ERRORES PLACENTEROS.

1820 Words
Todo en él se contrajo con la sensación del toque de Aixhad. ¿Cómo debería responder? No fue Rayan, eso estaba claro, pero... Se escucharía más escandaloso aceptar que por poco y se deja marcar por un alfa cualquiera. —Su alteza no puede esperar que responda algo como eso. ¿o si? La sangre empezó a bombear y burbujear con enojo y la mera idea lo enveneno por dentro. ¿Que significaba eso? Un si o un no. —No es como si no conociera la historia. Juno se gira demostrando firmeza. —¿Cual es el motivo de tus preguntas? No sabía que quería escuchar de los labios de Aixhad, pero este solo guardo silencio, y Juno se lleno de inseguridad, una inseguridad que nunca antes había sentido. —No preguntes, cosas que no quieras escuchar. —le responde con enojo. ¿Por qué estaba enojado? Ni el mismo lo sabía, pero lo estaba, estaba enojado y quería arrancarle la piel al alfa detrás suyo. —Si pregunto, es por qué quiero saber. —No, me estás preguntando por qué tienes la mala costumbre de indagar de más en asuntos que no te competen. —Auch. Eso dolió. —se queja Aixhad. —Como siempre igual de venenoso. —se burla y Juno se gira por segunda vez. —Crees que me conoces. —le dice con la sangre invadiendo su cabeza. —Pero, no me conoces. —Si, te conozco. —se defiende Aixhad. —Lo que sea que te dijo Rayan, no es cierto, no soy cariñoso o venevolente, tampoco soy débil o frágil. No era mentira. Ese Juno se fue y el era diferente a ese Juno, lo sabía y que Rayan quisiera seguir creyendo que una parte de su amado todavía existe es solo un prejuicio sin valencia. —No, no eres nada de eso. —Aixhad da un paso y Juno retrocede dos. —Eres arrogante y tienes infulas de súper Omega. Crees que las cosas no te afectan, pero lo hacen. —Juno intenta hablar y el alfa lo inrrumpe. —Tienes la lengua más afilada que eh visto en un Omega y eso me encanta. El silencio se evapora con los palpitos que retumban en sus oídos. ¿En serio dijo eso? Juno baja la mirada cuando las feromonas lo traicionan. —Joder —se queja Aixhad con el cúmulo de sensaciones que desprende el Omega. —¡Mirame! —le exige al Omega. —Si, vas a tentarme, asume la responsabilidad. —¡Mirame! —buelbe a exigir funciendo el cejo. Debería sentirse ofendido o por lo menos indignado, pero el apego emocional de un Omega para con su alfa lo obligó a obedecer como si este alfa fuera su dueño. —¿Quién te marco? —la pregunta ya no fue un cuestionamiento fue una clara order y todos sus genes omegas se deleitaron con el impulso de obedecer, de sumirse. Y ¡Oh por el amor de Meera! Le encantaba que Aixhad asumiera ese rol. (Meera diosa del planeta) —No lo sé. —responde y el alfa da otro paso pegando su cuerpo al suyo. —Explicate. —exige. —Fue... Un accidente. Tituvea con el asercamiento e inconscientemente ladea el rostro regalandole vía directa a sus clandula. Un acto de completa sumisión. —¿A qué te refieres con un accidente? Mierda, esto no estaba bien, para nada bien, de por sí eran compatibles y desarrollar alguna clase de dependencia sería su propia locura mental. —Yo... Salí a explorar y estando en un ese lugar, el apareció y... Intento marcarme —alza la mirada con vergüenza y Aixhad se congela con la declaración. —¿Cuando fue eso? Mejor dicho. ¿Dónde fue? Juno explica cómo puede y Aixhad empieza a atar cabos sintiendo algo que no debería sentir y era: posesividad. Era él, la cosa estaba así, y es que Juno era su Omega y de nadie más. Una cosa es ser compatible y otra cosa es ser destinados. Son cosas que puede ser complicado, pero en su caso... En su caso era... Perfecto. Aixhad dejo de controlar sus feromonas liberandolas sin restricciones y Juno sintió sus piernas débiles. Todo empezó a cosquillear y su mente se nublo cuando una ola de lujuria lo invadió. —¡Aixhad, tus...! —no termino de hablar. Aixhad se libero de la tediosa corbata dejando su cuello abierto. Y juno trago amargo cuando la boca se le seco. Era... Era... Dios. Era perfecto, cada cuánto tienes la oportunidad de ver a un alfa como él. —¿Que tiene mis feromonas? —se burla aún cuando sabe lo que está haciendo. —Deja de jugar conmigo y... —¿Y? ¿Que? ¿Que quieres? Que Meera la ayude por qué esa no era la pregunta correcta. ¿Que quiere? Si solo responde a esa pregunta todo su pudor se iría al suelo. —Yo... —«No lo digas» —¿Tu? —indaga el alfa. El ruido golpea la habitación desvaneciendo el ambiente cargado de deseo. —Debemos irnos. —Juno sale del lugar prácticamente trotando. —¿Que haces?. —pregunta viendo que el alfa se queda atrás. —Ve tu primero. —responde el alfa. —Necesito un minuto. —suelta una sonrisa sádica. Estuvo por preguntar si se encontraba bien, o si necesitaba ayuda, pero todo murió en sus labios con la enorme erección que se dibujo por encima del pantalón de Aixhad. Su Omega interior le pedía ayudarlo y su mente racional le exigió irse o... Pasaría algo que después se arrepentiría. Regreso al salón y el calor de su cuerpo estaba a tope y cada roce de la tela era una corriente eléctrica que divagaba con el contacto de su piel y la de Aixhad. Nunca en su vida se había sentido tan... Exitado o atraído sexualmente a alguien. Y no dejaba de sentirse como algo malo y delicioso al mismo tiempo, pero la vergüenza se mezclo con el sentimiento de culpa y estaba tan confundido que solo quería regresar a la mansión y enrollarse a las sábanas. Tenía que hablar con su hermano, pero no hoy, no cuando se sentía tan húmedo que perdería la cabeza. Mierda ser Omega era tan molesto, como explicarlo. Es que no había palabras más allá de incómodo. Se ducho y se vistió rápidamente acurrucándose en las sábanas y el contacto frío de estas, con su piel hirviente, eran una tortura psicóloga. La puerta se abrió y Juno reso a todos los dioses por qué no fuera Rayan o Aixhad. Pensándolo mejor no quería hablar con nadie. —Oye, levántate nesecitamos hablar. —Noa se escuchaba desesperado y Juno tenía una idea de sus motivos. —Cometi un error y no sé cómo remediarlo. —Noa se hunde en las sábanas. —Mierda ¿Que hice? —Esta bien, calmate, —intenta relajarlo. —No entiendes, yo... —contradice mordiendo sus uñas. No sabía cómo decirlo sin perder su dignidad y sus mejillas se calientaban de solo recordar todo las cosas desvergonzadas que hizo. —Si, lo sé —responde juno. —No, no lo sabes, yo... yo y Logan... nosotros hicimos eso. Juno lo sabía pues estuvo presente mientras su hermano se revolgaba con ese alfa. Pero ni con toda su imaginación pudo adivinar de quién se trataba. —¿Tuviste relaciones con Logan? — La aclaración solo provocó más angustia en Noa. Está no era la situación correcta. Nunca pensó cometer tremenda ofensa a su propio cuerpo, pero no pudo controlarse y tampoco culpa a Logan pues bien pudo negarse y no lo hiso. —¿Son compatibles? ¿Por qué no me contaste sobre eso? —Yo pensé que no pasaría nada y... Juno se levanta con exasperación, estaban en problemas, si alguien se entera la reputación de Noa se caería por completo. Todos saben que Logan tiene amantes, pero es un alfa y nadie lo criticaria, pero Noa es un Omega de alta cuna y ese comportamiento era inaceptable. Callaron cuando tocaron la puerta y el mayordomo entro anunciando la llegada de un pretendiente. Era muy tarde en la noche ¿Quién podría ser? Hay no, está noche no podía empeorar más cuando Aixhad entro en su campo de vision, junto a él estaba Logan y ambos tenían cara de pesar. —Creo que todos sabemos por qué estoy aquí. —habla Logan y Noa se contrae cuando saca una pequeña caja de terciopelo mostrando la gema incrustada en el aro. —No tengo palabras. Esto es una locura y sabes que significa esto, no puedo cambiar lo que hice, y está es la única manera de tener un poco de dignidad. Esto estaba pasando de la peor manera y Juno no estaba tan seguro de si era la mejor decisión y la reacción de su hermano solo confirmo su teoría. Noa enfurece saliendo del lugar, Logan lo sigue al jardín y Juno y Aixhad deciden dejarlo solos para que hablen. —Se puede saber ¿cuál es el problema? —se queja Logan. —No hice "Eso" para que me pudieras matrimonio. —termina por gritar Noa. —Lo se, pero lo hicimos y no entiendo por qué te enojas. Cumplo con mi honor. —Ese es el problema, no quiero casarme por obligación, los matrimonios nunca funcionan cuando son sin concentimiento. —¿Crees que yo quiero casarme? —cuestiona Logan. —No quiero, pero estoy seguro que lo correcto no es dejarte solo en esto, fue un error de los dos. —No puedo prometerte nada, pero puedo darte tu lugar, el que te mereces, y puedo darte protección y confianza y eso no lo tendrás con ningún alfa, por qué yo fui y seré tu alfa. ¿Entiendes? Ahora toma el maldito anillo y entremos a hablar con tu alfa familiar. Sus palabras dejan helado a Noa. Regresan y Juno determina la joya con impaciencia. Puede que todo esté mal o bien, pero... Todo su razonamiento se desploma cuando el aroma amizclado de Rayan entra al lugar. —Regrese, —habla Rayan, Camina hacia la pareja recién comprometida y... Suelta el puñetazo sobre el rostro de Logan. —Y no regrese para enterarme que manchaste el honor de Noa, —se queja, —¡Ahora, esto se tiene que resolver y no pidiendo un matrimonio! —Noa intenta hablar y Rayan lo calla de golpe. —No es tu culpa, yo soy un alfa y eh estado años cerca de alguien que me vuelve loco y ni con todo eso, nunca. —aclara mirando a Juno. —Nunca lo toque o manche su honor. La simple declaración de su parte desata la ola de emociones en todos. La culpa en Logan, la vergüenza en Noa, los celos en Aixhad y... El respeto y admiración en Juno. CONTINUARÁ...
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