mayor de los Clrethf está solo y el menor extrañamente ha hecho acto de presencia. Como es habitual, si estás solo sin alfa en el baile de los Irving significa que todavía estar sin cortejo, lo cual significa que todavía estás en la lista de solteros disponible y como de costumbre no tardo mucho en que casi todos los alfas rodearán a los hermanos Clrethf en especial a Noa. Justo como dijo Noa que ambos hicieran acto de presencia daría a entender sus ansias por casarse, lo cual ayudaría a disipar los malos rumores sobre ellos. Juno estaba pasando por el peor momento de su vida teniendo que soportar a los alfas que impertinentemente intentaban marcarlo con aroma. Nunca antes esta situación había escalado a tanto, pues para su suerte era Rayan quien evitaba que los demás alfas lo marcarán con olor. Era molesto tener que ir al sanitario cada dos bailes para eliminar el aroma a alfas. Cuando el público se detuvo y el silencio inundó el lugar, Juno pensó que posiblemente se trataba de Aixhad, pero lo que vio fue de otro mundo. —¿Quién es?—Le pregunto a Noa. El príncipe de Ghosteares, hacía presencia en el baile de los Irving. Juno había escuchado de él en las noticias y sabía que había arribado en LEXUS por asuntos relacionados con tratados de paz. Pero lo que más se mencionaba era su soltería y que era un alfa dominante y próximo soberano de Ghosteares. Cuando el hombre entro de la mano de los Irving, el público abrió paso como si se tratara de otro dios. Los omegas desprendían feromonas intentando captar la atención del hombre, lo cual a Juno y Noa, le parecía demasiado desesperados. —Qué ridiculez, debería darles vergüenza.—Comenta Noa reacio. Posiblemente, Noa no entendería lo desesperado que se debe sentir un Omega promedio por conseguir pareja. —¡No los juzgo, pero el pobre hombre párese querer huir de la escena!—Se burló al verle el rostro casi asqueado. Cuando un segundo ruido en la entrada se hizo presente, todos giraron, incluido el príncipe que se había detenido unos pasos cerca de Juno y Noa. Por la entrada, entro la reina y segundos después el rey acompañado de la princesa Vanessa y su prometido. Cuando ambos se toparon en el camino del príncipe, se saludaron. Por detrás entro Logan y segundos después los presentes hicieron un silencio preocupado de no ver al heredero del reino. Cuando Aixhad entro en escena, los murmullos y los flashes de las cámaras estallaron y Juno diviso la divina figura del hombre. Alto y vestido tentadoramente masculino, la cinta del imperio pasaba por su traje color gris y su corbata color blanca y la camisa que cubría su cuello hasta lo más alto, el saco era largo y adornado de botones grandes. La figura perfecta de un soberano joven y hermoso. Si no fuera por su rostro, que refleja el poco interés de estar presente en esta velada, sería el ejemplar perfecto para conquistar. Desde el momento en la cual Aixhad entro en el salón, Juno se dio por enterado que ninguno de los dos estaba bajo supresores. Antes de salir de la mansión, Noa, le explicó que si tomaba supresores, los presentes podrían usar esa excusa para inventar rumores. Juno no lo pensó mucho y decidió no tomarlos. Por otro lado, Aixhad jamás creyó encontrarse con Juno en dicho evento. Para Juno era imposible no seguirlo con la mirada y sus feromonas se disiparon con un toque de seducción. Maldición posiblemente no era mejor que los demás omegas soltando feromonas para captar el interés de los alfas. El príncipe de Ghosteares estaba todo menos alegre de estar rodeado de omegas que impregnan sus feromonas, en su planeta está mal visto y es considerado un insulto. Casi conteniendo el aliento esperaba que todo acabará rápido y entonces… El aroma que lo envolvió era dulce pero sutil y embriagador. Cuando miro al Omega causante del aroma, sintió más que incertidumbre. Era delgado y parecía frágil, piel de seda y ojos celestes. Nada parecido a los omegas de su planeta, los cuales eran más parecidos a los betas de este planeta. Cuando Juno sintió la pesada mirada sobre él se giró encontrando ojos color esmeralda mirarlo con extrañeza. Sujeto las mangas de Noa y este se giró para ver qué estaba pasando. Cuando el príncipe se giró dándoles la espalda, Juno sintió un alivio. —¿Dime qué no llame la atención de ese sujeto?—La simple idea le carcomió el humor. —¡Creo que también llamaste la atención de él!—Dijo disimuladamente viendo a Aixhad quien también lo miraba en la lejanía extrañado de verlo en un evento social. —¡Bueno, también llamaste la atención de otros!—Volvió a decir notando que varios alfas los miraban como si estuvieran en celo. Juno y Noa eran omegas dominantes, sus feromonas siempre serían el nivel más alto entre los omegas y los alfas los veían como si se tratara de la mejor carne. —¿Considero que es hora de irnos?—Dijo con preocupación. —¡Que esperabas si sueltas feromonas tan de repente en un salón infectado de alfas!—Reclamo Noa. —¡No es que yo quisiera! No lo pude evitar.—Respondió Juno, sintiéndose amenazado por tantas miradas. —Lo hiciste para llamar la tensión de Barac. ¡Admítelo!—Repudio Noa. —Bueno, lo entenderías si tuvieras a alguien que te saca de tu zona de confort. El silencio se hizo presente entre los dos hermanos y Juno se sintió confundido, normalmente Noa declara su poco interés por un romance. ¿Acaso su hermano está viendo a alguien? —¿Quién es?—Pregunto Juno ansioso por escuchar el chisme. —¡No sé de qué hablas!—Confirmo Noa a la defensiva. Había dos reglas que Juno entendió para sobrellevar a Noa, la primera: su arrogancia siempre debía ser alabada o por ende, Noa se sentiría ofendido. Dos: Noa es directo y lo mejor era también serlo con él, si en todo caso él evade el tema es porque no desea intervenir o que intervengan en un asunto privado. —¡Haaa! Lo sabía ¿Quién es?—Expreso casi a gritos. Noa ya estaba en pleno juicio perdido y si Juno seguía insistiendo no tardaría en caer. Pero el hombre que se posó por detrás de ellos los interrumpió. —¡Disculpen! La reina solicita la presencia de los hermanos Clrethf. Joder esto era lo último que Juno esperaba. Mientras caminaba hacia el lugar, idealizó más de una manera de salir huyendo. No quería presentarse ante el tal príncipe, mucho menos ante Aixhad, por otro lado, su hermano llevaba una sonrisa de oreja a oreja. CONTINUARÁ...
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