DESESPERACIÓN

1594 Words
El Omega seguía sosteniéndolo con fuerza, si él decía algo sobre este tema, su honor sería barrido por los suelos. Viendo su rostro asustado, Aixhad suspiro para luego tranquilizarlo. —¡No tengo intención de decir nada!—Confirmo. Juno respiro aliviado, después del susto que tuvo, se sintió un poco más relajado. Miro al alfa que siguió mirándolo con ojos llenos de asombro. No era muy difícil adivinar cuáles eran sus preguntas. —¡Está bien, solo pregunta lo que quieras!—Como si estuviera esperando su confirmación, Aixhad pregunto sin demora. —¿La marca se está desvaneciendo? ¿Por qué?—Juno, lo pensó por un momento, decirle que fue seducido por un alfa del cual ni siquiera conocía no era una opción. —¡Murió!—Respondió mirando hacia el suelo. —¿Cómo? ¿Cómo murió tu alfa?—Le pregunto. Acaso este hombre no tenía tacto, se dice que cuando un alfa y un Omega están enlazados y uno de los dos muere, el dolor es insoportable, sabiendo esto, Aixhad no tuvo tacto al tocar un tema tan delicado. —¡Un accidente!—Dijo nuevamente sin mirarlo a la cara. —¿Por qué no estaban casados?—volvió a preguntar. ¡¿Demonios que pasa con él?! Ya era bastante incómodo hablar sobre este tema. Después de unos segundos, Juno, confirmo que no quería tocar el tema por qué todavía le afectaba. Una obvia mentira, ciertamente, los primeros días, la marca incompleta era bastante dolorosa, pero con el tiempo se fue desvaneciendo haciéndolo olvidar ese dolor, ciertamente solo fue un momento de atracción, por lo tanto, Juno no lo considero en ningún momento con su alfa. —¿Por cierto? ¿Cómo te diste cuenta?—Le pregunto. Después del incidente en la fuente, le tocó limpiar la herida en la nuca de Juno, su sorpresa al ver unos perfectos dientes en su nuca fue nada creíble. Ciertamente, se sintió molesto. La idea de que el Omega en sus brazos hubiera tenido un alfa en el pasado era bastante molesto. Incluso ahora mismo, seguía en negación, quería creer que ese sentir solo era debido a sus instintos protectores, Juno era un Omega y él era un alfa, no era nada raro que él quisiera protegerlo ¿Verdad? Habían pasado varios minutos hablando ellos dos solos, lo suficientemente lejos de los demás, las personas ya los miraban con extrañeza. ¿Qué tanto podrían hablar esos dos? Ambos dejaron el tema para después. La varonesa, holi, se acercó a Juno con ojos llenos de asombro. —¿Es cierto que usted tocará en la boda de la princesa Vanessa?—El rostro de los presentes fue de asombro, el cotilleo y los rumores se intensificaron. Incluso Noa, quedo anonadado. Después del incidente en el palacio, olvidó informar sobre dicho tema a Rayan y a Noa. La princesa Vanessa estaba por contraer matrimonio con el príncipe veilor del planeta Tlorian. Es un compromiso que se arregló desde su nacimiento, era el evento del año, y él tenía el privilegio de tocar en la entrada de la novia. Sonrió con disgusto para después confirmar los rumores. Esto no solo lo convertía en un hombre privilegiado, sino también alguien con el favor de la reina. Pero conociendo el carácter dominante de Juno, todos los alfas que deseaban una oportunidad para cortejarlo se preguntaban ¿Cuál de todos sería el afortunado? De regreso a la mansión, recostó su cuerpo cansado en la cama, segundos después, tocaron la puerta, Rayan entro con unos documentos en las manos, se los entrego y en ellos había el perfil de varios alfas. —¿Qué es esto?—Pregunto extrañado. —¡Tu deseo es casarte! Debes escoger uno de los alfas en la lista. Esto era una mala broma, ¿Qué pasa con este hombre? ¿Acaso no puede entender que él solo quiere un poco de paz? Con enojo se levantó de la cama entregando de regreso la lista de pretendientes. —¡No me casaré con ninguno de ellos!—Le respondió con fulgor. La discusión entre ellos se prolongó. Rayan no entendía por qué se negó, cuando fue el mismo, Juno quien decidió casarse. —¡Me casaré con alguien a quien yo elija!—Volvió a gritar. Esto termino por molestar a Rayan, lo sujeto por el brazo estrellando su cuerpo con la pared. Se acercó a él. Juno intentó zafarse de su agarre, pero nada funcionó. —¡Rayan, suéltame!—le grito asustado. —¡Me vas a volver loco!—Respondió Rayan con un rostro furioso.—¿Quieres casarte, no quieres casarte?—¿Qué pasa contigo?—Ciertamente se veía frustrado. No podía respirar con tranquilidad, las feromonas de Rayan lo estaban ahogando, sentir su respiración cerca de él lo hizo sentirse caliente. No quería sentirse de esa forma, estaba cansado de esto, estaba asustado. Una lágrima salió de sus pupilas hasta que terminaron por desbordarse. —¡Me estás lastimando!—Al verlo llorar, Rayan soltó su agarre, sus nudillos estaban marcados en los brazos de Juno. —¡Vasta, no llores! Lo lamento, no quise lastimarte!—Sobo sus mejillas llenas de lágrimas, pero Juno ladeó su rostro alejando sus manos. —¡Vete! No te quiero aquí.—Respondió con una voz temblorosa. Rayan se quedó unos segundos hasta que Juno, alzo la mirada y volvió a gritarle que se fuera. Una vez salió, Juno estrelló la puerta poniendo el seguro para que nadie más entrara a su habitación. No pudo dar un solo paso y cayó de rodillas ante la puerta. Malditas feromonas, su cuerpo estaba tembloroso y su parte baja estaba dura. Maldijo y maldijo, cansado de esto. Tenía un deseo único de correr lo más lejos posible. Como pudo se recostó en la cama, intento dormir, pero su parte baja se lo impidió, seguía excitado, pero ese sentimiento solo le dio repulsión. Aun con todo, en contra, se levantó y saco el frasco de pastillas para dormir y los inhibidores, tomo mezclando las pastillas Antes de recostarse en la cama, ni siquiera pensó en las consecuencias. Sin darse cuenta había quedado dormido. La puerta seguía sonando, no sabía quién era, pero no quería levantarse, además no tenía energía suficiente para levantarse. Después de unos segundos la puerta se abrió y por ella entro Noa, con un rostro pálido, lo levanto mientras intento levantarlo. Nada funcionó. El estrépito de la habitación siendo rebuscada por Noa. El sonido del frasco de pastillas se dio a relucir. Noa, maldijo mientras corrió hacia Juno. Lo levanto como pudo y lo llevo al baño. Metió sus dedos en su boca hasta hacerlo vomitar. Siguió intentándolo hasta que Juno vómito todas las pastillas que se había tomado. Juno estaba débil, pero abrió los ojos como pudo. —¡Qué demonios pasa contigo! Maldición.—Espetó Noa sujetando sus hombros. —¿acaso quieres morir?—Volvió a gritar. Juno agudizó su vista borrosa, mirando a Noa, su hermano estaba hecho un desastre, sus lágrimas se desbordaron. Su intención, no era morir, simplemente deseaba dormir con tranquilidad. Viendo lo asustado que estaba Noa, era obvio que no era la primera vez que Juno atentaba contra su vida. —¡Lo lamento! No quise asustarte.—Le respondió con una voz temblorosa. Noa lo enrollo en sus brazos, tratando de aferrarse a él. Mientras tanto, en el lobby se encontraba Aixhad, quien llegó como visita. Rayan, no estaba en la mansión y los sirvientes estaban hechos un caos. El mayordomo lo atendió, le pidió que esperara un momento. Minutos después, Marlon entro por la puerta principal, su rostro algo apoco y asustado. Miro a Aixhad sentado en el sofá con un ramo en sus manos. Lo saludo como pudo y siguió su camino hasta las escaleras. Pasaron unos minutos y esta vez quien entró por la puerta fue el doctor familiar, como si fuera un simulacro, todo paresia bien ensayado o por lo menos ya estaban acostumbrados a lo mismo, el doc., siguió al mayordomo. Segundos después Noa, bajo, con sus ojos llorosos y su ropa mojada. Se disculpó y agradeció por el ramo de flores, no era un buen momento, por lo tanto, le pidió que cancelaran sus planes. Aixhad no se negó, estaba por retirarse cuando Rayan llegó hecho un apuro. Lo saludo como pudo, para después seguir su camino, la mucama que bajo por las escaleras fue retenida por Aixhad quien Pregunto por las razones del porqué todos estaban tan estresados. —¡Es el joven Juno!—Respondió la mucama. —¿Le pasó algo?—Respondió Aixhad preocupado. La mucama dio varias vueltas antes de contestar. —¡Se intoxicó con unas pastillas!—Respondió, no quiso decir más, por lo tanto, se despidió. ¿Se intoxicó? No tenía muchos sentidos, para intoxicarse ¿Cuántas pastillas debió tomar? Una lámpara auto suicidio llegó a su mente, pero habiendo conocido a un Omega tan prepotente como Juno, era imposible que el mismo intentara matarse. Aunque ahora que lo pensó, ese día en la fuente… Recordó el rostro de Juno, claramente estaba traumatizado, tal vez tenía algún problema. ¿Quizás era por la marca y la muerte de su alfa? Hay omegas que no soportan y terminan cometiendo suicidio. No pudo dejar de sentirse preocupado. El chófer, que seguía esperando que este diera la orden, le pregunto por quinta vez hacia donde debía ir. Después de unos segundos dijo “¡Al palacio!” CONTINUARÁ…
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