¿TAN RÁPIDO ME OLVIDASTE?

1866 Words
NARRA AITOR —No puedo creer todo lo que está pasando —comentó a mi hermana Alana. —Ni yo, Tor, ni yo. Me duele mucho ver a Alan y a Susy sufriendo de nuevo, y ahora que Susy se va para Londres con su abuelo peor —asentí, todo será mucho más difícil para mi hermano. Especialmente porque después de despedirme de mi Diosa en su casa había decidido irme con ellos. —¿y tú cómo vas con Jia? —cuestiona haciendo suspirar. —Vamos bien, dando pequeños pasos, pero creo que hacia un buen camino —ella niega ante mis palabras. —Todavía no me creo que te guste la señora Jia. Ella es hermosa, eso no lo niego, pero es extraño al ser la suegra de tu hermano. En fin, no es asunto mío —dijo levantando sus manos y alejándose de mí. Su teléfono suena y rueda los ojos al ver de quien se trata. —¿Quien es? —La señora que debería llamar suegra, pero es una víbora. No acepta mi relación con Roberto y está tratando de separarnos. —¿Porque la señora no aceptaría su relación? —cuestioné al verla decepcionada. No entiendo como a la mujer no le puede agradar mi hermana, si ella es increíble. —Porque dice que solo le traeré problemas a su hijo. Que al ser de una clase social muchísimo más alta que la de él siempre lo verán de menos. Me duele que piense así y más cuando le está queriendo meter a Roberto el volver con su ex. No se hermano, no sé porque las personas y las relaciones son tan complicadas. Creo que en este momento es cuando entiendo a Liz y Sol, por estar solo viviendo de las historias de sus libros. —Es entendible Alana, es tu primera relación y me imagino que, lo menos que esperabas era que la señora no te aceptara —ella afirmó con un poco de tristeza mis palabras. —Lo que más me duele es que Roberto nunca dice nada al respecto. Es como si no me quisiera y quisiera aceptar lo que ella dice al no ponerse a defender lo nuestro —dice viendo su teléfono en la cual puedo ver una foto muy divertida de ellos en su protector de pantalla. —Mira, no sé porque todos ustedes piensan en lo negativo primero y no le dan uso al razonamiento. ¿Te has puesto a pensar en que posiblemente Roberto se mantiene neutral es para no crear más problemas entre ustedes? Estamos hablando de elegir entre su madre, una mujer con la que ha estado toda su vida; a una mujer que apenas tiene meses conociendo. Discúlpame, pero si lo pones a elegir estás siendo muy injusta. Si, hay maneras de hacer la cosas, pero no es alejando a una por la otra. Tu solo se su apoyo, demuéstrale a su madre que no eres como ella cree. Aunque te diga muchas cosas tú se la nuera que toda mujer quiere para su hijo. Ya si ella no valora eso de ti, será muy su problema y eso es lo que verá Roberto —concluí dejándola con la boca abierta. —Eres un idiota, pero un idiota sabio a veces. Eso haré, le demostraré a la señora Imelda que está equivocada conmigo —dice con determinación para ver su teléfono de nuevo y esta vez parece ser algo más serio ya que su mirada se clava en su teléfono y aunque pase mi mano por entre de ella llamando su atención ella solo parpadeó y me mostró su teléfono. Era una foto de Roberto besando a una mujer. —Esa es la ropa que el andaba hoy que lo miré en casa de Susy —la miró y la traigo a mi para abrazarla. —Posiblemente sea algo fuera de contexto, o como me acabas de decir. una treta de la madre de él para lastimarte y alejarte… —iba a continuar, pero no pude, su teléfono sonó y era Roberto. Ella instintivamente me quiere quitar el teléfono; sin embargo, no se lo permito. Contesto la llamada mientras Alana pelea por quitarme el teléfono. —Hola, conejita, ¿Cómo estás? —saluda. —No tan bien como tú, que hasta te andas besuqueando con otra —dije con molestia. —¿Aitor? ¿De que estas hablando? Yo no he besado a nadie… —me separé el teléfono de la oreja y me dirigí al mensaje reenviado su contenido a él. —¿Eso te refresca la memoria? —cuestioné con molestia. —¿Quién le envió esto? —miré a Alana, ella solo bajo la mirada y me molestaba verla triste. —Tu madre le llamó y como no le contestó, le envió esto por mensaje. Mira Roberto, si para tu madre, Alana es una fuente de problemas para ti. Te voy a pedir que te alejes de mi hermana. Ella no merece, ni necesita estos tratos de su parte. Al mismo tiempo que, si estas saliendo o tienes algo con la mujer en la fotografía. Te quiero bien lejos, porque si descubrimos que solo estas con Alana por interés o por obtener algo de ella. Nosotros seremos tu mayor problema. Reflexiona en que harás, Alana no hablara contigo por ahora, como te imaginaras eso la afecto emocionalmente. Arregla lo que tengas que arreglar con tu madre y la mujer en la fotografía —finalicé cortando la llamada. —Te amo, pero te odio a la misma vez —comenta ella recibiendo su teléfono. —Lo sé, es mutuo. No te dejes de ese hombre, pon distancia por ahora. Dale el beneficio de la duda, sin dejar pisotear tu dignidad. —Deberías hacer videos motivacionales, estoy segura de que te volverías viral super rápido —me carcajeo. —No gracias, todavía le tengo fe al sistema educativo. Aunque posiblemente lo haga, pero no como uno de esos que salen dando consejos sin sentido. Si no dando consejos legales. —No cabe duda de que la señora Jia esta becada contigo —puse mi dedo en sus labios para silenciarla. Todavía no hablaba con mis padres. Posiblemente para ellos no sea de su agrado mi relación con Jia, pero no me importa amo a esa mujer. —Lo siento, prometo no decir nada. Si tu no mencionas lo que acaba de pasar —asentí. Nos despedimos y me dirijo a mi habitación para terminar de empacar mi maleta. Quería sorprenderlos mañana llegando al aeropuerto. Me recosté y pensé en mi Diosa. Recordar ese primer beso apasionado que nos dimos a la luz de la luna. Solo de recordarlo ya estoy mas que entusiasmado en la parte media de mi cuerpo. Es imposible no sentirme así. Desde que la conocí no estoy con nadie y aunque sea difícil de creer, he rechazado a varias que como Wendy; me llamaron porque necesitaban un amigo. Mi diosa sin saberlo me tenía exclusivamente para ella. Cada beso, me pone peor que el anterior. Es una vergüenza tener que salir casi corriendo de su casa, pero de no hacerlo seria capaz de hacer una locura. Posiblemente Londres sea un mejor escenario para nosotros. Al menos eso era lo que yo anhelaba. —No entiendo porque te vas, si aun tienes casi unas semanas mas de vacaciones —cuestiona mi madre al verme salir temprano con una maleta. —Quiero estar allá por si algún percance se suscita madre, ayer al hermano de Susy se le escapó decirme a donde irán y con mayor razón deseo estar pendiente de Susy y mi sobrino. —De acuerdo, si es así también yo me sentiré tranquila que hay alguien de la familia cerca de ellos todo el tiempo. Recuerda que tu hermano, no debe saber dónde están —asentí y terminé de despedirme de los que ya se encontraban despiertos. Un chofer me llevó hasta el aeropuerto donde me encontré con la que va a ser mi familia. —No sabia que vendrías —me dice mi diosa dándome un abrazo. —No importa a donde tu vayas, yo siempre iré contigo —dije en su oído, mientras le quitaba la maleta que empujaba con su mano. Al separarme veo sus mejillas ruborizadas y le sonreí. El vuelo a Londres fue interesante. Viajábamos en un avión privado de Romeo Libón, el abuelo de Susy. Mi mirada iba clavada todo el tiempo en la bella mujer enfrente de mí. —Cuéntame muchacho, estas estudiando por lo que tengo entendido —me pregunta el señor a mi lado. —Si, estoy muy próximo a graduarme en leyes, señor —el señor asiente. —Me agradas. Será agradable tener otro internacional con quien hablar por horas de vez en cuando —comenta y los demás sonríen. La vida en Londres fue muy agradable, ellos vivían en un casi castillo y como lo tenía pensado, mis avances con Jia iban en aumento. Hoy la estoy esperando, porque después de rogarle, me aceptó salir a almorzar. —Te ves hermosa —dije al verla como ese vestido abrazaba su cuerpo a la perfección. —Tu siempre tan como te dice tu abuela, encantador —dice riéndose. —Solo soy un hombre sincero, cariño —dice acercándome a ella para darle un beso en su mejilla y abrirle la puerta. —Aitor… —me reprende. —Lo siento, pero no me pude resistir ante tal belleza —Ella solo rueda sus ojos y entra al auto. Llegamos hasta el restaurante que mas me gusta en la ciudad. Su decoración es un arte muy pintoresco y elegante a la misma vez. Haciendo esto una mezcla que crea un ambiente agradable a sus comensales. La guio hasta nuestra mesa, la ayudo con su silla y esa sonrisa en su rostro lo valía todo. —Guau, debo decir que no me esperaba venir a un lugar así contigo —Comenta dándole un sorbo a su copa de agua. —¿No te agrada? —pregunté un poco ansioso. Ella sonríe y niega. —No, todo lo contrario. Es un lugar bellísimo y la vivacidad de los colores me trasmite mucho. —Si, creí que debido a tu pasión por el arte este lugar te encantaría —ella me mira algo sorprendida, pero no dice nada. La comida es servida y comimos amenamente en una plática sobre los últimos hechos que se han suscitado en mi familia. Especialmente la fallida boda de Ángel y Clara y la perdida de uno de sus bebés. —Es muy triste por lo que pasó, pero tiene la alegría de seguir conservando su embarazo y que sus otros bebés están bien —ambos asentimos y seguimos comiendo. Hasta que una figura para nada desconocida se acerco a nuestra mesa. —¿Aitor? ¿Cómo estás? —preguntó la profesora Sanders. —Profesora, mucho gusto. Me encuentro muy bien. Le presento a mi novia, Jia Park —Jia sonríe sutilmente al limpiarse con la servilleta. —Vaya, ¿Tan rápido me olvidaste? ---------------------- Copyright © 2023 Valery Archaga Todos los derechos reservados. Obra protegida por Safe Creative bajo el número 2307154839257
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